El gobierno de Uñac y el PJ, considerando el fantasma de autoconvocados del 2022, intentó “cerrar” las paritarias con las cúpulas gremiales docentes y estatales, con los porcentajes más altos del país. Pero no se esperaban un conflicto de tal magnitud ni que inundáramos otra vez las calles con la docencia. Por nuestra parte, apostamos todo de arranque. Algunas conclusiones y tareas.
Para balancear lo logrado, importa repasar lo vivido en estos 42 días de conflicto, con sus 17 días de paro ininterrumpidos, de altísima adhesión y masivas movilizaciones. Porque, de arranque, el gobierno intentó vender que San Juan tenía el mayor porcentaje de suba del país, con el aumento docente que arrancamos en 2022. Y que a eso lo mantenían en enero y febrero con su cláusula gatillo, poniéndonos al “tope” de las provincias.
Aunque esa mejora no fuese por política de su gobierno, sino el resultado de la inédita rebelión docente, con la que superamos a las cúpulas gremiales y triunfamos ante el gobierno. Pero como partimos de sueldos bajos, ese avance no era suficiente y necesitábamos ir por más. Así lo planteamos al llamar a concentrar el 10 de febrero, desde Alternativa Docente junto a otras agrupaciones y sectores independientes. Fue el necesario puntapié inicial de esta lucha ejemplar.
Ofertas que aumentaban a la par de la movilización
El 16 de febrero, con la primera paritaria, el gobierno intentó adelantarse al fantasma autoconvocado y pactó con los gremios un 60% de aumento anual, con “revisión” y punto. Pero sin una recomposición salarial que nos permitiera seguir recuperando el poder adquisitivo perdido. Como la movilización que convocamos ese día ya superaba el millar, esa oferta no cerró.
El 23 de febrero, ante la concentración de miles de docentes, el gobierno ofreció 31.1% en total para marzo (incluyendo 11,1% de enero y febrero), más 10% en mayo, una revisión en julio y punto. Pero la movilización siguió creciendo y esa 2da oferta tampoco pasó.
Por eso movilizamos a la paritaria del 27 de febrero y a los gremios no les quedó otra que rechazarlo. Luego de unas horas, el gobierno debió firmar la 3ra oferta con la burocracia, con una suba bastante mayor: un 71%, con el 5,1% de enero, 6% de febrero, 30% más en marzo, 10% en septiembre y 20% más en noviembre.
Esa nueva acta superaba bastante aquel 60% de tope salarial exigido por Massa, Alberto, Cristina, el PJ y el FMI, al plantearnos 41,1% de aumento en marzo, con revisión en julio y otras dos subas más. Pero tampoco cerró y ya fue un hecho el paro del 1° de marzo que propusimos, para empalmar con las otras 14 provincias en conflicto y buscar nacionalizar la lucha, en una pelea que no paró hasta el 23 de marzo.
Disputa política por el sentido de la educación pública
Desde el primer día, el gobierno amenazó con descontar los paros, pero nunca logró doblegarnos. Cuando Uñac notó que aumentaba la bronca y más docentes se sumaban, subió la apuesta contra nuestra lucha. Hizo videos y encuestas telefónicas contra la docencia, usó los medios para enfrentarnos a la población, apeló a trolls y campañas en las redes con supuestos “padres” que pedían que hubiera clases.
A diferencia del 2022, intentó actuar más, consciente de que si ganábamos, otros sectores seguirían nuestro ejemplo. Pero nada resultó, tuvo que tirar la toalla y sentarse a negociar solo con Autoconvocados, en otro hecho inédito en la provincia y el país.
Esto fue posible porque el 6 de marzo radicalizamos nuestra lucha, al rodear la gobernación e incorporar como método los cortes de calles y rutas, además de derrotar el intento policial de levantar nuestro acampe frente al Centro Cívico. Y sumarse masivamente la Secundaria a la Primaria e Inicial, que siempre fueron vanguardia. Así generábamos la fuerza y condiciones para que un gobierno aislado tuviera que abrir más la mano.
El 7 de marzo empalmamos con los estatales que salieron a apoyarnos y denunciar los privilegios del gobierno y sus funcionarios, que ganan medio millón y arreglaron para no pagar ganancias. Eran intentos por superar el aislamiento que nos imponían las burocracias de estatales y salud, que también firmaron sin luchar. Igual, las CTA y la CGT, que no hicieron nada por apoyarnos, pese a que se lo reclamamos.
El 8M, dimos otro salto con la marcha de varios departamentos a la capital. Y empalmamos con la gran movilización del día de la mujer. Pero también dio un salto la entrega, cuando UDAP y UDA anunciaron que habían “negociado” que los descuentos por paros “se realicen de manera fraccionada” si volvíamos a las aulas. Un escándalo repudiado por todos.
