Luego de la entrevista que Cristina Fernández de Kirchner dio en C5N, uno de los debates que sobrevoló los medios, fueron las palabras de afecto que tuvo con Carlos Maslatón. En medio de un panorama político electoral donde podría, como hace tiempo no sucede, haber una composición de tercios, y uno de ellos ocupado por Javier Milei y la Libertad Avanza, la vicepresidenta se despachó con la siguiente frase: “Me encanta Maslatón”. Así edulcoró al personaje ultraliberal que en su cuenta de Twitter se autodescribe del siguiente modo: Profeso capitalismo popular del Tercer Mundo. Militante del Liberalismo Argentino Línea Resistencia Nacional.
El romance mediático entre la jefa del peronismo y el panelista de Duro de Domar siguió por estas horas, ya que CFK decidió desbloquearlo en la red social de Elon Musk, volviendo a dar muestras de su encanto por esta figura.
Lo cierto es que este personaje, no tiene nada de agradable. Es uno de los responsables de la creación de Javier Milei, personaje al que supuestamente CFK dice combatir y, además, como si no fuera menor, sigue militando el voto para Libertad Avanza después de haber hecho pública su plataforma que es una declaración de guerra para los salarios, la educación y salud pública, como también los derechos democráticos en general. ¿Qué es lo que puede generar encanto de una figura así?
Un rápido repaso biográfico
Como varias figuras del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, para nombrar dos exponentes podemos mencionar a Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta, Maslatón nació a la política de la mano del partido Álvaro Alsogaray, la Unión del Centro Democrático (UCeDé). Partido que, como se sabe, previo al menemismo, era la ideología neoliberal materializada en una organización política. Allí, el abogado amante de las criptomonedas, fue quien constituyó la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU), organización juvenil del partido mencionado. En este mismo espacio supo hacerse dirigente de esta expresión derechista que, como resulta obvio para cualquiera que esté leyendo estas líneas, militaba la mercantilización de la educación, es decir la privatización de todo el sistema educativo.
Gran parte de los integrantes de la APAU y también de la UCeDé, con el riojano en el poder, se hicieron parte integrante del peronismo de los ´90. Transformación que, como detalla Diego Genoud en su último libro, también impacto al arribista del actual ministro de Economía. En este momento, Cristina Fernández y su esposo, Néstor Kirchner, también convalidaban -¿cómo lo hace ahora?- a la máxima figura privatista del momento.
Maslatón, tras la época mencionada, se retiró de la política, al menos como figura púbica. En su regreso, aprovechando el proceso de construcción de la actual figura libertaria de Milei, también aprovechó gran parte de esos minutos prime time que las grandes empresas comunicacionales le dedican a esta fuerza. Durante este momento es donde se definió como el actual “Puntero de Milei”. Durante la primera campaña de éste, Maslatón fue quien acompaño al liberfacho en sus actos y se ocupó, en parte, de colaborar con su campaña.
Entre su prontuario, en el pasado reciente, también cuenta en su haber sido un gran ferviente militante contra la cuarentena en medio de la pandemia. Se pueden sumar sus ideas provida, ya que también se ha declarado anteriormente contra el aborto y, obviamente, contra el Ministerio de la Mujer.
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Al día de hoy, más allá de la eventual distancia con Milei, no rompe su libreto que se resume al de un promotor de la idea de una economía de guerra contra los trabajadores. Mientras aplaude y festeja gran parte de la gestión de Massa al frente de Hacienda, se encarga de traficar ideas como que la economía de Argentina está en alza. Tal vez, esto pueda resultar una media verdad, pero sólo para los grandes empresarios que hoy pagan salarios de pobreza y se han hecho dueños de la mayor parte de la renta nacional.
Cultora del diálogo y del ajuste liberal
Cristina Fernández, como camaleón político que es, hoy se quiere acercar a la imagen “popular” de este promotor de las peores reformas regresivas del capitalismo neoliberal. Tomando como argumento que Maslatón es una figura que respeta el diálogo, se edulcora uno de los personajes más reaccionarios que ha salido en los medios en el último tiempo.
¿De qué sirve ser cultor del diálogo con un promotor de la reforma laboral? ¿De qué sirve empatizar con alguien que promueve reformas que atenten contra todo lo público? ¿De qué sirve levantar la imagen de quien hoy está haciendo campaña por Javier Milei?
La famosa consigna histórica: Al fascismo no se le discute, se lo combate, también puede aplicar para las nuevas formaciones de derecha que, como lo expresa la plataforma de La Libertad Avanza, busca desatar una guerra contra los trabajadores y sectores populares.
Como hace un tiempo atrás el peronismo colaboró en crear como su rival al macrismo, hoy busca subir a ese escenario a lo más conservador y reaccionario de la política local. Sólo desde la izquierda del FIT-Unidad venimos batallando contra estas ideas y personajes que sólo impulsan un deterioro aún mayor de las mayorías sociales. Ante el 40% de pobres, la sumisión del Frente de Todos y Juntos por el Cambio ante el FMI y la aparición de los liberfachos, hay que fortalecer nuestra alternativa anticapitalista y socialista, única portadora de la rebeldía ante tanto veneno conservador.