En el marco de la apertura de sesiones ordinarias, Gustavo Bordet, gobernador de la provincia, lanzó varias definiciones. Nadia Burgos, dirigente del MST en el FIT-Unidad, apuntó contra lo reflejado por el gobernador: “Con Manzur a su lado, Bordet dijo que el 2021 fue el año de la reconstrucción. Su alineamiento con el discurso del gobierno nacional, hace oído sordo a los reclamos que emergen de la calle. Mientras 6 de cada 10 chicos son pobres y Entre Ríos detenta una de la ciudad más pobre del país, como Concordia, se trata de vender un relato inexistente. Los trabajadores estatales, como también los docentes, seguimos con salarios por debajo de la línea de pobreza. En el sector privado crece la precarización y la informalidad. En este marco al gobernador le decimos que si hay alguna reconstrucción que se tiene que dar, es la del poder adquisitivo de los trabajadores entrerrianos que se viene deteriorando año tras año. Y sabemos que seguirá postergada si convalidan la estafa de la deuda macrista al apoyar el pago de la deuda externa. A si mismo no vamos a permitir el recorte de ningún derecho, el déficit de la caja de jubilaciones no lo generan los trabajadores, sino las políticas de ajuste. Una vez exclamamos que el 82% móvil no se toca”.
La dirigente de izquierda también habló sobre los diversos temas a los que se hizo alusión en el discurso que se dio en el Centro Provincial de Convenciones, entre ellas Bordet adelantó que enviará a la Legislatura un proyecto de Ley de Agrotóxicos: “Bordet, otra vez, propone institucionalizar el agronegocio. No hace falta regular el uso de agrotóxicos, hay que prohibirlo. Nuestra provincia es una de las más afectadas por el envenenamiento que produce la producción intensiva de transgénicos, sin embargo, el gobernador insiste con favorecer al agronegocio con una nueva ley. Ayer fue el día del cáncer infantil y Bordet, sin importarle, insistió con una ley de “consenso” que legaliza el uso de venenos causantes del mismo. Una actitud que refleja el descaro de un gobierno que pone por encima las ganancias de los dueños de este modelo, antes que la salud y soberanía alimentaria de las mayorías”.
También comentó sobre el proyecto que Bordet envió a la Legislatura para la creación de una Fiscalía Anticorrupción: “No estamos en tiempos de medidas cosméticas y a mitad de camino. La creación solo de una nueva fiscalía, no va a cambiar el carácter corrupto, clasista y patriarcal de la justicia. Parece un chiste que, mientras se lleva a cabo un juicio plagado de irregularidades al socio político (Urribarri) que catapultó a Bordet a la gobernación, se decida impulsar una fiscalía a modo de maquillaje. La corrupción no va a terminar si el control de los negocios espurios se da entre los poderes que trabajan en connivencia y en conjunto con los sectores concentrados. Si de verdad se quiere un cambio en la justicia, hay que impulsar una reforma que termine con los jueces y fiscales vitalicios, además de implementar la elección de los mismos a través del voto popular en elecciones separadas de los cargos políticos con mandatos de cuatro años”.