viernes, 22 noviembre 2024 - 17:51

Cortes de luz. 14 días en el infierno

Con este título pueden identificarse miles de familias que sobreviven en el AMBA sin energía eléctrica gracias a la empresa EDESUR. En todos estos días no han sido ellos los únicos en vivir este calvario, en medio de una ola de calor sin precedentes en el país. Con cortes intermitentes de horas e incluso días, los usuarios de esta privatizada, que pagan la boleta por un servicio que no tienen, se pueden contar por cientos de miles.

La situación de quienes hoy llevan 14 días sin luz provocó que lo que en estas últimas horas eran cacerolazos de protesta para pedir el suministro eléctrico se transforme en una movilización espontánea a la sede de Edesur en Av. Alberdi y Lacarra, en donde la falta de respuesta y atención del personal de la firma generó la ira de los vecinos, que comenzaron a romper las rejas para entrar.

Los medios masivos de comunicación se hicieron presentes y mostraron sin querer el rol de los gobiernos, que a través de la policía solo protegen las instalaciones de la empresa y no a quienes están en situaciones desesperantes por la falta de algo tan básico como la electricidad.

Mientras esto sucede, en la parte sur de la Ciudad de Buenos Aires, los vecinos de Villa Crespo también vienen sufriendo cortes, pero un sector del barrio logra que les resuelvan el problema en pocos minutos. Seguramente te preguntarás por qué algunos vecinos tienen esa suerte y otros no. Bueno, hay algo que motiva el rápido accionar de la empresa y es que en esa zona se encuentra el famoso Estadio Movistar Arena y hoy tiene un recital. Claramente es preferible garantizar el negocio a los empresarios amigos, antes que la conservación de los alimentos o medicamentos de las heladeras a unos simples clientes residenciales.

Podríamos estar horas dando ejemplos de las prioridades de los empresarios y gobiernos, pero en este último tiempo somos los trabajadores los que sufrimos y pagamos los tarifazos, los que aportamos con los impuestos el dinero que luego las privatizadas de los servicios públicos se llevan en modo subsidios, etc. Y también somos los trabajadores los que padecemos el pésimo servicio y sufrimos la total falta de inversión por parte de las empresas.

Esto último ya no puede ocultarse, e incluso el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) comunicó que en estos días elevará un informe/auditoría ante el Congreso Nacional, en el cual “considera la evaluación operativa y de gestión de la distribuidora que han derivado en la falta de atención en tiempo y forma de los reclamos de los usuarios en la reposición del servicio, incumplimientos estos que más allá de los indicadores globales e individuales de calidad, denotan cuestiones subyacentes que pueden afectar la continuidad de la concesión”.

Los cortes de luz en días de altas temperaturas no son nuevos, los venimos sufriendo desde hace años y ahora con el avance de la crisis climática y la desinversión en los servicios se agudiza aun más la situación. Porque de fondo, lo que venimos sufriendo es el sostenimiento por parte de todos los gobiernos de turno a estas empresas privadas que lucran con los servicios públicos elementales,  que no deberían ser un producto mercantil por tratarse de un derecho humano elemental.

Cuando las papas queman, aparecen los anuncios del gobierno nacional diciendo que se les aplicarán multas por los cortes, pero días después son los mismos funcionarios los que comunican condonaciones de deudas o aumentos en los subsidios a las mismas compañías que multaban.

La situación es insostenible y lo que venimos sufriendo se convierte en la prueba más que contundentes para exigir que se estaticen las compañías eléctricas, como hace años se hizo con la creación de AySA; pero bajo un verdadero control social.

Hay sobradas causas para rescindir los contratos y quitarles las concesiones a Edesur, Edenor, Edelap y todas las demás privatizas. Pero sin ningún tipo de indemnización por la supuesta “pérdida” o afectación en sus negocios. Con lo que se robaron en subsidios y la falta de inversión en infraestructura durante décadas, ellos son los que deberían pagar.

La luz, el gas y el agua son derechos humanos que no pueden estar supeditados a las ganancias empresarias. Por eso deben ser servicios administrados por el Estado. Pero para tener un control real y conocer los costos del servicio y cuáles deben ser las obras necesarias para mantenerlo en un correcto funcionamiento, esa administración del Estado debe ser realizada por los trabajadores, técnicos y usuarios de las empresas de servicio en cuestión. Y esto tiene una sencilla explicación: nadie mejor que los trabajadores para decir que le hace falta a la empresa y nadie mejor que los usuarios para evaluar y exigir todo lo que respecta a la calidad del servicio.

Por eso, en medio de esta ola de calor y ante el sufrimiento de los miles que hace 14 días están sin suministro eléctrico, se impone una única demanda:

Estatización de Edesur y las privatizadas bajo control de trabajadores y usuarios.

Adrián Hernández

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