También logramos que se instale un debate y salida política para resolver el conflicto, poniendo impuestos a los ricos, como plateamos desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad. También propusimos otras medidas en esa disputa por el sentido de la educación: que los funcionarios ganen como una docente, que se eliminen los subsidios a los colegios privados y se salde la deuda con la docencia y la educación, no con los bonistas y el FMI.
Propuestas reflejadas por distintos medios (ver aquí) y opuestas al electoralismo de Juntos por el Cambio y la gente de Milei, que planteaban eliminar las paritarias e intervenir los gremios como supuesta “solución”. Pero en realidad eran medidas en beneficio de los gobiernos y patronales, al afectar derechos y conquistas que alcanzamos como trabajadores.
El gobierno negocia con Autoconvocados
Así, el 13 de marzo obligamos al gobierno a tener que recibirnos como autoconvocados en lucha, sin ninguna condición. Se lo impusimos con la 9° jornada de un paro ininterrumpido, que votábamos día a día a mano alzada y en asambleas masivas, en plena movilización. Con marchas, cortes de calles y rutas, con 32 días de conflicto entonces y un enorme apoyo de las familias, estudiantes, vecinos, comerciantes y trabajadores.
También logramos la solidaridad y el apoyo de otros sectores del país, como la FND, Federación Nacional Docente, ATECH de Chubut, Ademys de CABA, SITRADU de Entre Ríos en CONADUH, la Multicolor de CTERA, AMSAFE Rosario, ATEN de Neuquén. Estas organizaciones le reclamaron a CTERA que rompiera su pacto con el gobierno y que llamara a una medida nacional por el triunfo de San Juan y las demás provincias en lucha.
Todo eso llevó a que la ministra de Educación y funcionarios de primer nivel, tuvieran que recibirnos con la contraoferta de Autoconvocados, al aceptar el 41.1% a marzo, pero pedir cobrar el resto a junio (10% abril, 10% mayo y 10% junio), además de $ 170 mil como salario inicial.
Derrotado y aislado, el gobierno respondió de noche. Tuvo que cambiar lo “inmodificable” y nos dio la razón en que plata había. Al ofrecer adelantar el 20% de noviembre, dando 10% en abril y 10% en julio, manteniendo el 10% de septiembre.
Así enterramos el tercer Acta firmada con la burocracia, ya que en estos 4 primeros meses el aumento será de 51.1%, se va al 61.1% en julio, más la cláusula de revisión y otro 10% en setiembre. Aunque se comprometían a no descontar los paros, también se lo rechazó, planteando una nueva contraoferta. Fueron momentos decisivos. Hubo debates otra vez sobre si había o no fuerzas para ir por más, ya que el gobierno insistía con mostrarse “duro”, pese a que venía fracasando.
Esa noche, agrupaciones como las del PCR-CCC y la Mella que integran el Frente de Todos, o Docentes en Marcha de Izquierda Socialista, plantearon levantar y volver a la escuela. Las dos primeras volvieron, pese a las masivas votaciones por seguir. Docentes en Marcha reiteró su intento de defección del 2022, pero volvió a rebotar ante la determinación de las asambleas por luchar. Otra nueva y gran prueba no pasada.
La lucha siguió, logrando que el gobierno nos volviera a recibir el viernes 17. Ahí nos propusieron una “mesa de diálogo” donde tratar todas las demandas, pero a condición de ir a clases. En las asambleas volvimos a rechazarlo. Es necesario discutir todo con el gobierno, pero sin chantajes.
Así llegamos al miércoles 22, cuando anunciaron el aumento del inicial de $ 130.000 a $ 180.000, con una suma fija por persona y no por cargo, hasta cubrir ese monto. Con esa suma no remunerativa para los ingresos más bajos, Uñac reconocía que teníamos razón y que los salarios son muy bajos, frente a una inflación creciente.
El jueves 23, en disconformidad, decidimos volver a las escuelas, pero continuar la lucha. Con una votación debatida, con 7 departamentos por seguir, entre ellos Rawson (el más grande junto a Capital y del que somos representantes), con 11 por volver y 1 abstención. Las amenazas de descuentos y el último manotazo de ahogado, al anunciar una posible judicialización de la protesta, planteando lo mismo que lo hecho por la derecha que gobierna en Mendoza al detener trabajadores por luchar, respondía más a la debilidad de quien simula un “contrataque” para intentar no perder por abandono.
Con ministras devaluadas, las internas del Frente de Todos, gremios que no controlan nada, una Iglesia que pedía resolver el conflicto, el gobierno salía mal herido. Como en 2022, la burocracia Celeste de UDAP y demás gremios, también salió mal. Actuaron con más provocaciones, amenazas y defendiendo la postura del gobierno, lejos de las bases. Esta realidad que se repite, marca la necesidad de avanzar a un nuevo modelo sindical, combativo, democrático e independiente de gobiernos y patronales, como proponemos.
