miércoles, 18 diciembre 2024 - 20:18

Ley de Alquileres. Media sanción al lobby inmobiliario

El día miércoles Diputados dio luz verde con 125 votos a favor al dictamen por minoría escrito por Juntos por el Cambio para la modificación de la actual Ley de Alquileres.

Aunque JxC no consiguió los votos necesarios para la derogación de la ley, estas modificaciones la derogan “de hecho” porque modifican lo más progresivo que tiene la ley:

  1. Se reduce el contrato de 3 a 2 años.
  2. Ya no hay actualización interanual sino que se modifica cada 4 meses, (…) “pudiendo aplicar a tales efectos el índice de precios al consumidor (IPC), el índice de precios mayoristas (IPM) y/o el índice de salarios (IS), elaborados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) o una combinación de dichos índices”. Es decir, elige el mercado.

Aún así, la derecha no pudo hacer esto sin la vía libre que dejó Unión por la Patria. Aunque su bloque haya votado en contra, también tuvo 13 ausencias y 1 abstención, si hubieran sido votos en contra, esta modificación no pasaba. Su claudicación a favor del lobby inmobiliario se mostró incluso unas horas antes, en un comunicado donde con la excusa de “ampliar la oferta de vivienda en alquiler”, proponen “incentivos” que se traducen en exenciones impositivas para las inmobiliarias. Quienes en campaña se llenaron la boca con que iban a terminar con el déficit habitacional, a la hora de enfrentar a la derecha y a las grandes inmobiliarias se ausentan.

Alquilar en la Ciudad y en todo el país se está volviendo un suplicio, y no es que la Ley de Alquileres no sirva; es que desde que se aprobó este gobierno nunca la hizo cumplir. Abundan los casos de contratos ilegales que los inquilinos firman por la desesperación de encontrar un techo, y aprietes de las inmobiliarias para que paguen más por fuera de lo firmado. Estas modificaciones son un ataque brutal a los más de 10 millones de inquilinas e inquilinos que hay en el país.

Es posible alquilar sin morir en el intento

Nosotros rechazamos la ofensiva de toda la derecha política por la supresión de los puntos más progresivos de la Ley de Alquileres (que tiene limitaciones y, además, nunca el peronismo desde el gobierno aseguró su aplicación), con una propuesta de emergencia ante el lobby inmobiliario y una salida de fondo asegurando la vivienda propia masivamente:

Dicho lo anterior, es fundamental plantear la necesidad de derrotar a la corporación de grandes propietarios y avanzar hacia una nueva Ley de Alquiler Social: con garantía gratuita, a través de inmuebles que son del Estado y además un subsidio estatal a toda persona o grupo familiar que lo necesite.

  • El valor del alquiler tiene que estar indexado a los ingresos de los inquilinos, que no pase del 15% de los ingresos declarados.
  • Un impuesto progresivo a las viviendas ociosas para derrotar el “lock out” de los grandes propietarios que especulan. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 200 mil viviendas vacías que no se usan ni se ponen en alquiler. Además, hacer un inventario de todas aquellas que solo se usan para especulación inmobiliaria y declararlas de utilidad social, sujetas a expropiación.
  • De acuerdo a los índices de INDEC, en diciembre de 2022 ya 1.2 millón de personas ocupaban viviendas en situación de hacinamiento crítico (más de tres personas en un cuarto). Solo en CABA hay 400 mil personas hacinadas en villas miseria. Hay que hacer un plan de urbanización real de todas las villas y asentamientos.
  • Crédito hipotecario del Banco Nación a tasa cero y un plan de construcción de vivienda social. Construir todo lo necesario para terminar con el déficit habitacional.
  • El Estado tiene que estar presente y controlar junto a las organizaciones de inquilinas e inquilinos para que se cumpla.
  • Todo esto en la transición a la vivienda propia, con un plan masiva de construcción de viviendas en base al no pago de la deuda externa y un impuesto especial y permanente a las grandes fortunas.

Esto solo lo proponemos desde la izquierda. Porque tanto Juntos por el Cambio, Milei -que se levantó del recinto cuando se rechazó su proyecto para directamente derogar la Ley de Alquileres- y Unión por la Patria juegan solo en el chantaje del lobby inmobiliario. Si hoy alquilar es imposible, si estas modificaciones se aprueban en el Senado va a ser utópico. Por eso, para enfrentar a la avanzada derechista y sus amigas inmobiliarias hay que organizarse desde abajo, hacer una “rebelión de inquilinos” y rodear el Senado cuando se discuta, como dijo Cele Fierro.

Julieta Luna

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