Luego del acto por el centenario de YPF, Alberto Fernández y Cristina Fernández se mostraron juntos, chicanas mediante, tras tres meses en donde no se veían. La «paz» en el frente no duró ni 24 horas. Kulfas salió al cruce contra la vicepresidenta y terminó siendo renunciado. El modelo epistolar continuó, el ahora ex ministro e IEASA (empresa estatal al mando de kirchneristas) refracta la continuidad de la interna. Sin embargo, ante el deterioro de la imagen del gobierno en las encuestas, mirando al 2023, las diferencias se «esconden» sin haber resuelto un ápice de las calamidades heredadas por el macrismo.
El clima internista en el Frente de Todos parece no detenerse ni un segundo, a pesar de que sus máximos exponentes tratan de simular momentos de paz. La solicitud de Cristina Fernández (CFK) al presidente en el acto de YPF: «use la lapicera», se terminó efectuando contra la voluntad de quien detenta el sillón de Rivadavia, pidiendo la renuncia de un ministro de su confianza. Ni siquiera pasó un día del acto que congregó a los dos Fernández para que se desatara un nuevo conflicto. Kulfas, en declaraciones en Off, salió al cruce de la vice por haber dado a entender que ella y sus funcionarios de IEASA habían armado los pliegos de licitación para las obras del gasoducto Néstor Kirchner a medida de la empresa de Paolo Rocca (Techint).
Toda la rosca que Alberto y CFK habían buscado apaciguar por unos días, siguió. Kulfas y los funcionarios de la empresa aludida se dedicaron extensas cartas que manifestaron de forma notable los desacuerdos del frente de gobierno.
Días después, Cristina se volvió a hacer notar en las redes. Mediante un tweet manifestó su «espanto» por el famoso y repugnante chiste que realizó Federico Braun, dueño de La Anónima, en el acto por los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). No terminó todo ahí, Cristina arremetió con más caracteres, citando una nota de Página 12 para continuar la denuncia al empresario y, de alguna forma, expresar su descontento por la libertad que el gobierno le concede a estos sectores en el país. Como efecto, el presidente y su ministro de Economía, Martín Guzmán, quienes abrieron y cerraron el acto mencionado, acompañaron las denuncias de la vice por el mismo canal y en un tono similar. Se quejan, pero dejan remarcar.
Estas acciones en conjunto, que parecen mostrar que algo del FdT vuelve a funcionar, sólo manifiesta la unión por el espanto de los resultados económicos que provocó este frente electoral. Para la vice, como lo manifestó un analista político en su columna dominical: «Alberto hubiera podido ser tal vez un buen canciller. Pero Cristina Fernández necesitaba un candidato para ganar la elección y lo eligió para eso»1.
Paz, ¿para qué?
Todos los intentos realizados por CFK para mantener la paz con Alberto manifiestan conclusiones centrales acerca de su espacio. En primer lugar, profundizan una orientación que garantiza la estabilidad de un gobierno que conduce el país bajo el manto de vigilancia del FMI. Como segunda apreciación, por lo dicho anteriormente, a pesar de las quejas contra las políticas que atacan de lleno a los ingresos de las mayorías trabajadoras y populares, el sector de la vicepresidenta no tiene entre sus intenciones un plan de ruptura contra la orientación denunciada.
Los motivos de tal maniobra se pueden entender como los siguientes: frenar el drenaje de su base electoral de cara al 2023, sabiendo que en 2021 perdieron un caudal importante en su bastión, Provincia de Buenos Aires; y, además, como punto central, funcionar como un calmante a la bronca que empieza a emerger de forma atomizada y con desigualdades a nivel nacional.
Algunas manifestaciones de este cometido que persigue el kirchnerismo se pronuncian en sectores sindicales a fines que piensan en combinar algunas medidas en la calle para apaciguar la alarmante situación social. Un claro ejemplo es la maniobra de una pata de la CGT, liderada por Pablo Moyano, quien se reunió con algunas organizaciones piqueteras, entre ellas el Polo Obrero. El burócrata por herencia dijo: «Es necesario desde la CGT convocar a una gran marcha para repudiar las políticas inflacionarias que llevan adelante los empresarios. Es entendible la bronca de la gente».
Como se expresa de forma cabal en la cita, se trabaja en una orientación que busque desligar al gobierno de las responsabilidades centrales en materia económica. CFK, a pesar de haber exigido más uso de la lapicera contra los sectores concentrados, cosa que aún no ocurrió, no saca los pies del plato de este gobierno.
Postular y fortalecer al FIT Unidad
Tras lo explicitado, parece una verdad de perogrullo la necesidad de fortalecer una opción política para los trabajadores y sectores más postergados del país. Con más del 40% de pobreza, una inflación galopante y una crisis política de magnitud, expresada en la coalición oficialista como en la oposición de derecha, es necesario que el FIT-U se muestre como una alternativa de más peso.
Para poder lograr tal cometido, es necesario que la articulación del frente pase del estadío electoral al político. Las actividades en conjunto que se lograron en el último tiempo muestran la potencialidad del frente que tiene que ubicarse a la vanguardia. Encarar una campaña entre todos los partidos que lo integramos, propagandizando nuestra respuesta política, social y económica alternativa, anticapitalista y socialista ante la crisis, puede ser un inicio. La situación del país, que provoca fenómenos por derecha como los Milei, tiene que encontrar un contrapeso por izquierda que, nosotros creemos, debe tener al frente que integramos jugando un rol dinámico.
Al accionar conjunto en el marco del frente político, hay que trasladarlo al plano sindical y social. Tenemos que avanzar en la articulación desde el FIT-U en políticas comunes hacia las luchas sociales que se están desarrollando en el país.
Frente a la actual crisis que se vive y las orientaciones pro ajuste que representan las principales fuerzas del régimen capitalista de nuestro país, vamos a seguir trabajando para que el FIT-U se destaque en la lucha política. A esta tarea es a la que abonamos desde el MST.
- Llegar o no llegar. Diego Genoud. Fuente: LaPoíticaOnline