Un gran triunfo en esta etapa de la pelea
Con cuatro semanas de paro, adhesión del 90% y 42 días de conflicto, con marchas, vigilia, “abrazos” al Centro Cívico y a la gobernación, cortes de la ruta 40, ruta 20 en 9 de Julio, en Villicum, el acceso a Veladero y demás, logramos:
- Una masiva participación en paros y movilizaciones.
- Avanzar en la organización democrática, con votaciones masivas en asambleas y representantes de escuelas y departamentos.
- El gobierno, derrotado, nos tuvo que reconocer como actores de la paritaria.
- Logramos modificar 5 veces la propuesta paritaria original y adelantar el grueso del aumento a estos 4 meses.
- Un nuevo inicial de $ 180.000 para los salarios más bajos.
Si bien no es la globalidad de los objetivos que nos fuimos planteando, y esta última propuesta era para una franja, la mayoría de la docencia sintió que hasta acá se podía llegar, en este tramo de la pelea. Y que debíamos volver a las aulas para recuperar fuerzas y seguir la lucha desde las escuelas, con retención de tareas, celebrando ahora que el gobierno confirmara que no se efectuarán los descuentos, aunque alertas, incluso ante la revisión salarial de julio.
Ya sobre el final de la 3ra semana, logramos consolidar la organización con delegados escolares y departamentales, combinada con asambleas presenciales, lo que permitió comprobar lo equivocado de la política de un grupo de docentes para acabar con toda la estructura de organización del 2022.
Al no empezar este año con delegados por escuelas y departamentos que respondan estrictamente al mandato de base y puedan ser revocables en función de la lucha, entre los debates sobre qué método es el más democrático para organizar a miles de docentes y escuelas, perdimos fuerza y días para consolidar un mejor resultado.
Sin embargo, se fue dando una maduración en cómo tomar las decisiones. Mientras que en 2022 se decidía por WhatsApp como una primera instancia al calor de la lucha, se terminó viendo que eso tenía sus límites. Este año, al no haber delegados, logramos que las asambleas presenciales fueran el principal medio para decidir. Pero, como planteamos desde el inicio, era necesario avanzar en elegir delegados por escuelas y departamentales. Un grupo pequeño no quería, diciendo que “cada uno se representa a sí mismo”, con una postura opuesta a la organización colectiva. Pero la docencia resolvió este debate al ver que debíamos avanzar en esa estructura de organización a nivel provincial, para obtener resultados.
Otro debate fue qué acciones hacer para ganar. Si con medidas de pocos o acciones masivas que expresaran toda nuestra fuerza y unidad. Siempre apoyamos esta opción, porque la masividad nos da confianza, fuerza y apoyo social, además de ser lo que molesta al gobierno. Al mismo tiempo, impulsamos radicalizar las acciones cuando fue necesario. Esta maduración de la lucha y organización democrática es otro gran éxito de autoconvocados. Debemos sostenerla en el tiempo para enfrentar mejor las futuras acciones.
Mantener la organización y lucha de Autoconvocados
Desde Alternativa Docente fuimos parte e impulsores de esta pelea desde la primera semana de febrero, presentes hasta el último día. Siempre respetando las decisiones de la mayoría y bregando porque todas las medidas mostraran la unidad y fuerza de la docencia. Nos jugamos por buscar solidaridad de gremios recuperados, la FND, seccionales combativas y docentes del país, que publicamos en nuestras redes. También viajó Cele Fierro, del MST en el Frente de Izquierda Unidad, a San Juan a dar su apoyo. La única precandidata a presidenta junto a la docencia en lucha.
A diferencia de otras agrupaciones, nunca dejamos de confiar en la fuerza del movimiento. Y en que, más allá de amenazas y cacareos del gobierno, la correlación de fuerzas estaba del lado docente. Por eso, igual que el año pasado, nos mantuvimos firmes en el paro y la movilización, junto a una inmensa mayoría que quería seguirla contra el gobierno.
Como delegadas y delegados de escuelas, participando en las asambleas departamentales, seguiremos dando nuestro aporte para consolidar la lucha y las formas democráticas de organización. Analizar incluso posibles pasos para una organización sindical de nuevo tipo, democrática, combativa y autónoma de los gobiernos y patronales. Con fuerza y unidad por todo lo arrancado, continuamos la lucha. Igual que la organización de Autoconvocados para ir por lo que falta.
Alternativa Docente San Juan
ANCLA, Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática
MST en el Frente de Izquierda Unidad