lunes, 18 noviembre 2024 - 02:24

Septiembre. Mes tarifazo

Con subas importantes en las tarifas de luz y gas a partir del próximo mes, aumentos en prepagas, subte, colegios privados y alquileres, más el constante aumento del precio de alimentos, setiembre empieza con otro sacudón para los bolsillos de la población trabajadora. La inflación de agosto, empujada por las alzas en combustibles, alimentos y trasportes, se ubicaría entre el 6,5% y el 7% según distintas consultoras. La anual trepa a cerca del 100%. Mientras, Massa se dedica a achicar el presupuesto social y prepara todo tipo de incentivos para obtener dólares de empresarios y banqueros a costa del remate del país. Hay que parar esta escalada de ajuste y entrega.

Empezará el mes con un fuerte aumento de tarifas para la clase media e importantes sectores de los trabajadores, ya que setiembre contemplará tarifa plena para 4 millones de familias que no ingresaron al subsidio y otros casi 4 millones del llamado nivel medio que pagarán aumento, si se pasan del tope de 400 kwh o 93 m3 de gas mensuales (en el caso del AMBA), más aumentos a los comercios, consorcios (en el caso de la electricidad), que pagarán tarifa plena, lo que impactará sobre todos los niveles. Para tener una referencia, los que pierdan el total del subsidio, este mes (en el que se retirará solo una parte) van a tener aumentos de cerca del 50% en electricidad y del 88% en gas.

A los que les toque la actualización anual del precio del alquiler –cuyos nuevos proyectos de ley están paralizados en el Congreso- sufrirán un 64,5% de aumento; los que estén anotados en una prepaga de salud será el 11,53% de incremento el que tendrán que abonar en octubre –los analistas comentan una importante migración de familias, que imposibilitadas de absorber estos aumentos que ya rondan el 90% en al año, van hacia el sistema público-. En la provincia de Bs. As. subirán los colegios privados un 9% y en la CABA el subte se va de los actuales $30 a $42. Son apenas algunos datos relevantes de una larga lista de aumentos que, como pasa todos los meses, tendrá en los comestibles otro massaso tremendo sobre los ingresos populares.

Bordeando el 100% de inflación anual

El proyectado de agosto da para varias consultoras alrededor del 6,5% de inflación. Con estas cifras, sumando a la inflación ya devengada, si se mantiene una inflación de alrededor del 6% en los próximos meses, la inter anual subiría hasta el 97%, para el estudio de Camilo Tiscornia, socio de C&T. Para Marina Dal Poggetto de la consultora ECO GO superará el 100% y para Isidro Guararucci de FIEL alcanzará el 112% (1).

Si tomamos en cuenta las altas tasas de interés que se están pagando por los bonos en pesos, nos encontramos con tasas que orillan el 100% anual. Así ocurrió con la colocación de deuda en pesos que el Tesoro realizó ayer lunes. Entre distintos bonos, la tasa efectiva anual de las LECER fue del 98%, superando a las tasas del Banco Central, que elevó a principios de agosto sus tasas de referencia (Leliqs) en 10 puntos, llevándolas al 96,4% de tasa efectiva inter anual. La diferencia, a parte del plan general de subida paulatina de tasas pactado con el Fondo, puede explicarse como señala el economista Héctor Giuliano, en la progresiva y voluntaria implementación de un plan para trasladar parte de la gigantesca deuda cuasi fiscal del Banco Central al Tesoro, en la perspectiva de refinanciarla a más largo plazo.

¿Se viene un fuerte salto devaluatorio?

Aunque Massa se ha encargado de rechazar, ante las constantes presiones empresarias, la posibilidad de un salto devaluatorio, que cierre la actual brecha cambiaria del 130%, los analistas ya no discuten si se va a realizar o no, sino como lo va a implementar el gobierno. En este fin de semana el nuevo Secretario de Programación Económica, el resistido y luego perdonado economista liberal, Gabriel Rubinstein tuvo que salir a desmentir lo aconsejado por él en un documento que recién ahora se conoció por la investigación periodística. En ese material datado el 26 de julio pasado, él ahora mano derecha de Massa, proponía una devaluación del 50%, llevando el dólar oficial a $ 200. La desmentida del funcionario, no fue muy contundente: “Les aseguro 100 por ciento que no va a haber devaluación, por lo menos este jueves”, declaró. (Página12 del 30/08/2022).

Es que pese al durísimo ajuste fiscal que Massa está implementando para cumplir con el 2,5% de déficit fiscal pactado con el FMI, por el cual acaba de suprimir partidas por $ 128.000 millones y se encaminaría, según trascendidos periodísticos, a recortar otros $ 130.000 millones rápidamente, más el congelamiento de vacantes estatales, más la licuación del gasto público por la inflación y además, el fuerte sacudón tarifario reciente, no le alcanzaría al nuevo ministro para “estabilizar” la economía y lograr la acumulación de reservas que logren revertir la actual situación de reservas negativas de libre disponibilidad.

