Un día antes de conocerse el texto del acuerdo con el FMI, Periodismo de Izquierda entrevistó al conocido tributarista independiente Héctor Giuliano. Sus conceptos sobre la deuda, las condiciones del FMI, los mecanismos de endeudamiento y sometimiento del país a las finanzas internacionales son muy útiles para entender la trama que es necesario romper para que nuestro país salga de esta política de ajuste y dependencia de los designios de la gran banca internacional.
-PdI: En los últimos días se conoció un primer informe de Guzmán sobre tres metas: una de déficit fiscal, otra de emisión monetaria y otra de acumulación de reservas. Luego estuvo el paper. Finalmente la intervención de Fernández en la apertura de las sesiones ordinarias ¿Qué podés comentarnos?
-HG: Yo tengo una diferencia muy importante en torno a la estrategia de negociación realizada por el gobierno. Si bien no conocemos la naturaleza del acuerdo a la que va a llegar el gobierno con el fondo, ya está un poco cantado a partir del discurso del presidente de este miércoles.
El gobierno de Fernández está trabajando en tándem con el gobierno de Macri. Va a validar el acuerdo Stand By de abril de 2018 y con eso exculpa a Macri de sus responsabilidades políticas. También le saca las castañas del fuego al Fondo Monetario que concedió un préstamo récord en condiciones irregulares. Estamos frente a una rendición jurídica financiera.
-PdI: En su discurso Fernández pretendió desconocer eso señalando que la firma de un acuerdo no impedía continuar con el trámite judicial para la investigación del crédito que tomó Macri, ¿vos qué decís?
-HG: Me parece un engaño psicológico. Primero y principal, se lo tendría que haber llevado anticipadamente, mucho antes de dejarlo dormir entre la burocracia judicial. De modo que sirviese para reunir elementos. No es lo mismo cuando vos te juntas con un acreedor y le decís “bueno, mire los papeles están bien, pero yo no estoy en condiciones de pagar”.
Además el préstamo fue concedido en forma irregular. El presidente que lo firmó está sujeto a una investigación judicial. Todos sus colaboradores de primera plana, que venían de la banca privada y que fueron responsables de este desastre financiero están bajo procesamiento en Argentina, no es lo mismo. Las leyes internacionales establecen que Argentina no puede desconocer el acuerdo firmado por Macri, pero estamos entrando con el pie izquierdo. Porque la finalidad del acuerdo es dar validez y refinanciar el acuerdo Stand By, transformándolo en un acuerdo de facilidades extendidas que le amplía el plazo a 10 años, con 4 de gracia. El presidente habló de 4 años y medio de gracia para que lo empiece a pagar la futura administración, lo que va hacer que el Fondo Monetario por este acuerdo realice desembolsos en Argentina, para que el país con cada desembolso vaya cancelando las cuotas del crédito que comprometió Macri en el 2018.
-PdI: ¿El Banco Central tiene la lista de las empresas que se beneficiaron con el crédito tramitado por Macri?
-HG: Te decía que el Banco Central tiene esa información. La puede tener, la tiene que tener, pero no la ha dado a publicidad. Como toda deuda tanto del Tesoro como del Banco Central, esa información es absolutamente secreta. No conocemos los nombres de los acreedores de la deuda pública argentina. No conocimos los nombres de los acreedores del default del 2001, ni siquiera de los holdouts. No conocemos quiénes son nuestros acreedores actuales porque nunca se hizo un censo de acreedores. No sabemos quiénes son los acreedores del Banco Central a los cuales se le debe más de 100.000 millones de dólares. No sabemos con quién o con quiénes se están firmando los contratos de dólar futuro que ya estarían sobrepasando los 6.500 millones de dólares. No sabemos quiénes son los acreedores de las Leliqs. O sea, estamos en una orfandad total de información porque los gobiernos en general y este en particular mantienen a rajatabla la idea de que los gobiernos deben ser cómplices del anonimato de los acreedores.
