En las últimas horas han recrudecido las voces de la interna peronista que exigen la intervención del PJ jujeño, que votó la constitución reaccionaria que el pueblo jujeño está enfrentando en las calles y rutas de la provincia. Pese a las declaraciones de su titular, Rubén Rivarola, Alberto Fernández que es el presidente del PJ a nivel nacional no lo menciona en su reciente discurso contra Morales. Otros vocero, como el canal K C5N o Malena Galmarini –la esposa de Massa- exigen su destitución. Llegan tarde en su afán de desprenderse de un aliado molesto. El levantamiento ha terminado de desnudar que pese a sus matices el PJ y la derecha comparten los mismos interese de casta. Solo el Frente de Izquierda se pronunció en contra y se retiró de la antidemocrática Constituyente.
El presidente Fernández criticó la reforma constitucional jujeña como “una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional”, repitiendo las críticas que también Cristina, diputados y gobernadores del peronismo vienen haciendo. Sin embargo, el presidente del Partido Justicialista de Jujuy ha repetido sus argumentos de apoyo a la reforma.
En efecto, como lo relata nuestra compañera convencional por el MST en FIT-U jujeño, Gloria Zambrano, Rivarola condujo al PJ a una apoyo total a la constitución de Morales. Primero le facilitó al gobernador el voto que le faltaba para sancionar el llamado a esta Constituyente. Luego, le facilitó al gobernador que pudiera reformar el texto con mayoría simple, allanando el camino a su sanción, ya que el gobierno poseía 29 convencionales y con solo 25 podía reformar lo que quisiese.
Durante el transcurso de la Constituyente actuó permitiendo gran parte de las maniobras anti democráticas que impidieron que tanto la izquierda como importantes sectores sociales opuestos a las reformas planteadas pudieran expresarse. Finalmente logró que 11 de los 13 convencionales obtenidos por el PJ en la elección del pasado 7 de mayo votaran el texto acordado con Morales, dando con la suma de 40 votos positivos –por “unanimidad”, ya que los otros dos convencionales pejotistas no pudieron votar por distintas circunstancias- una mayor legitimidad al texto aprobado. Solo los 6 convencionales del FIT-U se retiraron, renunciando a esta reforma tramposa.
Ni la enorme movilización y resistencia desatada en la provincia hicieron retroceder el rumbo de Rivarola y el PJ. Este miércoles 21, un día después de que las imágenes de la brutal represión desatada por la policía de Morales circularan por todo el mundo, el jefe del PJ, sin ningún problema, ratificó lo actuado por el peronismo local.
“Los convencionales constituyentes del Partido Justicialista debatieron cada uno de los puntos. Han aceptado los cambios que nosotros hemos pedido”, refiriéndose al retroceso oficial en torno a eliminar las elecciones cada dos años y el reparto de bancas en la Legislatura. Luego justifica el apoyo pejotista a las cláusulas de “paz social” que restringen los derechos de protesta y los posteriormente retirados por el propio Morales, que atacan la propiedad de los pueblos originarios sobre sus territorios, “porque se hicieron propuestas”. En resumen, negoció los espacios de poder en la provincia mientras apoyó con todo la represión a la protesta social y la entrega de los recursos naturales de la provincia.
Consultado sobre los pedidos de su renuncia, el jefe del PJ jujeño se defiende señalando: “Me dolería que tomen esa decisión. Si la toman, bueno… no sé a quién van a poner. Desde 2017, que me hice cargo yo, nadie ayudó. Si toman la decisión de intervenir el PJ, que lo hagan. He apoyado siempre lo que decidió el gobierno nacional”.
No es un hombre nuevo en la conducción. Viene dirigiendo el PJ desde los dos años finales del mandato de Cristina. Junto a Fellner permitieron que la justicia jujeña, cuyo Tribunal Superior controlaban, encarcele a Milagro Sala, ampliando a su antojo los miembros para poner diputados suyos como jueces.
La consolidación del gobernador radical hubiera sido más difícil sin su complicidad en el reparto y la entrega de los bienes de la provincia. Y aunque ahora Alberto y Cristina lo critiquen, fue el mejor interlocutor dentro de las filas opositoras del actual gobierno del Frente de Todos. Una colaboración que los llevó a la aprobación de la reforma constitucional reaccionaria enfrentada por el pueblo jujeño. Un pueblo que los está abandonando, ya que pese a ubicarse como segunda fuerza, lo hicieron con apenas el 22% de los votos; frente a una izquierda que obtuvo el 13% de los votos en toda la provincia y salió segunda fuerza en San Salvador.
La crisis del PJ jujeño: un espejo adelantado del colapso del peronismo a nivel nacional
Dicen que Jujuy adelanta lo que se viene en poco tiempo en todo el país. El intento de los representantes de la clase política –gane quien gane- de realizar un durísimo ataque a los derechos de los trabajadores y sectores populares, un salto en la entrega y apertura de nuestra economía al saqueo de las multinacionales, la necesidad de implementar un fuerte plan represivo para intentar quebrar la segura resistencia de nuestro pueblo. Enormes luchas para frenar esto.
Pero lo otro que parece preanunciar las luchas del pueblo de la provincia norteña, es que el hartazgo con el peronismo y su posible remplazo en el poder de Juntos por el Cambio abre una posibilidad única para que la izquierda pueda pegar un salto y convertirse en una real alternativa de gobierno para millones. La condición para ello, es que sea capaz de nuclear a todas las corrientes y luchadores que coincidan con un programa de enfrentamiento al FMI y sus planes de ajuste como el que sostiene el Frente de Izquierda Unidad, para postularse en cada lucha y proceso político como alternativa de dirección.
Ese es el camino y batalla política que nuestro MST y el Partido Obrero, junto a otras agrupaciones y dirigentes, hemos emprendido al interior del FIT-U en el multitudinario plenario de plaza Congreso del pasado 17 de junio. Es el sendero que transitamos apoyando y siendo parte en Jujuy y en todo el país, de la lucha para que caiga la reforma reaccionaria de Morales y por el que exigimos a la CGT y CTAs un paro nacional y plan de lucha hasta que triunfe el levantamiento del pueblo jujeño.
Convencidos de que si la pueblada jujeña triunfa, el camino a recorrer será más llano y nuestra batalla se dará en mejores condiciones, llamamos a poner todo lo necesario para que esta lucha enorme triunfe.