Dos días después de haber dado a conocer que el desempleo registrado fue del 6,2% en el segundo trimestre del año, marca de la que se ufanó el gobierno, el INDEC dejó en claro que ese casi “pleno empleo” al que se refirió en el debate no se da más que por la precarización laboral. Según el informe, “el ingreso promedio per cápita del total de la población alcanzó los $ 87.310, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $ 65.500”. Una verdadera burla en medio de un panorama donde producto la devaluación post PASO que efectuó Sergio Massa se espiralizó aún más la suba de precios.
El estudio refleja que en la población asalariada, donde se registraron 9.545.762 personas, el ingreso promedio con descuento jubilatorio fue de $ 186.987, mientras que en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio equivale a $ 81.736. En comparación con la canasta básica del último mes que arrojó la Junta Interna de ATE –INDEC, se refleja que los salarios existentes son de pobreza.
Tomando ese dato prestado, cualquier salario no podría ser menor a $ 436.602. Si esta comparación no vale y se quiere tomar el promedio del segundo trimestre, los salarios no podrían haber estado por debajo de los $ 343.670,33.
En cuanto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $ 141.508 y un ingreso mediano de $ 120.000, equivalente al límite superior de ingresos del decil 5, bajo el cual se sitúa el 50% de las personas ocupadas. El ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenada según ingreso de la ocupación principal es de $ 51.771. El ingreso promedio del estrato medio (deciles 5 a 8) es de $ 143.286, mientras que el ingreso de los deciles 9 y 10 equivale a $ 317.518. Casi una radiografía del deterioro de nuestros ingresos en general. Ahora ganar $ 200.000 es formar parte de los sectores mejores pagos en nuestro país.
Mientras esta realidad azota a miles de familias, las centrales sindicales como la CGT y las CTA siguen sin hacer una medida de fuerza contra el ajuste y las medidas pro FMI que lleva adelante el ministro candidato de Unión por la Patria. Es esta forma de gobernar la que, como venimos denunciando, funciona de plataforma para las fuerzas de ultra derecha como Javier Milei.
Ante este mapeo general de los ingresos por parte del INDEC, no queda más que exigir un aumento generalizado de salarios, jubilaciones y programas sociales, para que todos los ingresos sean, como mínimo, equivalentes a una canasta familiar.