-PdI: O sea que desde el punto de vista de los mecanismos institucionales, tampoco la comisión legislativa a cargo del seguimiento de la deuda pública argentina ha brindado información sobre la misma.
-HG: Yo colaboré cuando, en las postrimerías del último gobierno de Cristina Kirchner, se nombró una mal llamada comisión investigadora se llamó Comisión de seguimiento y control de los pagos de la deuda externa de la Nación, con lo cual se diluía el objetivo central, que no era la investigación, fue solamente la verificación de la corrección de los pagos que se hacían. No tenía funciones de auditoría o de gestión con respecto a la legalidad o no del origen de esas acreencias. Solamente de la corrección de los pagos. La comisión la presidía Calcaño hijo. Pero terminó el año parlamentario y la comisión no se expidió.
El año pasado lo que se hizo fue replantear los términos de esta engañosa comisión de análisis y seguimiento de los desembolsos de la deuda, que no es una comisión investigadora. Es decir, tendría como finalidad – como aparece la palabra control- parecería que es una auditoría, pero es un control de los desembolsos de la deuda, no es una investigación.
Yo te adelanto mi propuesta porque sobre esto investigué mucho. Si este gobierno tuviera la honestidad de confrontar y no convivir permanentemente con el sistema de la deuda, lo que puede hacer a nivel local, porque a nivel internacional los acreedores son más poderosos que la Argentina, lo que se podría hacer, porque el gobierno tiene facultades que no usa, es primero hacer una auditoría de gestión sobre la contratación del préstamo Stand By con el Fondo Monetario. Tenemos todos los elementos y tenemos la herramienta para desclasificar información secreta del Ministerio de Economía. Porque ese acuerdo no nació de un repollo.
Este acuerdo nació, como toda negociación, de una serie, de un intercambio de documentos, sería muy interesante conocer con qué palabras se dirigía el ministro Dujovne, o el ministro de finanzas, después titular del Banco Central, Luis Caputo, a Christine Lagarde ¿Qué le prometían, cómo decían que iban a salvar la situación, teniendo capacidad de pago, para que el próximo gobierno le pagase? Ellos partían de la situación que tomaban un préstamo monstruo que se empezaba a pagar a partir del año pasado. Cuatro mil millones de dólares el año pasado, veinte mil este, veintidós mil en el 2023…
-PdI: Con el próximo desembolso le vamos a pagar entre capital e intereses cerca de 10.000 millones de dólares.
-HG: Exacto. Yo hice el cálculo aproximado. Al Fondo Monetario Internacional se le pagan entre 1.100 y 1.200 millones de dólares por año de intereses. Así que si tomas dos años, el 2020 y el 2021, ya tenemos pagados intereses por más de 2.000 millones. Después en septiembre y en noviembre se le hicieron dos pagos por amortización de capital de 1.900 millones, casi 2.000. Ahí tenemos 4.000. En enero y en los primeros días de febrero se le pagaron 1.100 millones, y el 21 de marzo se le vencen 2.900 millones de los pagos de capital. Así que eso redondea 10.000 millones de dólares. Por eso el Fondo Monetario le fijó a Argentina la fecha del 22 de marzo. El país le habrá integrado al FMI la cuarta parte de lo que recibió.
-PdI: ¿Para pagar estos compromisos se implementó un ajuste en el gasto social?
-HG: Exacto. El tiempo no es neutro y los dos años que pasaron, inexplicablemente sin acuerdo con el Fondo, fueron utilizados por el gobierno para hacer un ajuste antes del acuerdo. En mi opinión uno de los requisitos que exigió el Fondo fue, “ustedes hagan primero el ajuste, y después se sientan con nosotros para definir el acuerdo”.
La verdadera herramienta del gobierno ha sido y sigue siendo la inflación. Por eso el gobierno no combate la inflación y hasta la estimula. Porque la inflación le permite licuar salarios reales, jubilaciones y pensiones.
