A continuación, dejamos una reseña escrita por Marcelo Calviño, comunicador en Radio Futura, La Plata.
Cuando el capitalismo enferma y mata a los que nos sanan
Sabido es que el capitalismo es sinónimo de barbarie. Estando en crisis a nivel mundial, la pandemia corrió el telón de esa ferocidad intrínseca, lo que hizo que se pueda visibilizar la importancia de tener fuertes instituciones estatales al servicio del pueblo, de la falta de consulta a este y, sobre todo, a les trabajadores de la salud, de la educación, de los estatales y los que trabajan en empresas privadas o por su cuenta.
Les trabajadores de la salud se enfrentan a una lucha sin igual y con desventajas brutales que les haces, quieran o no, arriesgar su salud y la de sus seres más cercanos.
La enorme cantidad de dinero que se lleva el pago de una deuda asesina, fraudulenta, ilegal, ilegítima, se ve reflejada, entre otras cosas, en los problemas que sufren les trabajadores que deben sanarnos.
Les trabajadores se ven enfrentades a condiciones de trabajo infrahumanas, sindicatos que acuerdan a la baja, como el Sindicato de Salud y UPCN, más la tibieza de ATE, salarios por debajo de la línea de pobreza, problemas graves de infraestructura, de falta de personal de planta, falta de capacitaciones específicas sobre protocolos y elementos de protección personal, para no seguir con lo que sería una enorme lista de maltratos.
Por otro lado, el estado burgués, obliga a trabajar a los inmunocomprometidos y los que tienen hijos menores o conviven con personas de riesgo para el COVID-19.
Los contagiados deben presentarse a trabajar después de 14 días o menos, y sin tener una evaluación profunda médica, sabiendo que las secuelas perduran por mucho más tiempo (problemas pulmonares, cansancio físico y estrés psicológicos entre otros muchos).
Se trabaja a un 30% del personal necesario, cuando se necesita mucho más que el personal para un buen funcionamiento sin pandemia, es decir más que el 100 % de lo que sería óptimo.
Trabajar 6 horas con todo el equipo completo y con altas temperaturas, dada la prohibición, lógica, del uso de aires acondicionados, les hace sentir como que les están cocinando al espiedo.
No hay lugares de descanso y si los hay, son compartidos por muchos sectores, lo que facilita el hacinamiento. Tienen que reutilizar las protecciones que deberían ser descartadas.
Les trabajadores de la salud, en un gran porcentaje, y debido a sus bajos sueldos, deben tener otras formas de ingreso y meterse en el mundo del multi trabajo, un adicional para el deterioro de la super explotación, combustible del capitalismo.
Salir de su casa para viajar, conscientemente al infierno, trabajar bajo incertidumbre de enfermarse, sobrecargados y luego regresar a su hogar, o tener que ir a otro trabajo, no es saludable para ningún trabajador de la salud. No lo podemos permitir.
Es por eso que, desde el MST en el FIT-UNIDAD, se promueven y apoyan todas las luchas en relación a este tema, entre otros muchos más, que generan la crueldad capitalista.
“Pinta tu aldea y pintarás el mundo” es una frase atribuida a Liev Nikoláievich “León” Tolstoi. Por eso les dejamos la entrevista, realizada hace unos días, en Radio Futura, de La Plata (www.fmfutura.com.ar, o FM 90.5), a Deborah Fernández, militante del MST de Alternativa Salud, enfermera universitaria, especialista en salud mental, del hospital interzonal general de agudos, San Martín de La Plata, actualmente cursando la licenciatura. Trabaja en la UAC (unidad de atención en crisis) de salud mental.
Para les trabajadores ya no quedan ni los aplausos.
Compartimos la entrevista radial a Deborah Fernández, del Hospital San Martín: