miércoles, 18 diciembre 2024 - 16:43

No es deuda, es una estafa. La AGN remarcó irregularidades del préstamo que Macri tomó con el FMI

La Auditoría General de la Nación (AGN), a través de un informe, aprobado el miércoles 17 de mayo, detalló, todas las irregularidades que existieron en el préstamo que Mauricio Macri tomó con el FMI. Así, una vez más, se confirma la estafa que significa el préstamo Stand By de US$ 57.000 millones (del que terminaron desembolsando US$ 45.000 millones), que durante el actual gobierno fue legalizado y sigue siendo pagada relegando las necesidades de las mayorías sociales.

El organismo del estado, en el trabajo mencionado, destaca que Nicolás Dujovne, ex ministro de Economía de Macri, quien firmó el acuerdo con el Fondo, tomó esta decisión sin poseer las facultades para gestionar ni autorizar la deuda pública. Una forma de reconocer el carácter antidemocrático por el cual se volvió a estafar al país, ya que ni siquiera se trató en el Congreso la toma de deuda con el famoso organismo de crédito y, mucho menos, se consultó a las mayorías sobre tal decisión que hoy afecta a futuras generaciones. Además, en el informe también remarcan que ni siquiera se le pidió un informe al Banco Central para evaluar la operación y solvencia del país para hacerse de un préstamo de la friolera de US$ 57.000 millones.

Como se hizo conocido durante estos años en que se vuelve a discutir la deuda externa del país, la AGN remarcó que el acuerdo también fue el más abultado de la historia del país y, también, de la historia del FMI. Yendo contra las propias normas del organismo, las autoridades del FMI y el gobierno de Cambiemos firmaron un acuerdo que representaba 127 veces la capacidad de endeudamiento de Argentina.

Otra de la denuncia que se conoce sobre este préstamo fue reforzada por el documento. Los fondos que ingresaron del Fondo, también contrariamente a lo que dicen los estatutos del organismo, fueron utilizados para pagar servicios de deuda, casi un 71% de lo ingresado por esos años, que equivale a una cifra de US$ 27.732 millones de dólares. A esto vale agregar el resto de la fracción del préstamo que se utilizó para garantizar la fuga de capitales con las corridas cambiarias que habilitó el gobierno de Macri. Desde la propia AGN destacan: “Estos pagos resultaron en una masa de recursos volcada al mercado que coexistió con una salida de capitales sin control, situación que debería haber sido evitada conforme al Convenio Constitutivo del FMI”. A pesar de estos incumplimientos, vale recalcar, el FMI nunca dejó de hacer llegar los desembolsos al país sin importar que iba contra de sus normas. Una muestra de lo que significó este préstamo político para, centralmente, volver a condicionar al país y avasallar con nuestra soberanía.

Dentro de las perlas que ofrece este informe de 200 páginas, que será publicado de forma completa en un par de semanas y será enviado a la jueza federal María Eugenia Capuchetti (quien está a cargo de la causa por delitos de malversación de fondos y administración fraudulenta en la contratación del crédito con el FMI en 2018), aparece el detalle de que ni siquiera existe un texto final del préstamo Stand By que firmó el gobierno de Cambiemos. Más bien lo que se encuentran son varios textos con diferentes contenidos. Reflejando, en este botón de muestra administrativo, la estafa sin igual que significa la deuda con el FMI.

Este informe realizado por la AGN y la participación de su titular Jesús Rodríguez, y los auditores generales Francisco Javier Fernández, María Graciela de la Rosa, Juan Ignacio Forlón, Gabriel Mihura Estrada, Miguel Ángel Pichetto y Alejandro M. Nieva, no puede ser acusado de izquierdista. Sin embargo, como venimos sosteniendo desde las fuerzas del FIT-Unidad, se comprueba una vez más el carácter fraudulento del préstamo con el FMI. Y, además, también da fuerza a la idea que, en el Congreso, ya con el Frente de Todos gobernando, entre dicha fuerza y Juntos por el Cambio, con el nuevo préstamo (el de Facilidades Extendidas), se revalido una estafa monumental.

Pagar esta deuda significa seguir financiando un negocio espurio de un puñado de sectores concentrados de la economía. Es una verdad inobjetable que los trabajadores y sectores populares no vieron un dólar de los que llegó. No se construyó ninguna escuela nueva ni hospital con el préstamo tomado, más bien, como refleja el informe citado, se utilizó para pagar solventar la fuga de capitales.

Más que nunca, con estas nuevas pruebas y la crisis económica en curso, provocado en gran medida por el nuevo acuerdo del FMI que hoy aplica Sergio Massa con el apoyo de los Fernández, hay que declarar un default soberano contra toda la deuda odiosa. La mismo que tiene un carácter histórico, que han convalidado todos los gobiernos y está compuesta por créditos de los organismos de crédito y los que han otorgado maliciosamente los fondos buitres. Hay que dejar de pagar esta estafa y retener nuestros recursos para poder resolver la verdadera deuda que importa, la deuda interna del país, que hoy ya escaló a un 40% de pobreza.

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