-PdI: ¿Cómo es el mecanismo de licuación para los salarios o jubilaciones?
-HG: El mecanismo es directo. Los aumentos de salarios nominales, jubilaciones y planes sociales fueron inferiores a la inflación. En términos reales el gasto público descendió medido contra la inflación. Se discute el nivel de porcentaje pero no hay ninguna duda sobre esto. Por ejemplo, el salario real descendió en los últimos cuatro años un 20%. Dos años correspondientes al gobierno de Macri y otros dos al de Fernández.
El resultado del año 2021 contra el 2020, según la planilla final de base caja del Ministerio de Economía da que el gasto público del último año subió un 49, 6%. La recaudación subió el 83.4%.
¿Y por qué aumentó tanto la recaudación? No ya por eficiencia de la AFIP, sino por la inflación, que hizo que los valores de recaudación nominales por los impuestos en pesos, que es fundamentalmente el IVA -con el cual una quinta parte de todo lo que gastamos nosotros va directamente al Estado-. El IVA es un acelerador inflacionario. También el impuesto a las ganancias, el impuesto a los bienes personales, el impuesto a la riqueza del año pasado, el impuesto al cheque. Ni hablar que aparte las provincias se beneficiaron con sus respectivos impuestos.
O sea que la principal herramienta recaudatoria es la inflación, es el impuesto de más rápida recaudación. La gran trampa consiste en que siempre, aunque los guarismos sean positivos, siempre salarios, jubilaciones y planes sociales van a perder con respecto a la inflación. No por razones meramente económicas o contables, sino por razones financieras. Porque a vos el sueldo la inflación te lo va comiendo día a día y vas perdiendo poder adquisitivo hasta que logras actualizarlo. Cuando vienen las paritarias y se logran los aumentos, estos son a futuro, en cuotas, en partes. Te otorgan un porcentaje que se va aplicando en cuotas escalonadas en varios meses del año. Entonces, hay dos términos que no son compatibles: el término financiero y el económico. Porque la inflación te va carcomiendo el salario todos los días.
Por ejemplo los jubilados. Tienen actualizaciones cada 3 meses. Recién ahora están emparejadas con la inflación. No la tuvieron en el año 2020, porque al revés, el gobierno dictaminó lo contrario, que la movilidad jubilatoria quedase bien abajo de la inflación. Para un jubilado cualquiera, como cualquier asalariado, su poder de compra va disminuyendo día a día. Después cada tres meses viene una actualización de la inflación, pero en el interín la inflación te la tragaste vos. Este factor meramente financiero por el desfasaje entre los ingresos y la inflación beneficia a las patronales y al Estado, por el solo hecho del paso del tiempo. La actualización posterior no contempla lo que la inflación se comió del salario en el interín. Así que no solamente los salarios y jubilaciones fueron menores, sino que financieramente con el 4% mensual de aumento de los precios, la gravedad del poder adquisitivo que pierde la población se potencia.
El año pasado el aumento de las prestaciones sociales fue solo del 33%. En valores absolutos, el año pasado se gastaron 5,4 billones de pesos, sobre un gasto total de 10,4 billones de pesos. Más del 50%.
-PdI: ¿Por eso en el paper que se conoció de las negociaciones con el FMI se habla de estudiar para reformular el sistema previsional?
-HG: El presidente dijo en su discurso del miércoles expresamente que no va ha haber reforma laboral y previsional. Yo digo que no necesitan hacerlas, ya que la inflación les está permitiendo rebajar salarios y jubilaciones. En materia jubilatoria no pueden innovar nada, salvo elevar la edad jubilatoria. Ya con la ley de Macri de diciembre de 2017 está permitido de manera voluntaria. Pero con los niveles de jubilación retrasados con respecto a la inflación, cada vez más gente sigue trabajando voluntariamente. Los regímenes especiales que dicen van a eliminar, del poder judicial y personal diplomático, son muy acotados. Pero eso rige solamente para los que tienen mucha antigüedad, porque desde hace dos años todos los jueces entran en el régimen normal y entiendo que los diplomáticos también. Así, aunque ese privilegio sea irritativo, la incidencia financiera en el presupuesto no es relevante.
