Esta vez fue Edenor la que se llevó el premio. Dejo a millones de personas del AMBA sin luz. Lo hizo en medio de uno de los días más calurosos del año. También sufrieron cortes 60.000 usuarios de Edesur. No hay justificación para las distribuidoras de energía que han invertido poco y nada, son sostenidas por subsidios estatales millonarios y exigen aumentos de tarifas enormes.
El corte, que se extendió por más de siete horas para la mayoría de los damnificados, mantenía ya entrada la noche de este martes 11, a 200.000 usuarios sin energía eléctrica, y más de 25.000 seguían sin luz esta mañana. Con 40° de calor, la falta de refrigeración y de agua en los que utilizan bombas elevadoras, las dificultades para movilizarse de ancianos o enfermos que viven en edificios altos, las millonarias pérdidas en alimentos y medicamentos de vecinos y comerciantes, o en equipos electrónicos afectados por los golpes de tensión, el apagón de muchos semáforos, las demoras en las líneas de subte A y D, volvieron a amargarle innecesariamente la jornada a millones de trabajadores y vecinos.
Según informa la empresa Edenor los cortes habrían empezado por desperfectos técnicos que desengancharon las estaciones transformadoras y afectaron a máquinas en las generadoras de energía en la localidad de San Martín, al noroeste del Conurbano. Se “produjo una perturbación que afectó inicialmente el servicio en algunas zonas de los partidos de Tigre, San Fernando, San Martín y posteriormente se produjeron salidas se servicio de máquinas generadoras de la central Nuevo Puerto. Se afectó a gran parte del corredor Norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano”, informaba un comunicado emitido por el ENRE (Ente Nacional Regulador de Electricidad), a primera hora de la tarde. Casualmente la página web de este organismo estatal dejó de funcionar en medio de semejante corte.
La empresa Edenor pidió disculpas y le echó la culpa a que la demanda de energía eléctrica estuvo cerca de superar el récord histórico de demanda. Los economistas liberales amigos de la privatización volvieron a echarle la culpa a que las tarifas estarían muy bajas y no cubrirían la inversión de las empresas y los costos de generación. Reconocen de paso que el gobierno viene gastando cerca de U$S 10.000 millones por año en subsidios, que ahora se eliminarán para trasladarle el tarifazo a los usuarios. Una gran parte de estos amigos de las compañías, reivindican los tarifazos del 1.000%, impagables de Macri.
El gobierno por su parte ya eliminó los subsidios en el fallido proyecto de Presupuesto 2022 y pretende que se los reemplace con un tarifazo que arranca con el aumento del 20% en la tarifa y que continuaría con la eliminación de subsidios para 500.000 grandes usuarios. Para, de esta forma, responder a las exigencias de seguir bajando el déficit fiscal que pide el Fondo Monetario.
Más allá de los matices, ni el oficialismo ni la oposición de derecha exigen abrir los libros de contabilidad de las empresas para conocer sus reales ganancias. Empresas que siguen realizando grandes negocios a costa de prestar un servicio pésimo, que no puede superar un aumento de la demanda eléctrica en verano. Algo totalmente previsible y para lo que no quieren invertir lo necesario para prevenir sus consecuencias.
Los vecinos indignados estuvieron cortando en distintos puntos de la Ciudad, como el que ilustramos en Gral Paz y Emilio Castro, exigiendo la restitución del servicio en forma inmediata.
Por eso no hay salida con estos buitres administrando un servicio tan básico e imprescindible como es el suministro de energía eléctrica a la población, comercios e industrias del país. Hace falta retirarles ya las concesiones a Edenor y Edesur sin pagan ninguna indemnización por ello. Al contrario, las empresas deberían ser investigadas y obligadas a resarcir al pueblo argentino por todas las perdidas y daños que han ocasionado sus múltiples cortes del servicio.
Como propone el MST en el FIT Unidad, para contar con un suministro de energía eficiente y barato, junto a Edenor y Edesur, deben ser nacionalizadas todas las empresas del área energética y puestas a trabajar con control de sus trabajadores y usuarios.