viernes, 22 noviembre 2024 - 17:57

Elecciones en la Universidad Nacional de Lanús. Avance de la izquierda y una oportunidad perdida

Del 11 al 14 de octubre fueron las elecciones del Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes (CEDHA) de la UNLa, donde se eligió la conducción de nuestro centro y se repartieron, de manera proporcional, las seis secretarías que lo conforman. El peronismo (Lista 1 Somos UNLa) logró retener, por escasos votos, la conducción del centro y obtuvo, también, tres secretarías; por su parte el Ya Basta (Lista 10) logró dos secretarías y desde el Frente de Estudiantes de Izquierda (Lista 2) conquistamos la Secretaría de Género y Diversidad de la cual formaremos parte.

Estas elecciones; las primeras tras la pandemia de COVID 19, fueron la expresión del descontento cada vez mayor con la actual conducción. Megafón y compañía, agrupación estudiantil del kirchnerista Peronismo Militante, durante estos nueve años de conducción, han reducido a nuestro centro a un cascarón vacío.

Ni independiente, ni participativo ni democrático

El CEDHA, en manos del peronismo, estrecha lazos con las autoridades de nuestra Universidad y con la rectora “vitalicia” Ana Jaramillo, aún cuando éstos sean los que avalan los recortes presupuestarios, que se traducen en menos nombramientos docentes, menos oferta horaria, menos becas, etc. A su vez, no promueve instancias de participación para llevar nuestras demandas, problemas e inquietudes, tampoco espacios de socialización e intercambio, o dónde debatir las cuestiones académicas. Con suerte, cada dos años, se organiza la Asamblea Ordinaria del centro para hacer balance de la gestión pero, alguna vez te enteraste de su existencia? Seguramente no, porque se encargan de que así sea. Tampoco promueve un funcionamiento democrático: sin ir más lejos, estas elecciones se organizaron en la semana de las Humanidades y las Artes, cuando prácticamente no hubo estudiantes de nuestro departamento en las aulas. Casualidad? no lo creemos.

Pero ese espacio político, alejado de los problemas reales de los estudiantes y desoyendo sus necesidades, se ha ido resquebrajando. El resultado fue la poca representatividad con la que la actual conducción se enfrenta a dos años de mandato, siendo que sólo votaron 513 estudiantes de un total de 4603 (poco más del 10%). El haberle dado la espalda a los reclamos por mayor oferta horaria, por el acceso a los equipos, talleres e insumos, por la ampliación de becas o el acceso irrestricto, no fue gratis. 

Crece una alternativa

En cambio, los espacios de oposición, que se pusieron al frente de las demandas han ganado peso entre los estudiantes. El espacio que más fuerza y dinamismo le imprimió a esta vuelta a la presencialidad fue el Ya Basta, que nucleó estudiantes detrás del reclamo por el acceso a los equipos de Audiovisión y ganó la Secretaría de esa carrera. Sin embargo, esa fuerza lograda es directamente proporcional con su irresponsabilidad a la hora de construir una alternativa que incluya a todas las expresiones independientes de la gestión.

Pero el Ya Basta, de manera mezquina, no sólo no hizo un llamado a la unidad a otras agrupaciones de la Universidad, sino que desoyó el llamado de éstas con la intención de conquistar la conducción del centro por sí solo. En consecuencia, hizo una muy buena elección pero no pudo recuperar el centro para los estudiantes.

Creemos que de haber puesto los intereses de los estudiantes por delante de los intereses de su agrupación, hubiéramos conquistado el centro, como también la Secretaría de Diseño y Comunicación Visual y hubiésemos estado en mejores condiciones para pelear la de Traductorado. 

Se abre un nuevo momento

Los estudiantes ya han hecho una experiencia con las conducciones peronistas que los han desilusionado. Es necesario que las agrupaciones de izquierda e independientes de la gestión promuevan otros métodos, más democráticos y menos autobombo, más participativos e inclusivos de todas las expresiones. Sólo entonces estaremos en condiciones de construir la herramienta gremial que los estudiantes necesitamos para defender nuestro derecho a una Universidad Pública, laica, científica y de calidad.

Camila Vallejos – Estudiante de Audiovisión

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