-PdI: ¿Cómo evolucionaron las negociaciones?
-HG: De los dos temas que el gobierno dijo que no había acuerdo, uno era el plazo. El plazo que le dieron fue de 10 años con 4 años de gracia. O sea que van a pagar a partir de 2026 y los pagos se extenderán hasta el 2034. Cristina Kirchner pidió 20 años de plazo, sabiendo que era inviable porque tendrían que ir contra las normas del Fondo y tendrían que otorgarles a todos ese beneficio.
El otro punto eran las tarifas de energía, que el año pasado fueron de U$S 11.000 millones de dólares, con un gran peso en la importación de gas. También hay subsidios al transporte pero en una cifra menor en relación a la energía.
Son dos años de negociaciones con el Fondo. En realidad no hubo dos años, ya había acuerdos en los que el Fondo le fijaba al gobierno que empezará un fuerte ajuste, pagara U$S 10.000 millones y luego vendría el acuerdo de Facilidades Extendidas. El próximo vencimiento es el 21 de marzo.
Este acuerdo es un acuerdo de Facilidades Extendidas para reestructurar la deuda contraída por el Stand By que solicitó Macri, que se da por aprobado y no objetado. O sea, que el FMI nos presta para cubrir las cuotas del préstamo otorgado a Macri. El Fondo nos va a ir prestando la plata para pagarle al propio Fondo. Pero en el intermedio va a existir una auditoría del FMI cada tres meses para monitorear que esos desembolsos se hacen. Si Argentina no cumple con los pagos, el Fondo no hace los desembolsos y Argentina queda con la guadaña de default cada tres meses. El país se va a tener que preocupar de hacer una muy buena letra de ajuste adicional para que cuando viene la auditoría trimestral no quede en falso y no desembolsen el dinero para pagar el Stand By de Macri. El crédito de Macri queda convalidado y el acuerdo de Facilidades Extendidas sirve para pagar ese crédito.
Cuando Alberto Fernández dice que este acuerdo no impide la investigación judicial contra Macri, con la velocidad de la justicia cómplice de Argentina puede expedirse en 10 años o nunca. Como pasó con los 20 años que tardó en expedirse de la causa Olmos y Olmos II. Mientras, la Argentina hizo un acuerdo y lo empezó a cumplir.
-PdI: Con el límite de solo poder emitir el 1% del producto, ¿cómo se va a financiar el gobierno?
-HG: Este es el punto más paradójico. El objetivo final es que la Argentina, contando con un acuerdo con el Fondo, despejando los vencimientos próximos y contando con una auditoría permanente, tenga tener el crédito para volver al mercado internacional a endeudarse. Así, el concepto de sustentabilidad de la deuda es que el gobierno pueda seguir haciendo pagos de intereses y renovándola. Es el negocio del usurero.
Hasta ahora los economistas liberales nos decían que no acordar con el Fondo era quedarnos sin financiamiento, en un momento en que los créditos en dólares están a baja tasa de interés. Incluso en regiones como Europa donde esas tasas son negativas. Ahora hay que tener en cuenta que la inflación en Estados Unidos, que era del 3% anual y como resultado de las políticas implementadas para combatir los efectos de la pandemia se fue al 7%, va a llevar a que la Reserva Federal de ese país, que es un banco central privado, suba las tasas de interés de referencia norteamericana. Esto estaba planteado antes de que se desatara la crisis de la guerra en Ucrania. Ya las aumentó en forma moderada de un 0,25% por vez. Esas tasas se trasladan al mercado internacional.
