En Berazategui los Mussi, padre e hijo, (hasta la huída de este último a España tras su procesamiento por el suministro de agua contaminada para consumo y ocultar las pruebas) se alternan al frente del municipio desde 1987.
Una gestión caracterizada por aplicar un régimen laboral de miseria, con salarios muy por debajo de la línea de pobreza donde el maltrato, el hostigamiento, el acoso y hasta el abuso son moneda corriente.
Ambos son responsables de mantener precarizados a casi la mitad del personal municipal. Hablamos de aproximadamente 2000 compañeros contratados, algunos desde hace más de 15 años, y se niegan sistemáticamente a la firma de un convenio colectivo de trabajo que garantice la aplicación efectiva de la Ley de Empleo público municipal.
Para defender este régimen de precarización contó siempre con la complicidad de los sindicatos históricos, la UOEMB (Unión de Obreros y Empleados Municipales de Berazategui), el STMB (Sindicato de Trabajadores Municipales de Berazategui) y ATE, cuyas conducciones han preferido entregarse dócilmente, a cambio de nombramientos jerárquicos para sus miembros de comisión directiva, familiares y amigos, en lugar de trabajar duro por reivindicaciones para los trabajadores. Burocracias sindicales de pura cepa.
Frente a todo esto nace la UPMB (Unión del Personal Municipal de Berazategui). Corría el año 2019 y decenas de compañeros comienzan a afiliarse a la UPMB, que acababa de ser legalizada mediante la inscripción gremial otorgada por el Ministerio de Trabajo. La afiliación, que siguió creciendo desde entonces, se explica por la necesidad de los trabajadores municipales de encontrar un sindicato que verdaderamente nos represente. A fines del 2021, Mussi procedió a achicar personal en casi todas las dependencias. Bajo la modalidad de “no renovación de contrato” dejó cesantes a más de 150 trabajadores, entre ellos 26 miembros de comisión directiva de la UPMB, alentado por las conducciones sindicales entreguistas que estaban sufriendo una tremenda sangría de afiliados.
Solo 12 horas después del acto de puesta en posesión de cargos de nuestros flamantes miembros de comisión directiva, sin estructura y casi sin afiliados, la UPMB con el acompañamiento de todas las organizaciones solidarias de la clase trabajadora, organizaciones políticas, estudiantiles, de lucha por los derechos de la mujer y hasta vecinos del distrito, se puso al frente de un paro histórico que se extendió por 10 días, en uno de los sectores más afectados por los despidos (la recolección de residuos) y ante la negativa, como siempre, de los otros gremios a representarlos.
Fue histórico por su duración y porque se logró la reincorporación de todos los despedidos, salvo 8 miembros de nuestra Comisión Directiva. Nada menos que los principales secretarios de la misma, en un claro intento de descabezar a la UPMB y violando arteramente todas las leyes y jurisprudencia en materia laboral y sindical. En resumen, J.J. Mussi representa una fuerza política hostil a cualquier lucha obrera y popular.
Es que la UPMB se caracteriza por ser un sindicato combativo, autónomo y políticamente independiente, que practica la democracia sindical con el método de las asambleas de base, de sector y generales, y eso lo incomoda.
El Ministerio reconoce legalmente a las autoridades de la UPMB. La única lucha que se pierde es la que se abandona
Hace pocos días obtuvimos la ansiada Certificación de autoridades, pese a todas las maniobras y presiones políticas cuasi mafiosas de JJM. Se logró luchando, marchando y también negociando y siempre acompañados por todas las organizaciones solidarias de la clase trabajadora que jamás nos dejaron solos. Este es un logro de ellos también.
Hoy estamos reconocidos como autoridades. Ya podemos representar, defender y mejorar los derechos de los compañeros municipales y seguiremos luchando y realizando todas las actividades que consideremos necesarias hasta obtener la reincorporación de todos los cesanteados de nuestra comisión. La gestión municipal está agotada y nuestro espíritu de lucha renovado.
Ahora nos abocaremos a seguir construyendo y fortaleciendo a la UPMB, convencidos que solo los trabajadores, como clase, en unidad de ocupados y desocupados encontraremos la salida a nuestros reclamos.
Mario Torroba- Secretario general de la UPMB