El país se encuentra bajo emergencia ígnea por doce meses ante los numerosos incendios en el sur del país y los territorios del delta. Organizaciones ambientales y políticas exigen mayores respuestas y plan de prevención.
Los incesantes incendios en el país no dan tregua a pesar del enorme esfuerzo para frenarlo de brigadistas y pobladores locales. Entre las provincias mas afectadas se encuentran: Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Formosa, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
En los últimos quince días los incendios se fueron propagando de manera descontrolada por la falta de un plan de prevención concentro y efecto, denuncian ambientalistas y organizaciones políticas de izquierda. Las nubes de humo invaden las ciudades y complejizan la respiración de miles de habitantes.
El aire se ha vuelto irrespirable por momentos en la ciudad de Rosario y en las redes sociales no para de crecer el descontento ante la inacción de las autoridades nacionales, provinciales y municipales para frenar los incendios en la zona de islas frente a la ciudad. Según Matías de Bueno, director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR): “Desde el 27 al 29 de este mes, el aire que se respira en Rosario se encuentra 2 y 12 por encima de las guías de calidad establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)” dijo en la agencia Telam.
El día martes 28 de diciembre a través de fotografías satelitales aportadas por la NASA se detectaron 415 focos de calor en la provincia de Santa Fe. Una radiografía de la crisis y la confirmación del fracaso en políticas de prevención por parte de las autoridades de Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, dirigido por Juan Cabandié junto con sus pares provinciales.
Colastine norte- Santa Fe Colastine norte- Santa Fe
De esta forma, según algunas estimaciones provisorias solamente Delta del Paraná, en jurisdicción de Entre Ríos, se han quemado cerca de 1.600 hectáreas. Cerca de la capital santafesina, específicamente en la localidad de Arroyo Leyes se han perdido viviendas y los vecinos se autoorganizan para colaborar con las dotaciones de bomberos voluntarios que se ven saturadas por la situación.
Volvamos a las calles
Los incendios vuelven a tomar protagonismo en gran parte del país y combinados con las altas temperaturas hacen de la vida de las poblaciones un verdadero calvario. La crisis climática provocada por la anarquía productiva capitalista da cada vez mayores muestras de sus efectos destructivos sobre la naturaleza y la humanidad.
Por lo tanto, es hora de volver a las calles en todo el territorio nacional, recuperar la potencia de las movilizaciones contra el acuerdo porcino con china, por la ley de humedales, la megaminería en Chubut. Sobre esa experiencia acumulada debemos tejer lazos con las y los trabajadores de todas las reparticiones sindicales ya que eso fue clave para el triunfo contra el lobby minero en Chubut y el ecocida de Arcioni.
Ya se comienzan a evidenciar algunos ejemplos como la convocatoria de hoy 30 de diciembre en plaza San Martin en Rosario, para exigirle al gobierno que destine aviones hidrantes para apagar el fuego en las islas. Es momento que denunciemos que los dólares que el gobierno nacional, conducido por el Frente de Todos (PJ), con aval de toda la derecha y los libertarios, piensa recolectar para al FMI es a costa de mayor contaminación y además es el dinero que luego falta para adquirir mayor equipamiento en la prevención y extinción de incendios de enorme, pero además son los fondos que podrían destinarse para iniciar una real transición productiva y energética que tienda a mejorar la vida de las mayorías y no a incrementar las riquezas de los capitalistas.
Desde la Red Ecosocialista y el MST en el Frente de Izquierda Unidad seguiremos poniendo toda nuestra fuerza militante al servicio de esa lucha. No nos resignamos a imaginar que este podría ser el último verano mas frío, mucho menos creer que nada ya se puede hacer. No está escrito en ningún lado que el cambio climático no pueda revertirse, se necesita una enorme fuerza militante y política dispuesta a disputar poder y arrebatárselo a los que nos dicen que debemos acostumbramos a vivir en estado de emergencia climática de manera permanente.