Ahora, una de las exigencias del Fondo para la Argentina es que las tasas de interés sean positivas, porque este es uno de los mecanismos de atracción de capitales financieros golondrinas. Se está hablando de que se emitirán bonos por 3.500 millones de dólares para que los fondos de inversión Templeton y Pimco puedan salir de sus posiciones en pesos que tienen desde la época de Macri.
Con la crisis cambiaria del gobierno de Macri de abril de 2018 entraron una serie de fondos buitres nuevos con Black Rock a la cabeza, Templeton, Fidelity, Pimco y otros de Wall Street. Empezaron a lucrar con la compra de bonos basura de la Argentina, que estaban por el piso y los adquirieron hasta al 25% -23% de su valor- para luego reclamarlos al Estado a su valor nominal de 100%. Ese es el negocio de los fondos buitres.
La gente piensa que los fondos buitres están afuera, pero los fondos especulativos hacen negocios en el mercado local, como Templeton y Pimco, que entraron e hicieron la bicicleta financiera clásica. Se cambiaron a pesos, se colocaron en operaciones financieras, principalmente en Leliqs del Banco Central que tienen una tasa del 42% nominal y de tasa efectiva anual el 47,5% y que yo creo que pueden llegar al 50%.
-PdI: Pero si esas tasas apenas alcanzan la inflación, ¿cuál es el negocio?
-HG: El fondo especulativo va a ganar siempre. Porque al fondo especulativo no le interesa compararse contra la inflación local; sino contra el tipo de cambio, que no es lo mismo. La inflación no es lo central. Por ejemplo, el dólar se revaluó un 20-22% en el año, a la mitad de la inflación, entonces con lo obtenido con las tasas locales pueden obtener un retorno en dólares muy importante. Tienen restricciones para transferir dólares, pero pueden hacerlo a través del contado con liquidación, por eso por arrastre aumenta el dólar blue, que es un mercado chico, que no llega al 5% de los dólares que se transan en la Argentina. Este dólar refleja ese dólar mayorista que utilizan los grandes fondos especulativos.
-PdI: ¿Esta especulación se refleja en la inversión en Leliqs y pases?
-HG: Estos fondos vienen por la política del Banco Central de abrir una ventanilla paralela de endeudamiento que es más grave que la del Estado central. En estos momentos la deuda pública, en cabeza del Estado central, a diciembre de 2021 sumaba unos 377.000 millones de dólares. El 75% u 80% de esa deuda está en moneda extranjera, el resto en pesos convertibles. Pero esa no es toda la deuda nacional; ahí no están las provincias, municipios, empresas del Estado, Banco Central, organismos nacionales, fondos fiduciarios, etc.
–PdI: ¿De dónde surge el déficit cuasi fiscal por el que el gobierno de Fernández se habría endeudado en pesos a un valor equivalente a 30.000 millones de dólares?
-HG: El Banco Central es un organismo autónomo cuyas cuentas no figuran en el presupuesto del Estado.
A los 377.000 millones de dólares de deuda pública del Estado Nacional, se suman las cifras que se conocen de otras deudas: unos 25.000 a 30.000 millones de dólares de consolidado de las provincias; y a eso hay que sumar lo que se sabe de la deuda por pasivos a corto plazo del Banco Central, que excede los 100.000 millones de dólares. Este último es el déficit cuasi fiscal. Se llama así porque no se refleja en las cuentas del presupuesto, porque el Banco Central es un organismo autónomo que lleva sus propias cuentas.
Exactamente al 31 de enero, el stock de Leliqs era de 4,8 billones de pesos, que equivalían a 45.500 millones de dólares. A eso habría que sumarle unos 3,4 billones de pesos de pases pasivos equivalentes a 32.600 millones de dólares. Los pases pasivos son préstamos a cortísimo plazo que el gobierno tiene con los bancos, de 1 a 7 días. Ahora están tratando de llevarlos todos a 7 días. Eso demuestra una falta de maniobrabilidad completa del gobierno. El Banco Central además le permite a los bancos utilizar las Leliqs para cubrir parte de los encajes bancarios, permitiéndoles mayor liquidez para que estos le presten al Estado, que es el gran negocio de los bancos. Si hubiera una corrida cambiaria y la gente acudiera a los bancos masivamente a retirar sus depósitos, el Banco Central no podría devolver en pesos todo, sino tendría que dar Leliqs como parte de pago.
