Las bombas de humo de Sergio Massa no disipan la sed de ajuste y devaluación del FMI. Ante cada anuncio que el ministro candidato ha hecho anunciando un presunto nuevo acuerdo, se conoce una nueva biaba del Fondo exigiendo se cumpla el acuerdo aprobado en la Cámara de Diputados para legalizar la estafa del gobierno de Mauricio Macri. Tal como indicamos que remarcó el organismo de crédito en su Informe del Sector Externo, los dirigidos por Kristalina Georgieva siguen solicitando un nuevo ritmo devaluatorio para Argentina para unificar los tipos de cambio. Mientras el gobierno, que ha cumplido todos los pedidos que llegan desde Washington, ahora duda para al menos mantener viva la posibilidad de colarse en una supuesta segunda vuelta en las elecciones. Lo confirmado por el momento, que se comunicaría esta tarde a través de la Aduana, la AFIP, el Banco Central (BCRA) y la Secretaría de Agricultura, es el lanzamiento de un nuevo dólar soja y, además, el encarecimiento de los permisos de importación. Una nueva devaluación encubierta en puerta.
En medio de las negociaciones para cerrar la quinta revisión del programa de Facilidades Extendidas, Sergio Massa, para tratar de conseguir los dólares del Fondo y reforzar el estado de las reservas netas del BCRA, se predispone a lanzar un nuevo dólar agro más alto y un nuevo encarecimiento en los impuestos para las importaciones, para solo conseguir que el déficit fiscal pueda ser un 0,1% más alto de lo acordado en 2022.
Como es obvio, lo dicho no es más que festejado por las patronales agrarias que con las anteriores rondas del dólar agro ya han embolsado más de $ 500.000 millones. Estas transferencias siderales se dan al mismo tiempo que el 40% de la población está hundida en la pobreza a pesar de tener un trabajo. Si bien Massa dice que está plantado y no va a devaluar el tipo de cambio oficial, sí admite devaluaciones por sector. El nuevo dólar agro y el encarecimiento de las importaciones, son eso. Además, hay que remarcar que también son medidas que darán un empujón a la espiral inflacionaria presente en el país, que se conjuga con el encarecimiento del crédito productivo, debido a la política de mantener las tasas de interés en niveles positivos con respecto al aumento de precios por orden del mismo FMI.
Seguramente el ministro candidato de Unión por la Patria, famoso en vender expectativas inexistentes, querrá hacer notar que por tamaña entrega consiguió un 0,1% de gasto fiscal. Pero lo cierto es que el ajuste sigue una carrera que no ha sido impulsada por Massa en el último tiempo. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en los últimos once meses se registraron caídas reales del gasto primario todos los meses, tijeras que pasaron por las jubilaciones y las asignaciones familiares. En los primeros cinco meses del año el gasto público primario retrocedió casi 10 % en términos reales. Como contraparte, demostrando que los números hablan y describen la política del actual gobierno, el gasto en intereses de la deuda pública aumentó en un 18% en términos reales.
Así como Massa es Massa, el FMI es el FMI. Está claro desde que se firmó el acuerdo con el FMI, desde el macrismo a esta parte, que la presencia del organismo en el país solo significa una profundización de la pobreza. Se demuestra que cualquier estrategia que piense pagar esta estafa para sacarse de encima al FMI, es totalmente impotente, y además tolerante al saqueo de nuestros recursos.
Es hora de romper con el Fondo, dejar de pagar esta deuda fraudulenta e investigarla para castigar a los responsables del robo que estamos presenciando. Medidas que en medio de la campaña electoral, solo proponemos desde el FIT-Unidad, como hacemos desde la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda (MST-PO).