La brutal represión llevada adelante por el gobierno de Kicillof, Larroque y Berni, contra las familias de la recuperación de tierras de Guernica, viene recibiendo un fuerte repudio en sectores de la población, incluso entre muchos jóvenes y trabajadores que anteriormente han votado al Frente de Todos.
Tan fuerte han sido las imágenes del operativo represivo, que en los últimos días todos los funcionarios inventan justificaciones en la prensa, lanzan campañas de mentiras o pretenden esconder su responsabilidad; el presidente Alberto Fernández diciendo que fue una decisión del juez que ellos estaban obligados a cumplir. El represor Berni culpando a la izquierda, y la frase insólita de Kicillof que dice que no fue “represión” sino “desalojo”. Pura hipocresía.
La realidad, por supuesto, es muy distinta a la que pinta un gobierno que decidió proteger los negocios y propiedad de los ricos y pegarle a los más pobres. Por un lado, es mentira que Larroque estuvo varios meses “trabajando” para encontrar una solución. Lo que hizo, permanentemente, fue intentar dividir a las familias, ofreciéndole subsidios miserables a una parte, jugando con la urgencia y la necesidad de esas familias. Y relatándole promesas flojas de papeles a otra parte.
Mientras hacía esto atacaba en la prensa a las organizaciones sociales presentes en Guernica, las acusaba de no querer una solución y en particular acusaba a la izquierda, a nuestro MST entre otras organizaciones. Sembraba confusión entre la gente y también miedo, al hacer sobrevolar helicópteros y otros métodos de hostigamiento permanente.
Lo que no puede decir Larroque, es dónde estaba su propuesta de solución. Ya que en todas las reuniones siempre dijo que el gobierno no tenía otras tierras, que pensaba comprarlas más adelante. Es decir, había que creer en promesas.
Por eso, por la fuerza de la lucha, el acta que estaba en discusión tuvo que hablar de la posibilidad de entregar algunos lotes, pero en concreto no decía ni dónde estaban, ni cuanto medían, ni cómo eran, ni tenía una fecha de cuando ocurriría. Todo eran frases generales. Y ambigüedades del tipo “una respuesta habitacional del tipo de las indicadas en los puntos Segundo y Tercero del presente (lotes y subsidios habitacionales, respectivamente”. Es decir para muchos podría haber subsidios miserables y no lotes y viviendas.
Lo mismo en relación a la transición, el acta solo decía generalidad imprecisas. Y lo único preciso era para dividir la lucha de los cuatro barrios. Por eso proponía que “los/as representantes de las organizaciones sociales y los/as delegados/as vecinales colaborarán con el proceso de desocupación voluntaria del predio de Guernica, que comenzará por el sector reconocido como “La Unión”.
Además de dividir, el acta contenía una provocación inaceptable en su punto 7, donde proponía que se fuera el barrio “La Unión” e ingrese la policía; “en la medida en que se vaya desocupando el predio de Guernica referido en esta acta, personal policial asegurará el lugar…Ante la comisión de un delito se dará inmediata intervención a las autoridades policiales y judiciales correspondientes”.
Como cierre, además mantenía en el punto 10 la amenaza siguiente: “las personas que no procedan a desalojar inmediata y voluntariamente el predio en el marco de los acuerdos alcanzados durante le intervención del dispositivo interministerial quedan sujetas a los efectos procesales”.
Por todas estas cosas es una mentira absoluta del gobierno cuando dice que buscó una solución. Fueron una larga lista de reuniones, donde esa acta se fue modificando pero sin nunca llegar a una propuesta verdadera, concreta y real.
Algunos debates
Por todo esto desde el MST, siendo una de las organizaciones de esta lucha y participante de la mesa de negociaciones, manifestamos que no aceptábamos esa acta y que no la firmaríamos. Que era un error hacerlo y que se debía profundizar el plan de lucha y exigirle al gobierno cambios en esa acta. Posición similar tuvieron el Polo Obrero, la comisión de mujeres dónde participa el PTS y otros sectores independientes. Lamentablemente, en esos momentos las otras organizaciones, FOL, OLP, FPDS, Barrios de Pie, MTR y Víctor Choque se mostraron a favor del acta y eso propusieron en las asambleas, las cuales igualmente salieron divididas. Aún así, siguieron intentando que se apruebe esa acta, hasta que esto no pudo hacerse, cuando el gobierno en la última reunión del miércoles por la tarde reconoció que no había garantías de solución para los barrios que quedaban. Y así dio por terminada las negociaciones, mientras Berni llegaría horas después con su operativo represivo.
Todo esto, por supuesto, no sirvió para preparar a fondo a las familias para la difícil situación que se venía. Y los días previos no se hicieron grandes acciones de lucha como solo nosotros propusimos en la mesa de organizaciones, sin que fuera aceptado, ya que primaba en otros sectores demasiada confianza en llegar a un acuerdo y una concepción equivocada de no hacer grandes acciones mientras se negocia.
Además, hicimos notar un error que se manifestó en varios reportes, cuando se decían cosas como estas: “en caso de despliegue policial en las próximas horas y/o si el gobierno rompe la mesa de diálogo; llamamos a rodear de solidaridad a la recuperación de tierras de Guernica poniendo en marcha el plan de lucha”. De nuestra parte creemos que eso fue un error. Porque había que actuar al revés; en medio de las negociaciones había que fortalecer el plan de lucha, precisamente para que les costara más hacer el desalojo. No “poner en marcha el plan de lucha” cuando ya el desalojo estuviera por realizarse. Porque siempre, en medio de negociaciones, hay que mostrar la mayor fortaleza posible. Por esta razón estuvimos durante la semana decisiva proponiendo hacer medidas grandes de lucha, algo que no se aceptó de manera equivocada.
Desde ya que ninguno de estos debates ni diferencias que surgieron entre distintas organizaciones durante esta lucha, elimina la responsabilidad del gobierno, de no dar soluciones y de terminar reprimiendo brutalmente. Marcamos estas cuestiones, porque tienen que servir como conclusiones para las tareas que tenemos por delante en esta lucha y en otras que vendrán.
Esta lucha merecía y merece todo el apoyo. Así lo hicimos todo este tiempo desde el MST, con nuestras y nuestros compañeros de Guernica, con trabajadoras y trabajadores de ANCLA acercando su apoyo, con Cele Fierro viniendo reiteradas veces a estas tierras a traer su apoyo. Con nuestro Movimiento MST “Teresa Vive” y la referente Mónica Sulle apoyando. Con nuestros jóvenes de los barrios viniendo a encuentros y otras actividades. Con nuestros vecinos resistiendo la madrugada del desalojo. Con todo el MST garantizando cortes y marchas cada vez que se acordó hacerlas.
Ahora, en lo inmediato, se necesita seguir apoyando a las familias que siguen sin vivienda y exigiendo soluciones. Hay que rodearlas de solidaridad, hay que seguir haciendo acciones para lograr una respuesta, mantener organizadas a las y los compañeros. Seguir en la calle como hoy que fuimos a la municipalidad a exigir respuestas. Y juntar fuerzas para todo lo que viene. Tierra para vivir.
Nahuel Orellana, MST zona sur.