viernes, 22 noviembre 2024 - 17:06

Vienen por todo. Nueva visita de Laura Richardson a Argentina

Si la semana pasada había sido noticia la llegada de Wendy Sherman, subsecretaria del Departamento de Estado, ahora el dato de color es la nueva visita de la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson. Quien el año pasado había sido recibida por Cristina Fernández de Kirchner, ahora se reunión con el ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana, y con el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército Argentino, el general Juan Martín Paleo. Como también sucedió en 2022, junto a Richardson estuvo el embajador y armador político local de Estados Unidos, Marc Stanley.

Desde la llegada del FMI al país, no solamente se sumó una oficina del organismo de crédito en Hacienda; las visitas de diferentes funcionarios estadounidenses, al igual que en los ´90, se volvió moneda corriente. En este caso, el nuevo tutelaje y la aparición de la jefa del Comando Sur tuvo que ver con algunas cuestiones que fueron disfrazadas de “asuntos de seguridad”, que en realidad tiene que ver con los bienes comunes de nuestro país.

Desde las cuentas oficiales de la funcionaria de Estados Unidos sólo se supo que la reunión fue para “para discutir la seguridad regional y la cooperación continua”. La militarización del saqueo ambiental es lo que vino a organizar.

Richardson viene a profundizar la agenda extractivista. Lo que Sergio Massa rifa en cada viaje que hace al norte, la militar estadounidense del Pentágono supervisa en cada llegada al país. Esta misma funcionara fue la que dejó en claro la importancia de poner las garras del imperialismo sobre Latinoamérica. Meses atrás, en el Atlantic Council, había expresado sobre la región: “Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras poco comunes, tienes el triángulo del litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile (…)Tenemos 31 % del agua dulce del mundo en esta región. Con ese inventario, a Estados Unidos le queda mucho por hacer, esta región importa, ya que tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego(…) Tenemos también las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce. Tienen los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro, y está la importancia del Amazonas como los pulmones del mundo”.

Como mencionamos al principio del artículo, en un mismo sentido se dio la visita de Sherman en la semana anterior. Aquellas reuniones que mantuvo con la secretaria de Energía, Flavia Royón, fueron otro episodio de entrega donde se puso en cuestión los minerales críticos que tanto le importan a Estados Unidos.

Sin dudas toda esta agenda también representa una gran pérdida de soberanía. Todas las visitas, además de lo manifestado, se dan en un marco donde en la región y en el país se discuten las relaciones internacionales. Fue la subsecretaria del Departamento de Estado quien la semana pasada también dijo: “No les pedimos a los países que elijan entre nosotros y China, aunque tenemos productos superiores para ofrecer”.

La nueva visita de Richardson refuerza la política estadounidense en este aspecto. Más aún luego de que el año pasado Alberto Fernández haya firmado un acuerdo para entrar en la Ruta de la Seda, ese plan expansionista e imperialista de China. Desde la Casa Blanca quieren dejar en claro que, para mantener las relaciones con ellos, el gobierno local tiene que dejar en claro que no incursionará en la provisión de tecnología 5G por parte del país asiático, además de ponerle un freno a las obras con capitales chinos como Atucha III y asegurar todos los bienes comunes que quieran explotar, como la reserva de litio.

Para el imperialismo, ante ciertos movimientos y principios de alineaciones que se ven de otros países con Rusia y China -principalmente Brasil, quien en estos días recibe la visita del canciller ruso Sergey Lavrov– resulta imperioso poner al gobierno argentino bajo sus ordenes y no perder injerencia en el continente.

No hay imperialismo progresivo, eso está claro. Sin embargo, cada visita de las funcionarias de Estados Unidos refleja la pérdida de una nueva cuota de soberanía. Otra muestra más de los intereses que se están defendiendo desde el gobierno del Frente de Todos. Ya no sólo incumplieron con llenar las heladeras, sino que vuelven a reeditar viejas relaciones carnales con Estados Unidos, tal como sucedió con el menemismo.

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