sábado, 23 noviembre 2024 - 14:32

Mendoza. Oferta insuficiente y masivo conflicto docente, ¿cómo la seguimos?

Los dos paros de los trabajadores de la educación tuvieron una masiva adhesión, con dos movilizaciones históricas, como no se veía en la docencia mendocina desde hace unos 20 años. Este hecho demuestra que, lejos de estar derrotados, hay fuerza suficiente en la base para pelear. Pero, ¿cómo se gestó el paro? ¿Qué fue lo que cambió de unas semanas a este conflicto? Veamos.

La pandemia profundizó la crisis generalizada del sistema educativo, atravesado por problemas estructurales: el salario de sus trabajadores, las condiciones laborales y una reforma a cuenta gotas en lo pedagógico, que refleja la descomposición social. En relación con esto, hace unas semanas el ex gobernador Alfredo Cornejo, había publicado una nota titulada “En Mendoza la educación sí importa”. Ahí, de manera falaz, destacaba los “éxitos” de la política educativa llevada adelante por su gobierno y por el actual de Suárez (UCR-Cambia Mendoza).

Entre sus argumentos plantea que, con la vuelta a la presencialidad, se puso el foco en rastrear y recuperar a cientos de estudiantes desconectados del sistema. La verdad es que esa fue una tarea encarada por la docencia y no una política del gobierno que, por el contrario, se encargó a través de su Director General de Escuelas (DGE), Thomas, de ajustar cerrando divisiones. Para contrarrestar esta política brutal, con las escuelas salimos a los barrios a buscar a los estudiantes y así tratar de evitar cierres de cursos.

El otro gran argumento es el del presupuesto: gastar lo mismo que ingresa para que “el gasto rinda en educación”. Otra vez la realidad muestra lo contrario, según un informe del CIEC (Centro de Investigaciones en Economía Crítica) sobre el presupuesto destinado a educación en 2022 (La inversión educativa en Argentina) la inversión por estudiante en Mendoza es mucho menor que el promedio nacional. La que de por sí es baja, con un presupuesto nacional insuficiente que apenas supera el 5% del PBI, tendencia que viene de años anteriores. Ese hecho fue patente en la falta de bancos en muchas escuelas que obligó a los estudiantes a sentarse en tachos o en el piso.

A todo esto, podemos sumarle el deterioro de las condiciones de trabajo que se manifestó en las jornadas pagas de los sábados. Además de agregar días de trabajo, es un parche que no termina de prender entre los docentes, que no salieron a anotarse en masa como esperaba el gobierno. En todo este panorama de presión de parte del gobierno, una gota que rebalsó el vaso fue la prohibición de realizar asambleas, aparecida mediante una resolución en medio del receso.

Para terminar este primer punto, hay que marcar la situación política del gremio docente, SUTE. El malestar se empezó a sentir desde las bases, la conducción se vio obligada a hacer asambleas y plenarios, presionada por el descontento y además a empezar a levantar el paro como medida de fuerza a considerar. Así fue que tuvo que dejar correr primero un paro de 48 hs y luego uno de 72 hs, después de que el gobierno hiciera otra oferta miserable.

El reflejo del salto de la crisis

¿Qué fue lo que cambió desde las semanas previas al receso, de relativa calma, a estos parazos y movilizaciones? Creemos que luego de la renuncia de Guzmán en Economía, la crisis dio un salto y amplias franjas vieron que la situación de desbarranque no tenía freno.

Eso explica el 90% de adhesión al primer paro y la enorme movilización, así como a los elementos nuevos: el alto porcentaje de adhesión en las escuelas privadas, incluso con directivos dejando correr el paro, más el apoyo de las familias que no enviaron a sus hijos a clase y se sumaron a la movilización.

Sobre la masividad de esta primera marcha, hay que resaltar que ninguna de las amenazas de la DGE pudo evitar que fuera masiva. Ni las listas negras ni amedrentar con requisas policiales los micros que llegaban de todos puntos de la provincia.

En ese sentido el impacto fue similar al de los caravanazos convocados por la conducción anterior del FURS Multicolor para rechazar el proyecto de ley de educación privatista y precarizador del gobierno, que concluyó en un triunfazo al tenerlo que retirar.

El segundo paro tuvo una alta adhesión, superior al 75%, con otra masiva movilización en el tercer día de las 72 hs, y con el apoyo sostenido de la comunidad. En ese sentido, no vemos ningún rol positivo de la conducción pejotista y kirchnerista del SUTE, que no tuvo voluntad de luchar coherentemente. Su política más bien reflejó la presión creciente de las bases.

Rechazar la nueva oferta salarial por insuficiente

Era un secreto a voces que el gobierno no iba a mejorar significativamente la oferta. Finalmente, Suárez impuso un decretazo y cerró la discusión paritaria. También se sabía que la conducción del SUTE esperaba el momento para intentar poner en un freezer la lucha. Eso se notó en la apurada convocatoria a los plenarios, casi sin discusión en las escuelas, para ver cómo seguir la pelea.