El principal sector subsidiado de la Argentina es el sector financiero bancario. Porque si vos tenés un Estado que sin hacer nada te vive tomando billones de pesos, con unas tasas que se terminan yendo a cerca del 48% o 50% efectiva anual; si vos tenés que pagar de intereses de Leliqs 5.000 millones de pesos por día, en un año el país paga por intereses del Banco Central el equivalente de 18.000 millones de dólares. Como no puede pagar la totalidad de los intereses los incorpora por anatocismo y por eso las Leliqs crecen como bola de nieve.
La Argentina está metida en un quantum de endeudamiento perpetuo. Está metida en un quantum de deuda por capital impagable y tiene que vivir pagando intereses hasta la eternidad y condicionar sus políticas.
Por eso el principal problema de la Argentina es financiero, no es económico. El país tiene toda la potencialidad de su material físico y humano disponible, tiene mano de obra disponible con un desempleo altísimo. Está potencialmente lista para poder crecer. Las finanzas están frenando la economía. No va a funcionar ninguna política económica si primero no se le pone el cascabel al gato de la política financiera.
-PdI: Dicen que si no acordamos con el Fondo nos caemos del mundo ¿Qué pasa si pagamos? Y ¿qué pasa si no pagamos?
-HG: Primero hay que entender que el FMI es el principal acreedor de la Argentina, 45.000 millones de dólares más los intereses que suman otros 9.000 millones de dólares. La otra función del Fondo es la de ser auditor de los otros acreedores externos del país, que quieren que haya un organismo internacional al que el país no pueda resistirse, que les informe trimestralmente como están las cuentas del país, para poder ellos moverse. El objetivo del acuerdo con el Fondo es volver gradualmente al mercado de capitales a tomar más endeudamiento.
-PdI: Fernández dice que como vamos a tener cuatro años de gracia, vamos a poder crecer y luego vamos a estar en mejores condiciones para pagar.
-HG: Ese discurso tiene el problema que se dice que debemos estar en regla con la deuda para poder crecer, cuando la deuda es el principal obstáculo para el crecimiento. No nos olvidemos que la deuda pública es de 377.000 millones de dólares, de los cuales 45.000 se le deben al Fondo. Pero el resto de la deuda Argentina la tiene que seguir pagando. Ojo con las magnitudes relativas. En el año 2020 la Argentina renegoció una deuda con los fondos buitres externos e internos por 108.000 millones de dólares, tiene que empezar a pagar el capital a partir del 2024, pero tiene que pagar los intereses todos los años.
Este año Argentina tiene que pagar por intereses 8.400 millones de dólares del Tesoro Nacional. El país paga más de 1.000 millones al año de intereses al FMI a una tasa superior al 4%, de esa cifra tres puntos son sobretasa por la magnitud del préstamo. Una sobretasa que el gobierno ha solicitado se elimine, a lo cual el directorio del FMI se ha negado.
-PdI: Fernández mencionó que China nos otorgaría un préstamo en swaps ¿Cuál es el mecanismo de este convenio?
-HG: El swap es una herramienta comercial de pase de monedas para que dos países, en este caso la Argentina y China, puedan comerciar en sus propias monedas haciendo un cambio bilateral. En Argentina, que tiene un equivalente a 20.000 millones de dólares en swap en sus reservas, constituyen una serie de créditos en descubierto para comprar a China. Esa es la finalidad original.
Cuando un país como Argentina quiere utilizar parte de esos fondos no para comerciar con China, sino para canjear por dólares una parte de los yuanes del swap para pagar otras deudas, tiene que pedir permiso al Banco Central de China. Esta operación devenga un interés y tiene condicionamientos.
