A pocos días de las elecciones generales, el 2º debate presidencial evidenció la escalada de acusaciones entre los principales candidatos de los partidos capitalistas. Ungidos unos y otros por la necesidad de avanzar en este tramo final de campaña si tiraron algunos dardos y denuncias cruzadas, previsible a esta altura de la campaña. Así las cosas, de cualquier forma, no hubo grandes sorpresas y todo parecería indicar que los últimos días de campaña seguirán con los tres principales candidatos ubicados por la misma disputa por la venían antes de los debates.
El domingo pasado en la facultad de Derecho, Milei anduvo tratando de cuidar su primer lugar en las encuestas, buscó consolidar ese lugar sin exponerse, manteniendo como en el primer debate su pose explicativa sin gritos ni show, reafirmando su negacionismo y apoyo a un modelo de saqueo y destrucción ambiental, y tratando de bajarle el precio a Bullrich, su competidora por derecha. Massa intentó fortalecerse con propuestas concretas sobre varios temas y hablando como si nada tuviera que ver con el desastre del gobierno actual del cual es más que un funcionario de primera línea, buscando a la vez seguir explotando un voto útil contra Milei. Aunque el dólar arriba de los $1000 y las remarcaciones de precios de estos días le debilitan su estrategia electoral. Y Bullrich, un tanto desesperada por saber que era su última oportunidad de avanzar y salirse del tercer lugar que le dan las encuestas, atacó, elevó la voz, apunto contra el kirchnerismo como centro y contra Milei con quien disputa base social. Los resultados de esa actuación mejor al primer debate, están por verse.
Al igual que en el primer debate presidencial, Myriam Bregman, nuestra candidata por el Frente de Izquierda Unidad, fue la única voz distinta, con un programa claro y alternativo, el de nuestro frente. Y una denuncia frontal contra el ajuste, el FMI y la ultraderecha de Milei. Ratificando, en contraposición al resto de los candidatos, que un proyecto anticapitalista y socialista es el verdaderamente necesario no solo en las elecciones del 22 de octubre, si no también, sobre todo, hacia el complejo país que se viene.
Útil es que la izquierda avance contra tanta derecha
El ascenso electoral de Javier Milei viene trayendo preocupaciones y debates en diferentes sectores de trabajadores y jóvenes que, genuinamente, detestan al libertario y a su proyecto. No es para menos. Este negacionista antiderechos es la suma de todo lo que está mal. Y seguramente desde la izquierda nos encontraremos en la calle luchando en común contra su proyecto, junto a miles de trabajadores y jóvenes. Solo hay que saber, que si está donde está, no es por casualidad, es por causalidad política. Milei es un subproducto proveniente del fracaso constante de quienes gobiernan desde los partidos tradicionales, tal cual ya sucedió en otros países, como en Brasil con Bolsonaro. En nuestro país, luego del desastre de Macri y un gobierno peronista que lejos de sacarnos de la herencia macrista nos mantuvo dentro del FMI y del ajuste, se generaron condiciones para el avance de la ultraderecha libertaria.
Por eso, cuando te hablan desde los medios oficialistas, proponiéndote votar a Massa para frenar a la derecha, tenes que saber que es un voto inútil para esa tarea. No solo no la están frenando, son quienes permitieron su llegada al primer lugar de las encuestas. Ahora, desesperados por su futuro electoral y haciéndose los distraídos frente a sus propios cuatro años de gobierno con ajuste incesante y sumisión al Fondo, intentan aparecer como la solución al problema que ellos mismos crearon. Nada más lejos de lo que en realidad, hace falta.
Te queremos ser muy claros. El 22 de octubre no es un balotaje anticipado, no es una disyuntiva entre dos candidatos y proyectos, ni es el fin del mundo. Es una elección general donde vos podés elegir, y tenes que elegir, con toda libertad, lo que creas más conveniente de acuerdo a la realidad que vivís y pensando en lo que se viene.
Y sobre esto te queremos invitar a reflexionar a fondo. A vos que luchas cada día en tu laburo por salarios dignos y mejores condiciones de trabajo. A vos que remas y remas para llegar a finde mes. Que queres la mejor educación y salud pública para tu familia. A vos que estudias y te esforzas para poder hacerlo, que queres un futuro y sabes que te lo quieren robar. A vos que te indigna la destrucción ambiental y el saqueo de corporaciones. A vos que fuiste parte de la marea verde y de la lucha por los derechos de la disidencia. A todas y todos les hablamos de frente. Y les decimos que solo el voto al Frente de Izquierda Unidad, con Myriam Bregman a presidente, Cele Fierro a diputada en CABA y todas y todos los candidatos del FIT-U en el país, es un voto útil para defender todos tus derechos y para estar más fuertes y organizados frente al ajuste y los intentos represivos que vendrán.
No pierdas tu voto en variantes que después te decepcionan. Fortalece un proyecto anticapitalista y socialista en todo el país. Y en particular en la Ciudad de Buenos Aires, donde peleamos voto a voto por conquistar nuevas bancas, apoyá la lista que encabeza Cele Fierro y convocá a tus compañeras y compañeros de trabajo, de estudio y a tus vecinos, a que voten también para que la izquierda se haga más fuerte dentro de la Legislatura, contra tanto facho y derechista que habrá que enfrentar allí.
Votar al Frente de Izquierda. Fortalecerlo y mejorarlo
Volviendo sobre las perspectivas del país, surge evidente que vamos a enfrentar nuevos ataques a derechos sociales y democráticos, más ajustes e intentos represivos muy posiblemente de fuerte intensidad. Cada voto que conquistamos para el FIT-U fortalece la organización de las peleas que vienen. Aunque lógicamente, solo eso no alcanza.
Corresponde que nuestro frente asuma, de una vez por todas, el rol que puede y debe tener en la nueva etapa política que se abrirá con el nuevo gobierno que surja. No se puede seguir tomando como algo inmodificable que el FIT-U sea solo un acuerdo electoral. Es mucho más lo que tiene que ser y puede serlo si hubiera voluntad política y decisión de transformarlo. ¿De qué depende? De que sus partidos integrantes quieran dar pasos en ese sentido, como lo venimos proponiendo hace tiempo.
Desde el MST venimos aportando hace años a la construcción de nuestro frente, y como parte de ese aporte político y militante venimos insistiendo en que El Frente de Izquierda se transforme en una herramienta política que organice las luchas en todos los sectores obreros, populares y de la juventud, que actúe cotidianamente, que garantice reuniones periódicas, un funcionamiento constante. Que abra canales de participación a intelectuales y referentes sociales de izquierda, que tenga una apertura a organizaciones amigas que nos apoyan con su voto. Que sea mucho más que la suma de nuestros cuatro partidos. Que transforme el apoyo humano, político y social que rodea al FIT-U, en capital político organizado dentro del frente. Que manteniendo su sólido programa convoque, evite equivocados hegemonismos y democratice su funcionamiento y organización.
Vamos el 22 de octubre por miles de votos para el Frente de Izquierda Unidad. Vamos por nuevas/os diputados de izquierda. Vamos también a prepararnos, lo mejor y más fuerte que podamos, para el país que se viene. Donde la izquierda será más necesaria que nunca en cada lucha, cada debate político. Y siempre con la perspectiva de luchar por un gobierno de las y los trabajadores.