Comienza la segunda parte escolar del año y se conoció la noticia de que el profesor de teatro Nicolás Esquivel, sancionado por el Ministerio de Educación por leer un párrafo del poema Canelones, renunció días atrás a todas sus horas, cansado del acoso y la burocracia por parte del Ministerio de Educación.
Todo comenzó luego de la lectura del poema, cuando los estudiantes investigaron por internet y descubrieron que el poema, en un párrafo, contenía las palabras “teta”, “culo” y “poronga”, lo que provocó el enojo de unos pocos padres. El Ministerio de Educación aceptó la denuncia, declarando que “no existe la libertad de cátedra en las escuelas”, por lo cual el docente fue apartado de su cargo y sancionado posteriormente. Nunca fue defendido por la escuela, lo que no sorprende que ocurra en una institución que se quedó en los tiempos de Sarmiento.
Hace años que la Escuela Normal Superior Sarmiento (fundada por el ex presidente sanjuanino) se viene destacando por ser una institución educativa que se quedó en el tiempo, resistiéndose a todo tipo de cambios. Independientemente de quién esté en el equipo directivo, tanto en los niveles de primaria y secundaria, a lo largo de los años el accionar que se presenta es conservador, anti derechos y medieval, resistiéndose a todo tipo de cambios y debates que la sociedad plantee.
En la actualidad sobran los casos de privilegios y arreglos de distintos tipos en la escuela. Varios llamados son acomodados, borrando docentes con mayor puntaje con el fin de ubicar a aquellos que coincidan con la línea de pensamiento conservadora y de persecución a quienes opinen distinto, como ocurrió con el cargo de jefe de preceptores. Asimismo, tanto docentes como trabajadores de la institución no tienen el derecho de enviar a sus hijos a la escuela porque tienen que cumplir con requisitos leoninos que solo el 5% cumple.
Ante la marea verde, tapar el sol con la mano
El año 2018 fue un año bisagra para la educación provincial, debido al despliegue del debate sobre la Ley IVE, tratada en todos los ámbitos, llegando a la provincia el debate sobre la Ley de Educación Sexual Integral. Ese año, una encuesta realizada por el centro de estudiantes, muy controlado por el equipo directivo, arrojó que el 80% de los estudiantes querían debatir sobre el aborto y pedían que se aplique ESI en la escuela. Un grupo de tres docentes preparó una charla sobre la temática. Sin embargo, la misma fue prohibida por los directivos por el solo hecho de que la escuela es una institución sacrosanta en la cual no hay lugar para esos temas. Hoy en día, y como consecuencia de la lucha del colectivo de mujeres, se tiene que dar contenidos de ESI en todas las escuelas; pero la falta de una capacitación masiva a los docentes provoca que dependa de la iniciativa de cada uno y en la escuela Normal Sarmiento, cada proyecto es muy controlado por los directivos.
La metodología de resistencia a los cambios se tradujo en persecución, maltrato y acoso a docentes y preceptores con nuevas ideas ¿Cuál fue el motivo? Querer introducir innovaciones tecnológicas en los registros de datos de cada estudiante, aportar nuevas ideas artísticas, proyectos integrados, etc. En síntesis, opinar distinto al equipo directivo de la escuela.
A principios de este año, los directivos tanto de primaria como de secundaria volvieron a ser protagonistas de hechos que hacen a su perfil conservador y en contra de los cambios de época. A pedido del gobierno encabezaron una denuncia contra el movimiento de mujeres cuando en medio de la movilización por el 8 de marzo fue pintada una pared de la escuela, que ya estaba muy deteriorada y bastante olvidada por el Estado provincial. Esta denuncia abrió paso a una caza de brujas contra activistas feministas, sin que existiera prueba alguna contra las acusadas.
Democratizar la escuela por una mejor educación pública
Docentes, estudiantes y familias componen la comunidad educativa. Todos y todas son parte activa de la escuela. Escuchar la opinión de cada miembro es fundamental para poder avanzar en una mejor calidad educativa. La docencia de la escuela está llena de iniciativas y nuevas ideas para mejorar el proceso de enseñanza. Sin embargo, esto colisiona contra un modelo conservador que, indudablemente, le tiene miedo a los cambios y debates.
Desde Alternativa Docente nos solidarizamos con cada docente sancionado o perseguido en la institución. También con aquellos cuyos proyectos fueron censurados por tratar temáticas que los directivos y el Ministerio de Educación consideran tabú.
Queremos una educación pública que sea laica, en la que los estudiantes de 6to año no se vean obligados a asistir a una misa de egresados. Queremos una educación pública democrática y abierta a los debates que a los propios estudiantes y docentes les interesa. Con libertad de catedra para que cada docente pueda adecuar los contenidos a cada curso. Para todo esto necesitamos un congreso pedagógico, para que sea la docencia quien decida sobre todo y no la Iglesia, sectores conservadores o las corporaciones mineras. Queremos que el presupuesto educativo sea del 10% del PBI, no pagar la deuda al FMI, anular los subsidios a las escuelas privadas y establecer fuertes impuestos a los ricos para que la educación pública tenga la plata necesaria para ser de calidad.
Queremos una Normal acorde a los tiempos que corren, sin prejuicios ni persecuciones. Con total democracia y transparencia. Toda la comunidad educativa hace la escuela.