Por un convenio entre el Banco Central de China y el Banco de Inglaterra se establece que el monopolio de todas las operaciones de clearing, de canjes de moneda china por monedas de otro país del mundo sea la City de Londres. Por eso se ha fijado la jurisdicción de la City de Londres como competencia para el caso que hubiera alguna dificultad con el swap con China. Por las relaciones de China con Hong Kong se estableció una relación especial con el Banco de Inglaterra.
En resumen, China puede autorizar la utilización de parte del swap para canjear monedas para pagar vencimientos de deuda convirtiéndolos en dólares. La tasa es del 7% pero imagino que si la Argentina utiliza parte del swap para canjear monedas, la tasa sería más alta.
El capital financiero manda en el mundo. Lo que sí puede hacer el gobierno es blanquear la insolvencia del país. El país no tiene ni liquidez ni capacidad de repago para cumplir con la deuda. La sostenibilidad de la deuda entonces no consiste en si puedes pagar el capital y cancelar la deuda, sino en sí puedes cumplir con los intereses regularmente, para que te renueven permanentemente el capital.
Este año, según el presupuesto que mandó el gobierno establece que le caen al país -sin contar con los 19.000 millones de dólares que hay que pagarle al FMI- vencimientos de capital por 52.000 millones de dólares. También en dicho presupuesto se establece que el país debe tomar 82.000 millones de dólares de deuda. O sea que renueva deuda por los 52 mil millones y toma nueva deuda por 28 mil millones. Los intereses son aparte y se pagan cash.
Si no se paga al Fondo, en lo administrativo no sería una tragedia, ya que hay como 30 países que están en default con el FMI, países africanos y de lugares muy pobres. Todo el proceso interno para declarar en default a la Argentina tarda como dos años, todos los buitres caerían sobre el país. Lo que puede desacreditar al Fondo es que el país haga una auditoría interna donde demuestre las irregularidades de ese préstamo, la corrupción de Macri. Y podría pedirle al FMI que se expida a través de la oficina de evaluación independiente. Este organismo interno ya se expidió en el año 2002 sobre como el Fondo le dio al país una suma que no podía pagar. El FMI escabulló en este momento, a través de un mecanismo llamado de evaluación ex post, que excusa el rol del FMI. Son 132 páginas que el gobierno se ha negado a traducir y que es importante para conocer la letra chica.
-PdI: Entiendo que lo que estás señalando es que se puede demostrar que nos están exigiendo pagar una estafa.
-HG: Este gobierno tiene la actitud hipócrita de todos los gobiernos. Se lamentan de la herencia recibida y en lugar de cuestionarla, como corresponde, la asumen. Al interior del gobierno el kirchnerismo está haciendo cualquier teatralización con tal de despegarse del acuerdo. El hecho que Cristina Kirchner se quede callada o que Máximo haga un gesto no dice nada. Pero en la práctica son tan responsables, es el corazón del gobierno actual, por eso hablo del gobierno de Fernández-Fernández.
Máximo Kirchner hizo un gesto renunciando a la jefatura de la bancada de Diputados. Eso es un gesto para que la gente crea que está en desacuerdo. Tengo que explicar por qué estoy en desacuerdo, no hacerme el ofendido. No dice que el ajuste ya lo está aplicando este gobierno. Con la inflación está bajando el salario, a los jubilados, a los planes sociales y después dicen que no hay ajuste. Le están tomando el pelo a la gente.
Por eso digo que están trabajando en tándem con Macri. Dicen lo que quieren para la galería, pero cuando llega el momento, pagan. Este acuerdo va a convalidar lo actuado por Macri. Este ex presidente se salva de la responsabilidad política que lleva a un nuevo default. El Fondo Monetario evita que el país receptor del préstamo lo cuestione. La Argentina entra en la nueva etapa en el sistema financiero internacional. Es una rendición planeada.
Entrevistó: Gustavo Giménez