«La enfermería se empoderó y construye un sindicato con lo mejor del activismo de nuestro sector»
En el panorama de las organizaciones de la salud pública de CABA, irrumpieron como un actor sobresaliente. La enfermería de los 34 hospitales públicos de la capital del país, organizada en la ALE (Asociación de Licenciadas/os en Enfermería), logró instalar en la agenda el reclamo por reconocimiento salarial, laboral y profesional. El próximo 1° de junio, se encaminan a renovar el Consejo Directivo de ese sindicato. Entrevistamos a la referente y candidata a presidenta por la Lista Multicolor para esos comicios.
Andrea, contanos cuál es la situación actual de la enfermería en CABA
–La situación actual de la enfermería es de agotamiento, de amargura, al límite la mayoría. A eso se suma la situación de precarización, fundamentalmente económica, que es la peor de la historia. Con la pandemia se profundizó toda la crisis de nuestro sector. Un sector que venía reclamando aumento de personal, porque el personal está con sobrecarga laboral. Faltan compañeros en todos los hospitales, en todas las salas de internación, después de la tarde. En los turnos vespertino y noche es brutal, es una soledad tremenda. Y los fines de semana, es realmente un desierto el hospital. Las guardias que son tremendas. Ni hablar de lo que son las guardias a la noche los fines de semana. Las unidades coronarias donde cualquier paciente, o varios, se pueden descompensar al mismo momento. Las terapias intensivas, las terapias neonatales, las pediátricas, las salas de internación oncológicas… Bueno, los sectores más duros, y dónde los pacientes están más graves. Y los otros sectores de internación, donde permanentemente está esa «cama caliente». El personal está agotado y al límite, porque tiene que trabajar 12 o 14 horas por día, de lunes a lunes, para poder llegar a fin de mes, porque son los salarios más bajos de toda la historia.
¿Cómo atravesaron la pandemia como colectivo de salud?
–La pandemia para nosotros fue brutal, de muchos nervios, mucha angustia. La desesperación de no contar con los barbijos, los camisolines, las máscaras. Fue tremendo tener que hacer un recurso de amparo para tener los equipos de protección. Algunos infectólogos, que decían orientar al gobierno, en realidad solo planteaban comprar lo mínimo indispensable: solo tenían que tener los equipos de protección el personal que trataba directamente la secreción de las aspiraciones de los pacientes con COVID. Eso no les importaba ni al gobierno ni a lo jefes, que estaban a cargo, recibiendo las órdenes del Ministerio de Salud. Fueron momentos desesperantes.
La pandemia hizo otra cosa también, que fue fortalecernos. Nosotros utilizamos la palabra empoderamiento, porque nos fortalecimos. La desesperación hace que tengas que salir a defender tu vida. Ese fue un límite.
¿Quiénes se oponen al reclamo de fondo del reconocimiento?
–Los que se oponen al reconocimiento profesional de la enfermería son los sectores del poder político, sindical y corporativo que defienden privilegios. En primer lugar, el gobierno de Larreta: quiere «ahorrar» en salarios y destinar esa plata a campaña electoral y subsidios al empresariado amigo. El otro sector es la conducción de SUTECBA, el gremio municipal de CABA: piensa en la caja de afiliados, en que «perdería» poder de fuego, si miles de enfermeras/os pasamos a la carrera profesional. También la histórica cúpula de Médicos Municipales, ahora desplazada por una nueva dirigencia. Vamos a ver ahora los cambios con la nueva conducción. Pero obviamente hay un poder tremendo, que es el poder médico – hegemónico, de sentarse a decidir quién tiene el poder de la salud en la Ciudad de Buenos Aires, aunque esto se da en todo el país.
Contanos del proceso de organización de ALE ¿qué balance hacés de estos últimos años?
–La ALE es nuestro tesoro, que estamos cuidando. La estamos construyendo de manera cada vez más participativa, democrática, con mucho balance. Y tratamos de construir una ALE que se vaya fortaleciendo, que entre los compañeros nos apoyemos, para ir al frente, para denunciar ante todos los poderes, las necesidades y los reclamos que viene padeciendo la enfermería: la injusticia, la discriminación, la falta de inversión del sector público de la salud. Pero, sobre todo, nuestra situación en particular, que es de miles de compañeras y compañeros que tienen el título de la licenciatura, y que, hasta el día de hoy en la actualidad, después de haber pasado todo lo que todo lo que ya venimos diciendo, no somos reconocidos como profesionales. Compañeras y compañeros de un sector, que somos más de 5 mil, en la ciudad más rica del país, que nosotros denunciamos, con este poder político que no resuelve nuestro gran problema que es el de reconocimiento profesional y salarial, la situación laboral de los contratados. La nuestra es una carrera maravillosa y por eso desde nuestra ALE la estamos defendiendo. Para eso luchamos. Y por eso, construimos un sindicalismo democrático, independiente de todo el poder político y combativo.
Ahora van a elecciones, el 1° de junio y el desafío de una nueva etapa en el sindicato ¿con qué objetivos encaran esa perspectiva?
–Nosotros el 1º de junio vamos a tener las elecciones con una lista única, que es la lista Multicolor, de la cual formo parte y soy candidata a presidenta. Con mucha emoción, acompañada por compañeros/as de los principales hospitales. Nuestro objetivo es crecer en todos los hospitales, abrirnos para que participen los compañeros, que sea un sindicato amplio, de puertas abiertas. Ampliar a todo lo que lo que uno necesita para tener una vida mejor. Que nuestro gremio esté presente en todos los detalles, pero con la participación de más y más compañeros. Necesitamos ser un gremio que crezca fuerte, con miles de afiliados. También vamos a realizar una consulta democrática hacia una reforma estatutaria para adaptar nuestro funcionamiento a esta nueva etapa que estamos encarando. Vamos por nuestro objetivo, que no vamos a parar nunca y no vamos a bajar los brazos, que es el del reconocimiento profesional en la carrera de los profesionales de la salud de la Ciudad de Buenos Aires, y un salario digno, como mínimo igual a la canasta básica, como piso hacia arriba para toda la enfermería. En ese camino, agrupamos empoderadas/os, a lo mejor del activismo de los últimos años, como así también, la continuidad de viejos luchadores de nuestro colectivo. Esa síntesis tratamos de expresar.
¿Cuáles son las razones para ser optimistas por el reclamo de la enfermería y de ALE en el próximo período?
–Y nosotros somos optimistas, porque somos nosotras/os mismos los que estamos dando la pelea. Porque es una pelea justa. Porque la sociedad nos apoya, después de visibilizar nuestro problema. Porque hemos hecho de todo, y lo vamos a seguir haciendo, y porque no vamos a bajar los brazos. Porque defendemos la salud pública. Y porque también queremos el trabajo en equipo, que nos enriquece un ciento por ciento, con todos los saberes, las miradas hacia los pacientes, la comunidad, al sistema de salud. Somos optimistas porque tenemos esa mirada y esa fuerza. Y vamos a conseguirlo porque no vamos a bajar los brazos y vamos a luchar hasta el final.
Entrevistó: Mariano Rosa