Pese a los “esfuerzos” de Massa, que vive reuniéndose con banqueros, empresarios y embajadores para proponerles pingues negocios no logra obtener los dólares que prometió para fortalecer las reservas. En los últimos días se reunió con los embajadores de los países del G7, para preparar su inminente visita a EEUU y otra próxima a la Unión Europea. Se reunió también con el embajador chino. Con el Consejo de las Américas. Negocia con los dueños del agro negocio un “dólar soja” mejorado sin suerte hasta el momento. Planea, en su próximo viaje a Yanquilandia, no sólo reunirse con el FMI, el BID, el Banco Mundial y bancos de inversión, sino también tratar de encontrarse con altos funcionarios del Tesoro y verse con petroleras y mineras para ofrecerles buenos negocios en Vaca Muerta y en el litio…

Lo cierto es que el plan de nuevo super ministro significa un tremendo traspaso de ingresos de los trabajadores y sectores populares a los grandes empresarios y banqueros acreedores de la deuda externa, un salto en la entrega de nuestros recursos naturales, enormes negocios especulativos para los fondos de inversión y financistas, y una inflación que bordea la hiper y que no se aguanta más. Un tremendo ajuste, en el medio de importantes negocios empresarios, en el cual se caen hasta algunos proyectos de asistencia social –y campaña electoral-, como el que presentó la diputada cristinista, Di Tulio, para un ingreso destinado a cinco millones de indigentes de $ 16.000 mensuales, destinados a su alimentación básica.

Pese a los dichos del ministro, a las desmentidas de Rubinstein, los economistas descartan que hace falta un importante ajuste en el tipo de cambio. Lo que discuten es como hacerlo, si una devaluación general o por sector (dólar soja, dólar para tal o cual sector, etc). Esto por su puesto tiene consecuencias directas sobre las remarcaciones para cubrirse de una futura devaluación que se están realizando y en todo tipo de especulaciones sobre el futuro valor de la divisa oficial. En un reciente artículo del economista Salvador Di Stefano para Perfil.com (2), reflejando las preocupaciones de la burguesía, en el cual analiza distintas variables macro económicas que plantean la necesidad de una fuerte devaluación, se afirma: “tenemos un contexto externo negativo, sequía, balanza de dólares negativa, déficit fiscal, alto endeudamiento en pesos y bajas reservas en dólares. Por si fuera poco, el contexto político no es el mejor para el escenario económico”.

Resulta llamativo, que en un país donde los empresarios se cansan de alertar que pueden hacer tremendos negocios gracias a que tenemos los recursos proteicos y energéticos que demanda el mundo, en medio de esta crisis internacional del capitalismo, en el cual estos meses entraron divisas por valores récords en la historia del país, los analistas de la burguesía muestren este panorama. No es que no estén ganando, lo están haciendo y mucho. Es que su enorme sed de ganancias y la debilidad de un gobierno incapaz de ordenar las reglas del juego, puede llevar a un estallido que, con la irrupción de los trabajadores y sectores populares en las calles, termine por liquidar la frágil estabilidad de este régimen político con el que vienen enriqueciéndose hasta ahora.

Hay que parar este brutal saqueo a los bolsillos populares

Mientras el presidente Fernández, en su última y resonante entrevista en “A dos voces”, se encargó de decir que el país está creciendo al 6% en el primer semestre y todo (menos la inflación) va viento en popa y que Massa- y otros propagandistas del ajuste-, señalan que nuestro país no es un país rico, sino que tiene riquezas que hay que explotar. Mientras que los economistas de la derecha felicitan toda medida de ajuste y exigen más y más… los trabajadores y el pueblo argentino no dan más con esta inflación desbocada y el ajustazo en curso. Junto al salto en los precios, lo que está pegando otro salto es la miseria, la pobreza e indigencia, de la mayoría de la población trabajadora y pobre del país y con ellas, la bronca y descreimiento de millones con los políticos tradicionales del gobierno y la oposición.

La CGT sigue durmiendo la siesta. De la que se despierta solamente para cuestionar un aumento por decreto general que debilite sus negocios paritarios, o cuando le recorta, su amigo Massa, fondos de las Obras Sociales que administran, para luego seguir negociando sus intereses de casta funcional a este desastre, o hacer alguna marcha “contra los especuladores y de apoyo al gobierno” para intentar descomprimir. Cuando lo que hace falta justamente son dos cosas, un aumento general de emergencia de salarios básicos, jubilaciones y planes sociales, que cubra la canasta familiar y la citación general paritaria que partiendo de nuevos básicos actualice las categorías de cada convenio, recuperando lo perdido en estos últimos años. Para ello se necesita un fuerte plan de lucha, que no tienen ninguna intención de llamar.

Desde el MST en el FITU, que fuimos impulsores de la marcha contra el gobierno a Plaza de Mayo el pasado 17 de agosto, llamamos a recorrer el camino contrario, apoyar todas las luchas en curso, tratar de extenderlas y rodearlas de solidaridad para que triunfen, en el camino de lograr una resistencia cada vez más fuerte al plan de Massa, Cristina, Fernández y el FMI, que culminen en medidas nacionales que puedan derrotarlo. Y en esa pelea explicar pacientemente a los trabajadores que hace falta un programa totalmente distinto para frenar la inflación y recomponer los ingresos populares.

Como plantea el artículo ¿Por qué hay inflación? publicado en Alternativa Socialista, es posible un programa anti inflacionario exitoso.

Para ello es fundamental romper con el FMI y los acreedores privados de la deuda, nacionalizar la banca y el comercio exterior. Con esas medidas, como parte de un programa alternativo obrero y socialista, tendríamos los dólares para parar todas las maniobras especulativas, brindar un aumento general en los ingresos populares ajustados en forma mensual y relanzar nuestra economía, frenando la bestia inflacionaria.

Una pelea y un programa que nos lleve a una sociedad más justa e igualitaria, para el que hay que ir construyendo un proyecto de izquierda, capaz de enfrentar el caos y degradación al que nos están llevando el viejo PJ, los K y todos los integrantes del Frente de Todos, que ahora gobiernan con el programa de la derecha de Macri y compañía, que tanto criticaron en campaña.


  1. Datos de INFOBAE del 30/08/2022.
  2. Art. “Se van los dólares por la desconfianza y porque la divisa está regalada”, publicado en Perfil.com del 29/08/2022.

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