A la crisis en Europa, además de la que generó la propia guerra entre Rusia y Ucrania con sus respectivas consecuencias en torno al petróleo y le energía, se le suma una ola de huelgas y protestas obreras en gran cantidad de países que reclaman y denuncian la situación inflacionaria descontrolada más grande en varias décadas, y el elevado costo de vida al cual se hace cada vez más difícil llegar a cubrir.
También crecen los reclamos en contra de la profundización del modelo extractivista y petrodependiente de los gobiernos capitalistas.
En Francia el pasado domingo 16 tuvo lugar una gran movilización popular con más de 50.000 personas, que contó con amplios sectores obreros y agrupaciones ambientalistas cuya consigna principal fue “Contra la vida cara y la inacción climática”. En el Reino Unido hay huelgas de los trabajadores ferroviarios que enfrentan las medidas aplicadas por la derechista nueva primer ministra Liz Truss, quien también está siendo enfrentada por todo el activismo ambiental ya que definió avanzar contra la ley que prohibía el fracking y busca profundizar los planes de saqueo y contaminación con los permisos que quieren darle a empresas para que avancen en la extracción de petróleo y gas en el mar del norte.
Es en este marco que tomaron relevancia imágenes de activistas de Just Stop Oil, una agrupación ambientalista joven que nació este año y que se ha caracterizado por sus métodos de protesta, pegándose y tirando salsa de tomate a pinturas, como ocurrió con la famosa obra de los girasoles de Van Gogh, llamando a la población a activar en contra de los permisos para la extracción de crudo pero también por bloquear terminales petroleras y demás actividades callejeras. La rabia también se vio reflejada cuando en una conferencia del partido conservador, durante el cual activistas de Greenpeace hicieron una intervención con carteles que decían “No hemos votado esto”.
Estos hechos reflejan en gran medida que un amplio sector del activismo y la juventud tiene una enorme bronca en contra de este sistema que hipoteca su futuro, el cual es cada vez más sombrío y borroso producto de la contaminación, y también expresa que esa juventud tiene muchas ganas de activar y organizarse para pelear contra este sistema. El discurso ambiental avanza incorporando los reclamos contra el encarecimiento del costo de vida.
Entendiendo que en todo el mundo la juventud se planta contra las políticas extractivas y ajustadoras de todos los gobiernos, desde la Red Ecosocialista queríamos hacer un aporte para la construcción de organización y activismo, para que nuestra intervención sobre la realidad sea lo más acertada posible y para poder enfrentar juntes y de la mejor manera a los capitalistas.
Dos practicas a ajustar
Es una práctica generalizada y que nos permea a todas las organizaciones el pensar que la difusión de ideas es lo fundamental para generar cambios de conciencia sobre la población, es una práctica que hasta la tienen organizaciones del propio trotskismo. Afiches, volantes, documentales, libros, páginas web que a veces logran un número importante de visitas; performances e intervenciones artísticas son medios que está bien utilizar como una herramienta para la necesaria pelea en contra de la ideología dominante, siempre teniendo en cuenta que no son suficientes por sí solas para generar cambios en la conciencia de la población. Porque esta está constantemente en disputa con los mensajes de los medios masivos de comunicación y las redes sociales, es bombardeada por la burguesía y las falsas conciencias que le impregnan a la mayoría de la clase trabajadora.
¿Por dónde se genera el cambio si no es solo con la difusión de ideas? Los cambios de conciencia sobre las masas se generan cuando ven su vida completamente agitada por la lucha de clases, como por ejemplo en los grandes procesos de lucha como lo vimos con la revolución feminista o en un estallido revolucionario como lo mostraron Chile, Ecuador e incluso con rebeliones como la de Estados Unidos. Entonces lo primordial es poder construir una organización con influencia de masas que sea capaz de intervenir en esos procesos, y la difusión de ideas es una herramienta más para esa estrategia.
Otra práctica a ajustar y que también está impregnada en muchas organizaciones es la de actuar de forma aislada y aventurera del movimiento de masas. Y esto es algo fundamental, porque si somos organizaciones que se plantean generar cambios radicales en la forma de organización de la sociedad, como lo puede ser una reconversión energética y laboral en todos los países, tenemos que tener en cuenta que solo la intervención de las masas en la decisión de sus destinos podrá lograr esos cambios. Las acciones de forma aislada pueden ser tentadoras frente a la desolación propuesta por el capitalismo ecocida; pero muchas veces al estar separadas del movimiento de lucha incluso pueden terminar en acciones que no interpelan de manera positiva a la población en general, corriendo el riesgo de aislar la lucha y el activismo.
Esta nota busca ser un aporte para que les defensores ambientales del mundo podamos fortalecernos en cada uno de los territorios y podamos avanzar en unión de todas las organizaciones que nos planteamos cambiar este sistema de raíz y construir otro sobre bases nuevas, donde la planificación económica – productiva se base en las necesidades de la mayoría y no en el enriquecimiento del 1%. Los cambios que queremos ver en el mundo necesitan de toda la energía y convicción de cada une.
Francisco Pardo