miércoles, 27 noviembre 2024 - 19:18

Carta al FMI. La queja por una estafa que se piensa convalidar

Durante todo el domingo fue noticia el bloque de senadores del Frente de Todos (FdT) al haber hecho pública una carta que se le envió a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. La razón de la misma era denunciar, a partir de 33 puntos, la estafa que significó el préstamo Stand By (SBA) otorgado al gobierno de Mauricio Macri, y pedir que el Fondo se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas. Por estas horas, el escrito de los representates de la Cámara Alta recibió el apoyo de Alberto Fernández diciendo que contenía “lo que le dije al Fondo cuando me visitaron durante la campaña, cuando les recordé cómo habían violado los estatutos para financiar la especulación financiera y salida de capitales”.

Ante tal denuncia, que se puede compartir en algunos aspectos puntuales, en las siguientes líneas analizaremos las limitaciones y doble vara que contiene la carta de los senadores del FdT que en su remate no apunta a cancelar una deuda ilegal, sino convalidar la estafa.

¿Qué se denuncia?

Los puntos principales de la carta de los senadores del oficialismo enviada a la responsable del Fondo, contiene una denuncia explícita sobre el caráctar del último SBA entregado al gobierno macrista. El crédito otorgado en 2018, que significó el desembolso más importante de la historia de la institución, es denunciado por haber ido contra los propios estatuos del FMI. La utilización del préstamo como instrumento para financiar la fuga de capitales es remarcado en el punto 6 cuando exponen que “recientemente el BCRA ha publicado el informe de deuda, donde da clara cuenta de esta situación cuando afirma: ‘Entre mayo de 2018 y hasta que fueron establecidos los controles cambiarios más estrictos en octubre 2019, del total pautado con el FMI llegaron a desembolsarse cerca de USD 44,5 mil millones. Estos fondos junto a las reservas internacionales, abastecieron una fuga de capitales del sector privado, que alcanzó los USD 45,1 mil millones’…”.

Otro de los elementos centrales del escrito, es la denuncia en el punto 9 por haber utilizado parte del dinero del préstamo, como lo reveló Mauricio Claver-Carone (ex funcionario del Fondo), para apoyar la última campaña presidencial de Juntos por el Cambio. El personaje nombrado, como lo indica la carta que recibió Georgieva, fue quien afirmó que “…el presidente de los EEUU solicitó al FMI el otorgamiento de un préstamo por USD 55 mil millones de dólares a la Argentina, con el fin de que Mauricio Macri ganara las elecciones, ya que lo consideraba un aliado estratégico”.

Una deuda odiosa…legitimada

En los elementos enumerados de la carta de los senadores del FdT se encuentran claves varias para poder avanzar hacia un cese de pago, acompañado por una auditoría de los préstamos para constatar que la deuda es de carácter ilegítimo o en término de una doctrina jurídica internacional, una deuda odiosa.

Sin embargo, a pesar de lo que el propio oficialismo denuncia, la larga presentación de 33 puntos contiene en su cierre la siguente afirmación “…por todo lo antedicho y ante las nuevas negociaciones iniciadas por nuestro gobierno del presidente Alberto Fernández, SOLICITAMOS se abstengan de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años y, en cuanto a la refinanciación de la deuda PROPONEMOS: a) reconsideración de los intereses; b) período de espera para comenzar los pagos anuales a partir del año 2025; y c) plazo de amortización en varias décadas”.

El pedido de parte del bloque de gobernadores para que no exista condicionamiento político-económico alguno, o la reciente frase del presidente donde dice que “el ajuste no lo van a pagar los más humildes, sino los acreedores”, son solo un grito al aire cuando se convalida la deuda y solo se propone un plan de pagos para el gran robo de la última década que sufre el país por el Fondo.

También podemos preguntarnos lo siguente: si la deuda tiene este carácter espurio, consideración que compartimos, ¿por qué existe la necesidad de pagarla? ¿por qué Martín Guzmán busca oficializar todo sometimiento con el Fondo por medio de la votación en las diferentes cámaras? ¿por qué se está por aprobar un presupuesto de ajuste que no contempla el ya de por si magro IFE para los 9 millones que no tienen ningún tipo de trabajo y por ende ingreso?

El no pago como salida

Con esta larga argumentación de los senadores pertenecientes al gobierno de turno, para terminar diciendo que se va a pagar una deuda ilegítima, podemos concluir que el proyecto político del Frente de Todos es un oxímoron de lo que significa un gobierno popular. Su doble discurso se ve al indicar en la carta que “…es larga y fracasada la historia de los acuerdos de la Argentina con el FMI”, pero es el propio gobierno de Fernández el que alarga la estadía de la institución al querer solicitar, según el ministro Guzmán, un préstamo de facilidades extendidas que significaría un nuevo ciclo de endeudamiento para el país en síntonía con mayores ajustes y reformas. Una salida soberana, que de verdad haga que el ajuste lo paguen los acreedores y no los trabajadores y sectores populares, solo se podría concretar con el desconocimiento completo de la deuda contaída por Macri y pagada por Fernández. La carta, en síntesis, no resulta ser más que fuego de artificios para tratar de contener un descontento creciente por las medidas de ajuste, de un gobierno que decía venir a terminar con las políticas neoliberales, pero que las sigue replicando.

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