viernes, 22 noviembre 2024 - 03:44

Mar del Plata. Homenaje a Luis Franco, magnífico poeta y ensayista trotskista

El 1 de junio, se realizó un sentido homenaje a Luis Franco en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, al cumplirse 35 años de su fallecimiento. Asistimos al conversatorio, en el que un prestigioso panel relató momentos destacados de su biografía y su prolífica obra literaria: Monserrat Gallone, Jorge Federico, María Lourdes Gasillon y Carlos Mertens.

Un hombre de campo

Luis Franco nació el 15 de noviembre de 1898 en la ciudad de Belén, provincia de Catamarca y se trasladó a la provincia de Buenos Aires para realizar el servicio militar obligatorio. Comenzó su producción literaria muy joven, con apenas 20 años recibió su primer premio en la provincia de Tucumán por su poema “Oda primaveral”. Su vida transcurrió entre la ciudad y el campo, alternando entre su pueblo natal catamarqueño, la localidad de Ciudadela en el noroeste del Gran Bs As y ya más adulto pasó extensas temporadas en su casa del Barrio Alfar, en la ciudad de Mar del Plata.

Un escritor marxista

Su extensa obra recorre distintos tópicos, desde el cuidado de la naturaleza y la admiración a los animales, fábulas, defensa de los pueblos originarios, profundos ensayos biográficos, historia argentina, cuestiones de política internacional, críticas a las religiones, hasta reivindicaciones a la emancipación de la mujer.

Fue un estudioso de las obras de Marx, Engels, Lenin y adhirió a las ideas de Leon Trotsky, a quien le dedicó un poema homenaje en el año 1940, a pocos días de su asesinato, en respuesta a Raúl González Tuñón un ferviente escritor estalinista que festejó ese crimen.

Se rodeó y generó vínculos de amistad, estudio y trabajo con los mejores escritores de la época, como Leopoldo Lugones, Horacio Quiroga, Roberto Arlt, Baldomero Fernández Moreno, Samuel Glusberg y Ezequiel Martínez Estrada.

Un revolucionario de nuestra corriente

En la década del 50 Luis Franco conoció a Nahuel Moreno, fundador de nuestra corriente y colaboró en la revista Estrategia, junto a escritores como Silvio Frondizi, Rodolfo Puiggrós y Milcíades Peña.  A pesar de la diferencia de edad, fue muy cercano al historiador Milcíades Peña, con quien lo unía un afecto casi paternal y a quien le revisaba periódicamente sus escritos. Luego del suicidio de Milcíades, en diciembre de 1965, Franco colabora en la revisión y edición póstuma de “Historia del pueblo argentino”, una historia escrita desde una perspectiva marxista revolucionaria y antidogmática, lectura indispensable de todo intelectual que se precie de izquierda.

En ese mismo año, le solicitó al entonces presidente radical Arturo Illia, que interceda ante el gobierno peruano por la vida del dirigente morenista Hugo Blanco, condenado a muerte en ese país, por apoyar la lucha armada de los sindicatos campesinos.

Luis Franco, como trotskista, adhirió a nuestra corriente morenista. Fue miembro del PST desde su creación en el año 1972. Luego, integró la Junta Promotora que fundó el viejo MAS en el año 1982 y estuvo en el escenario del histórico acto del MAS que colmó el Luna Park en 1983.

Reivindicamos a Luis Franco como magnifico escritor, comprometido historiador trotskista y sobre todo por su coherente trayectoria de vida y miembro de nuestra corriente revolucionaria. Recomendamos su lectura a las nuevas generaciones para mantener viva su memoria y su vastísima obra. Les compartimos unas estrofas de su poema homenaje a Leon Trotsky:

Tú, cuya biografía comienza a ser levadura del mundo

y cuyo nombre imanta lo que hay de fierro en nosotros

domicilio de honor te fue la cárcel

como ya es el destierro tu patria de adopción.

Con tu saber de sol que hace fluir las verdades heladas

con tu pasión que hace de trampolín de cada obstáculo

donde tu entras los relojes que apresuran la marcha.

Se quemaron las naves del pasado sobre las playas vírgenes del alba

cuando amaneció Octubre para siempre,

y el sol descendía a través de todos los cerrojos.

Una vasta esperanza comenzaba ya a colonizar el futuro.

Y tus jornadas eran de veinticuatro horas

cabales. Lev Davidovich.

Contra toda la herrumbre y el fierro de

Europa

sobre catorce frentes se combatió

después.

Y un tren fantasma que aventó

doscientos mil kilómetros

era tu ferrado caballo de pelea,

capitán.

Sonia Magasinik y Alfredo Miñarro

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