Las calles de la ciudad de Córdoba se colmaron de docentes que llegaban de los distintos barrios de la capital e incluso de localidades del interior para expresar su rechazo a la oferta salarial miserable del gobierno. El paro, que fue arrancado por las bases a la conducción de UEPC tuvo un acatamiento prácticamente total, aun con las amenazas de descuento que hace el gobierno de Schiaretti y que la burocracia de Monserrat utiliza para meter miedo en la docencia. Pero hoy quedó claro que la bronca y el hartazgo fruto del maltrato permanente, de los salarios por debajo de la línea de pobreza y de las condiciones laborales deplorables pudieron más que el miedo al descuento. Es que después de todo es más riesgoso aceptar la propuesta del gobierno que los condena a la pobreza que salir a luchar, aún a pesar de todas las extorsiones
Contra el maltrato y la violencia laboral
La foto de Karina Moyano estuvo en decenas de carteles y su nombre en la garganta de sus colegas, compañeras y amigas. Karina -quien era víctima de violencia laboral y recibió audios de su directora hostigándola hasta el mismo día de su muerte- se convirtió en la bandera de la lucha contra el maltrato y el acoso laboral. La legisladora Luciana Echevarría es impulsora de un proyecto para poner fin a este flagelo y estuvo junto a las compañeras de Karina en la movilización.
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Se va a acabar la burocracia sindical
Más de 20 mil docentes en la calle coreaban esa consigna. Es que la burocracia Celeste por su acuerdo con el gobierno de Schiaretti ha llevado a la docencia cordobesa a los peores niveles salariales de su historia. La propuesta actual es miserable: 38% dividido en cuatro cuotas que se terminan de cobrar en enero. El reclamo es que el aumento sea del 50% en una vez, sin descuentos por paro ni extorsiones y para lograrlo es fundamental un plan de lucha. Eso discutieron en asamblea las y los docentes al finalizar la marcha. En la misma participó nuestra compañera Luciana Echevarría, quien además de legisladora es docente en la escuela media y en la universidad y tiene un enorme compromiso con la educación pública. Hoy quedó claro que sobra fuerza para enfrentar el ajuste y que las y los docentes pueden torcerle la mano al gobierno de Schiaretti.