Era necesario redoblar la discusión y la participación de las escuelas para que, en esos plenarios, se expresara la voluntad de los trabajadores. En el apuro la conducción logró imponer un paro 96 hs de paro, algo que de todas maneras no es tal: porque será un paro de 24 hs por regiones o departamentos. Es decir, un solo día de paro por cada zona, con lo que en total arman esa suma de 96 hs que no son tal, ni las que hacen falta para profundizar y no retroceder en la progresividad de las medidas.

Ante la fuerza del proceso el gobierno tuvo que reaccionar el viernes, dejar un tanto de lado su decretazo que sacaba el aumento y listo, para tener que reabrir la paritaria. Esto es producto de la lucha y demuestra que si se aumenta la presión, podemos ir por más para ganar.

Pero lejos de esto, la conducción del SUTE dejó en suspenso el paro con la excusa de esperar la reunión paritaria de hoy. Al momento de cerrar esta nota, los paritarios del gobierno llevaron a la mesa una propuesta de 7,5% en setiembre, 7% en octubre y 7% en noviembre, cuando en el decreto, los porcentajes eran de 6% cada mes. Cuando la docencia reclama un 20% ya, en un solo tramo y como extra de lo dispuesto en el decreto por Suárez.

Esta oferta “superadora” demuestra una vez más que la política de esta burocracia de ceder y confiar en la negociación con el gobierno, no es la salida y por eso debemos rechazarla. A su vez muestra que algo más tienen que ofertar, aunque implique un 2% más, cosa que está muy lejos de ser suficiente y lo que la docencia espera.

Podemos ir por más: ¿Cómo la seguimos?

Hoy, jueves 18, al recibirse esta propuesta del gobierno, el gremio pidió un cuarto intermedio hasta las 16hs y comenzó una consulta con las bases, con delegados y referentes. Al momento de escribir esta nota se está debatiendo en las escuelas qué hacer. La impresión es que se podría ir a un rechazo y en ese caso habrá que trabajar el paro y otras medidas hasta que se triunfe.

Desde Alternativa Docente creemos que hay fuerza para luchar por una recomposición salarial que permita recuperar ahora lo perdido en los últimos meses. Y poder ir además por nuevos aumentos, mes a mes que acompañen la inflación. Lo primero es asegurar las medidas votadas, pero concretando un verdadero paro de 96 hs en toda la provincia con nueva y multitudinaria movilización, convocando a la comunidad a que nos vuelva a acompañar y se sume activamente en las cuatro jornadas de paro.

Es necesario unificar un plan de lucha, no medidas que se van resolviendo parcialmente, que deben ser en unidad con los demás sectores estatales en conflicto. Exigir a la CTA y la CGT que convoquen a paro provincial en apoyo a la educación pública, por salarios, mayor presupuesto.  Se necesita un proceso de constante movilización y deliberación, debatiendo a fondo en asambleas cómo seguir con ese plan de lucha, sin confiar en una dirigencia que va dando señales de querer frenar, antes que organizar el conflicto para ganar.

Exigir la conducción del SUTE que se ponga en marcha un fondo de huelga para poder dar la pelea de forma coherente y permita a los docentes y celadores resistir y seguir las medidas de fuerza. Que los diputados, legisladores, intendentes, concejales aporten sus dietas para ese fondo de huelga si de verdad, como dicen, quieren priorizar y les preocupa la educación y la miseria que cobra la docencia.

Al mismo tiempo, debemos votar en cada escuela y exigir que así lo resuelvan los plenarios del SUTE, que la CTERA debe llamar urgente a un nuevo paro nacional para que los docentes de Mendoza triunfemos. Dar continuidad así al parazo nacional que protagonizamos el miércoles 10. Para reclamar por salario, presupuesto y una partida extraordinaria del gobierno de Massa, Cristina y Alberto para Mendoza y demás provincias.

Una nueva medida nacional en unidad con Chubut que sigue con paros y movilizaciones, igual que otras entidades de base de la CTERA como AMSAFE en Santa Fe que están votando masivamente profundizar su fuerte plan de lucha, o la ADOSAC en Santa Cruz que también votó para hoy y mañana por nuevas 48 hs, mientras siguen abiertos los conflictos en Chaco, Río Negro, La Rioja o Formosa.

También debemos exigirle a la burocracia Celeste de CTERA que pongan a disposición todos los millones que recaudan a partir de las cuotas sindicales de los 365.955 afiliados que declaran como cotizantes. Con esos recursos se puede reforzar fuertemente el fondo de huelga para ganar.

Alternativa Docente, Mendoza

ANCLA, Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática

MST en el Frente de Izquierda Unidad

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