viernes, 22 noviembre 2024 - 12:47

17A, postal y perspectiva. Dos plazas, dos proyectos de país 

El 17 de agosto tuvo una importante significación: dejó al desnudo que la burocracia sindical pejotista es garante del régimen y, por ende, del ajuste; y que la izquierda es la única alternativa real y consecuente con una salida para los de abajo. 

Desde que lanzó su marcha, la convocatoria a la plaza congreso por parte de la plana mayor de la burocracia sindical no tenía un objetivo claro. Los malabares discursivos inexplicables, ilógicos, contradictorios y, en muchos casos incluso, ridículos son los hechos observables de una decadencia como pocas veces vista. Todo un síntoma del deterioro del PJ en la clase trabajadora. Y no es para menos. 

En medio de una situación de deterioro aplastante del poder adquisitivo, cuando todas las mediciones arrojan inequívocamente datos objetivos de dicho deterioro y cuando la vida concreta de la clase trabajadora y el pueblo es cada día peor, decir que se marcha “contra la inflación” pero “en apoyo al gobierno” es lo mismo que hacer un monumento contra la esclavitud con esclavos o tirar fuegos artificiales en contra del uso de pirotecnia. 

Indudablemente estos factores menguaron la participación incluso cuando pusieron todos sus aparatos al servicio de movilizar. Por supuesto que hubo trabajadores que sacaron la bronca a las calles y, lamentablemente, sus expectativas de lucha, quedaron en una marcha que no tuvo acto ni reclamo alguno de salario y contra el ajuste. Y hubo sectores que, creyendo que a estos dirigentes se los puede combatir “desde adentro”, fueron a la marcha. Seguramente habrán sido defraudados una vez más. Como dicen muchos que lo intentaron “si te quedás adentro te terminan cambiando a vos”. 

La izquierda nuevamente ganó la plaza 

Hay un nuevo hecho de la realidad que vino para quedarse: la histórica plaza de mayo, nuevamente, ha sido ocupada por la izquierda, el sindicalismo combativo y el movimiento piquetero. Otro símbolo de los tiempos que corren. 

Al no haber en la marcha cegetista una propuesta de lucha y ser una convocatoria pro oficialista, alternativizar la marcha se demostró como un gran acierto. Hacerlo permitió clarificar ante todo el país que hubo dos posiciones opuestas y materializadas en cada plaza y eso fue largamente reflejado por los medios masivos de comunicación. 

Desde el MST y ANCLA fuimos claros desde un principio: llamamos a no concurrir a la marcha trucha de la CGT y propusimos al sindicalismo combativo, las organizaciones sociales independientes del gobierno y al FIT Unidad, hacer una convocatoria unitaria hacia Plaza de Mayo y todo el país. 

Desde la burocracia sindical se intentó amortiguar el éxito de la Plaza de Mayo con diferentes argumentos tan absurdos como defensivos: que no había trabajadores, que la izquierda no mueve la aguja… Pero no se puede tapar el sol con la mano. Porque lo esencial fue el contenido de las marchas. 

Recordemos el contexto del llamado a la marcha de plaza congreso: una respuesta a la crisis destada con la renuncia de Guzman, para buscar estabilizar al régimen y apoyar al gobierno “que adelantó las paritarias” como dijeron sus voceros. Es decir, salieron al socorro de un gobierno que nos hambrea para pagar una estafa y garantizar la continuidad de la misma. Verdaderos garantes del sistema. En síntesis, una marcha en contra de los y las trabajadoras. 

La marcha a plaza de mayo tenía ejes claros: En contra del gobierno ajustador que le transfiere recursos a los empresarios y teniendo todo el aparato del estado no le pone ni un límite. Por un aumento salarial con indexación; reparto de las horas de trabajo; presupuesto de emergencia para ayuda social y un plan de obras públicas de infraestructura y de viviendas para generar empleo genuino; no al pago de la deuda externa y ruptura del acuerdo con el FMI, entre otras consignas. En síntesis, una marcha a favor de los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares. 

Le toca ajustar al PJ 

Por distintas circunstancias históricas la experiencia a fondo con el peronismo siempre estuvo cortada por golpes militares, la muerte de Perón o coyunturas económicas internacionales excepcionales. Esa vicisitud histórica ayudó a que el PJ no termine de develar claramente su verdadera esencia propatronal y capitalista. Pero la historia transcurre y la única verdad termina siendo la realidad. Hoy estamos vivenciando el ajuste descarnado del PJ estando en el poder y la clase obrera está haciendo una experiencia a fondo. 

Este proceso corroe profundamente a la burocracia sindical, su rol y avanza la experiencia de los trabajadores con ella. Una oportunidad que nos pone frente a un desafío enorme a quienes queremos dar vuelta la tortilla y peleamos por una nueva dirección democrática y combativa para el movimiento obrero. 

Un balance necesario y la necesidad de continuidad 

A penas se instaló la marcha de la CGT hicimos la propuesta en la mesa del FITU de llamar a marchar en contraposición a la convocatoria de la CGT. Lamentablemente, hubo diferencias en cuanto a cómo posicionarnos frente a la marcha. Había quienes, como Izquierda Socialista sostuvieron la posición de marchar a congreso “diferenciados”. Y otros sectores del PSC y el FIT Unidad dudaron en salir de entrada con fuerza a convocar a una marcha alternativa. 

La batalla dio sus frutos y se impuso la realidad. La mesa del Plenario del Sindicalismo Combativo terminó convocando a la marcha públicamente en conferencia de prensa, el movimiento piquetero le dio cuerpo y la izquierda la propuesta de salida. Esta importante conferencia de prensa logró salirle al cruce a la marcha. Sin lugar a dudas, haber salido antes hubiera ayudado a instalar más la movilización, a potenciarla y a discutir con más claridad en los lugares de laburo. 

En las crisis las necesidades de respuestas por parte de los trabajadores son mayores y es cuando más hay que aparecer con claridad y levantar una propuesta integral y política sin dudar. Convocar tardíamente, movilizar escasamente como el PTS y pretender ocultar a la izquierda en el acto como hizo el PO, son políticas equivocadas que podrían haber aportado más fuerza, aunque no lograron empañar una tremenda actividad que se demostró más que correcta y necesaria. 

Son importante estas cuestiones para poder ponernos a tono con lo que demanda el momento. Tenemos una importante oportunidad histórica por delante y debemos estar a la altura de las circunstancias. Los cambios no se producen solos. Ahora debemos darle continuidad a la acción, al debate en cada lugar de trabajo y fortalecer la postulación de una herramienta política fuerte, convocante con vocación de poder. En eso estamos, si tenés ganas de que las cosas cambien hagamos una experiencia común, nos necesitamos. Te invitamos a sumarte a ANCLA y al MST. 

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