Mientras se desarrolla todo el debate electoral al interior del Frente de Todos, continúa en estado crítico la economía del país. Sergio Massa, con un pie en cada kiosco, busca lograr el acuerdo con el FMI por un lado y, por otro, comprometer al resto de sus socios en la coalición de gobierno para que sólo haya un candidato -preferiblemente él mismo-. El segundo objetivo del ministro no se estaría alcanzando sin transitar roces densos con sus correligionarios. Hoy, una de sus laderas, Cecilia Moreau, declaró: “Creo que es posible que haya una reconfiguración política del gobierno. Lo veo a Sergio muy cansado de tanta presión, de tanto esfuerzo y de la incomprensión que hay por parte de algunos dirigentes de nuestro espacio político”. Declaraciones para nada alentadoras en medio de una situación donde la faltante de dólares se agrava y aún debaten con el Fondo si acepta adelantar o no todos los dólares del programa de este año.
Después de China, el FMI
Una vez finalizado el viaje a China, Massa y todo el Palacio de Hacienda pusieron los cañones en cerrar la nueva negociación con el FMI. Sin embargo, luego del aterrizaje al país, sólo se ha ido postergando la fecha del viaje del ministro, sin saber concretamente en qué estado se encuentra lo que tanto prometió.
Desde los representantes de Washington, el jueves pasado la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozack, dijo en conferencia de prensa: “El FMI continúa las conversaciones con las autoridades argentinas sobre el fortalecimiento del programa del país”. Y también sumó que la situación del país es “muy compleja y muy difícil”. Ninguna novedad para quienes vivimos el ajuste orquestado por estos burócratas, que aplica respetando sin chistar el gobierno nacional.
Sin embargo, más allá de la supuesta vuelva del país oriental con nuevas inversiones, la economía local sigue muy endeble debido a la escasez de reservas. Si bien es cierto que de forma parcial se vieron “aliviadas” con la ampliación del swap y una ampliación de la disponibilidad de los yuanes para pagar el comercio exterior que tenemos con China, no resultó una medida de resolución estructural. A tal punto que las importaciones en general se encuentran demoradas, debido a que el Sistema de importaciones de la República Argentina (SIRA) demora los permisos por 180 días debido a la escasez de reservas. Fenómeno que de agravarse puede llegar a profundizar las tendencias a frenar la economía que tanto se popularizan para el segundo semestre.
Ante este panorama y sin nuevo arreglo con el Fondo, que pide para cumplir con Massa una devaluación generalizada y también un mayor cepo a los fondos para asegurarse los dólares para ellos mismos, se acercan vencimientos de deuda. Entre el 21 y 22 de junio, supuestamente uno y dos días después de que el tigrense aterrice en Estados Unidos, Argentina tiene fechas de pago con el organismo por casi US$ 2700 millones. El Fondo no se apura en cerrar el acuerdo, jugando con la necesidad del gobierno argentino. Hay que sumar también que el paseo del ministro y su comitiva por China tampoco cayó muy en gracia para los mandamases de Estados Unidos.
Una mayor entrega en busca de más dólares
El escenario planteado, que refleja mucho de la situación local con los organismos de créditos internacionales, también tiene condimentos locales. Desde Economía y el gobierno en general por estos días festejaron la renovación de deuda de títulos locales. La deuda privada local, según el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, tuvo “el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en el mercado doméstico”.
Una entrega total a sus poseedores, mayoritariamente bancos o fondos de inversión, que ganan en interés lo mismo que la inflación o, en algunos casos, si la devaluación del peso es superior al índice de precios, se actualiza su ganancia bajo este último parámetro. Mientras Massa también festejaba tal entrega, la portavoz del FMI compartía tal algarabía diciendo: “con respecto al canje de deuda lo que le puedo decir es que nosotros celebramos los esfuerzos de las autoridades para reducir los riesgos del rollover de la deuda interna y al mismo tiempo asegurándose de que estas operaciones se lleven a cabo de tal manera que se proteja la sostenibilidad de la deuda y que no contribuya a las vulnerabilidades en el futuro. Los esfuerzos son parte de nuestras conversaciones continuas con las autoridades”. El esfuerzo del que habla la funcionaria del FMI no es más que la admisión de más usura para los sectores mencionados. También hay que aclarar que de esta forma el Fondo también se asegura que no exista una nueva corrida cambiaria y queden los dólares destinados al cumplimiento de su deuda fraudulenta.
Son tantos los esfuerzos de Massa para cumplir con los verdes necesarios para el FMI, que ya empieza correr el rumor de un nuevo dólar soja y un dólar maíz. Según Florencia Donovan, en un reciente artículo escrito para La Nación, estudian la medida con el objetivo de hacerse de unos US$ 5.600 millones en un escenario favorable. Habrá que ver cuál es el nuevo precio que le pondrán, en caso de hacerse, al regalo hacia las patronales agrarias que entre otras cosas también significa una devaluación sectorizada y, además, un trampolín para otro salto de la inflación descontrolada.
Terminar con la dependencia y salir con el Fondo
Ni del FMI ni de China vendrá un salvataje para la situación del país. Todas las noticias dadas a conocer por el gobierno sólo se pueden entender como entregas para una u otra potencia. Una especie de rifar todo lo que resta del país, para cumplir con el pago de la deuda externa a costa de mayor entrega de soberanía.
Massa trabaja a contrarreloj para esa tarea, de la que acuerdan los Fernández y todas las candidaturas que piensan en presentarse por el Frente de Todos, más allá de algún disgusto verbal que manifiesten. En Juntos por el Cambio, los auspiciantes de la nueva llegada del FMI, la orientación es la misma y de aún más profundización de la sumisión. Lo de los liberfachos, ya es harto conocido, por ser la reencarnación de toda la contrarreforma económica en favor de los sectores concentrados.
El camino de pagar y cumplir con los mandatos de la deuda externa en general nos ha conducido a una Argentina con un porcentaje mayor al del 40% de pobres en la población general y un 60% de menores en la misma situación. Hoy, para sumar otro dato, los salarios se han convertido en ingresos de miseria que no alcanzan para absolutamente nada.
La fuerza política que desplegará el Plenario Abierto de la izquierda, convocado por el MST y el PO, dos fuerzas del FIT-Unidad, y la participación de organizaciones populares y referentes sociales invitados, busca debatir y fortalecer un modelo de fuerza política a la altura de enfrentar los desafíos que implican estas políticas de entrega mencionadas. Es necesario robustecer de volumen político nuestro frente, para motorizar el desconocimiento de la deuda ilegítima y fraudulenta con el FMI, demás organismos y fondos buitres. A eso también te invitamos el próximo 17 de junio en plaza Congreso, a construir la herramienta que necesitamos para ponerle fin a este modelo político de decadencia que condena la vida de los trabajadores y sectores populares del país.