Venimos de días donde el fuego mantiene en vilo diferentes zonas de país. Para ser más precisos, 12 provincias presentaron focos de incendios y vivenciamos verdaderas catástrofes ecológicas y sociales. Flora y fauna perdidas para siempre y al menos dos vidas humanas de trabajadores que luchaban contra el fuego.
Como si esto ya no fuera suficiente, en un contexto de crisis climática, sanitaria y económica, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que practica un mutismo selectivo decidió difundir vía Twitter unas placas donde expresó su satisfacción porque “el 2021 cerró con la superficie quemada más baja de los últimos 5 años”. Un cinismo y un negacionismo completo de las consecuencias ecosistémicas de las hectáreas perdidas. El mismo informe del área de manejo de fuego que cita establece que: “El fuego genera una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la pérdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región. Se ven afectados los servicios ecosistémicos que brindan los distintos ambientes, como los valiosos servicios que aportan humedales y bosques. El impacto más notorio sobre la fauna se presenta en la pérdida de su hábitat y nichos ecológicos, reduciendo la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto prolongado en el tiempo luego del fuego”.
Cabandié demuestra así, una vez más, su ignorancia extractivista. Desconocer el efecto acumulativo de los incendios, en este caso, es para fortalecer una perspectiva que promueve la profundización del modelo extractivista y saqueador. Sobradas muestras existen de que el 95% de los focos de incendios se dan por acción humana. No nos vamos a cansar de denunciar que detrás de cada hectárea perdida está el agronegocio, la ganadería extensiva, la especulación inmobiliaria y las mineras, dependiendo del lugar del país donde miremos.
No hay lugar para lecturas ingenuas, o se gobierna para el pueblo y la naturaleza o se gobierna para los sectores concentrados. Cabandié eligió hace mucho y selló su acuerdo con las corporaciones con la aprobación de la exploración sísmica en el mar argentino. Están dispuesto ver nuestro país arder, con el mar empetrolado, seco y desmontado con tal de juntar dólares para el FMI.
Queda a la vista que ni el Frente de Todos ni Juntos van a desarrollar el camino tan exigido por las mayorías sociales de recuperación del sistema productivo, energético y marítimo al servicio de la deuda que el Estado tiene con el pueblo. Una vez más, desde la izquierda con el MST en el FIT-U y la Red Ecosocialista estaremos en las calles de todo el país exigiendo #ApaguenElFuegoYA y #MarSinPetroleo, junto con la renuncia de Cabandié. Hoy más que nunca tenemos que hacer posible lo necesario. Luchemos por producir democráticamente desde la agroecología y al servicio de las y los trabajadores y sectores populares; con modelos energéticos sustentables; con planes de recuperación de nuestra biodiversidad perdida, en algunos casos al borde de la extinción. Seguir el camino que emprendió el pueblo de Chubut, echando a patadas a las multinacionales y al FMI para recuperar la soberanía de las decisiones y de la política, es necesario en camino de conquistar una democracia de la clase obrera y ecosocialista.