martes, 5 noviembre 2024 - 22:16

Las voces mapuches

Aquí, los testimonios de Soraya Maicoño y el lonko Mauro Millán, de la Lof Quemquemtrew en lucha. Ella dio una conferencia de prensa el sábado 23 en Buenos Aires, en el Serpaj, y él participó por zoom. Alejandro Bodart, Alejandrina Barry, Pablo Bergel y otros referentes llevaron allí su solidaridad. La CIDH pidió informes al gobierno nacional por el bloqueo a la comunidad. El 6 de noviembre habrá una asamblea abierta en apoyo al acampe.

Soraya Maicoño

Muchas gracias por esta posibilidad de visibilizar lo que está sucediendo en el Lof Quemquemtrew, en este legítimo retorno al territorio que fue dado el 18 de septiembre y el 24 fue desalojado por la policía de Río Negro. Desde ese día hasta hoy nuestros pulamien se encuentran escondidos, resguardados en el monte. El juez Calcagno y la fiscal Cendón no permiten que salgan y además, si salen, el territorio quedaría en manos del huinca.
La Cuesta del Ternero es un territorio mapuche ancestral, donde conviven muchas lof. Allí se ha asesinado hace ya más de 20 años a la papai Lucinda Quintupuray y luego a su hijo. Siempre el gobierno de Río Negro ha tenido sus garras en el territorio… Una zona donde se ha desmontado el bosque nativo y se ha impuesto la plantación foránea de pino, que causó daños gravísimos en la tierra y el agua. Y es un combustible dañino cuando se propagan los incendios.
En el Lof tenemos hermanos y hermanas mapuches, que para resguardarse de los tiros quedaron en territorio. No tienen permitido recibir comida ni abrigo… Ambas fuerzas, policía y gendarmería, despliegan una fiesta con mucho alcohol y música. Allí estamos a merced de ellos, sin comunicación, a unos 15 km de la ruta provincial 40. La situación es grave porque el Estado, en vez de asumir la responsabilidad del genocidio sobre nuestro pueblo, apela a instalar un relato falso, estigmatizante: que todo pueblo originario u organización social que se opone al avance extractivista se convierte en un enemigo interno hacia el país. Por ende, el relato hacia nosotros es que somos los terroristas, peligrosos, delincuentes, vándalos.
Esto les sirvió para generarse un autoatentado en El Bolsón. En pleno centro, lleno de cámaras, “casualmente” apareció incendiado el Club Andino, lugar que avala todos los negocios del intendente Bruno Pogliano, el Proyecto Laderas, el avance de la Pampa de Ludden, y de Joe Lewis, amigo de Macri. Estamos a merced de todas esas personas que, además de ser empresarios con mucho dinero, tienen comprados o de aliados al Poder Judicial, al poder político y al poder mediático.
El Estado le adjudicó por 90 años un permiso para forestar pinos en más de 2.500 hectáreas a Rolando Rocco que ni siquiera es un ocupante fiscal ni mucho menos un empresario o un propietario fiscal como dice La Nación+: Rocco es una pantalla… Esa zona, mal llamada tierra fiscal, está siendo entregada a grupos qataríes, a grupos belgas como Burco, como Sutton, a testaferros como Del Gaudio, Rocco y diferentes funcionarios del poder político de Río Negro. Nosotros como pueblo no podemos pretender que el Estado tenga una mirada compasiva, ni el Estado rionegrino ni el nacional. Porque el Estado nacional también se muestra como un Estado pro-minero Allí también alcanza la Cuenca del Ñirihuau que es toda una zona de sacrificio, en donde se pretende avanzar con diferentes proyectos extractivistas.
Ese es el motivo por el cual se está denigrando a nuestro pueblo una vez más. Se instala la idea del terrorismo y el enemigo interno; que nosotros como pueblo mapuche tenemos en vilo a la localidad de El Bolsón y a la Patagonia. Eso no es cierto. Lo único que queremos es el retorno legítimo a nuestro territorio, a reestablecer el equilibrio, a sostener nuestras prácticas espirituales y el resguardo de las aguas del Río Chubut y el Río Quemquemtrew…
Tenemos que empezar a entender, a asumir que esta realidad nos toca como pueblo y no sólo como pueblo originario. Todos los que nos opongamos a cualquier emprendimiento extractivista vamos a ser llamados terroristas. Y a eso apuntan el gobierno nacional, provincial y todos los gobiernos de Latinoamérica. Entonces, tenemos que pararnos. Pararnos como un gran pueblo, de pueblos originarios y organizaciones sociales, dejar de mirar hacia nuestro propio ombligo, pararnos en esta causa. Hoy es Quemquemtrew, también son nuestros hermanos qom, el desmonte en Córdoba, la falta de agua en el sur de Chubut. Y todas estas decadencias que estamos viviendo tienen un solo responsable, que son los gobiernos que llegan al poder… están allí porque los ponen los mismos empresarios que se quedan con nuestros territorios y esto es lo que tenemos que denunciar.
Nosotros no tenemos miedo. Y sepan, sepa Arabela Carreras, sepa Weretilneck, sepa Pogliano, sepa Lewis, sepan los dos Fernández -el ministro de Seguridad y el presidente-, sepan todos y todas que nuestros lamien están dispuestos a dar la vida por el territorio…
Quiero agradecer a las fuerzas que nos acompañan, a nuestros ancestros que nos dan el camino, a los lonko y a todos esos ancianos y ancianas que ya no están con nosotros, pero que nos marcaron el camino y nos mostraron que la única forma digna de vivir es retornar a los territorios ancestrales. No nos queda de otra… Esta lucha no es exclusiva del pueblo mapuche: es de todo el pueblo argentino, si se quiere, o de cada uno de los que vivimos y convivimos en el territorio.
Esa es la situación. Por eso apelo al corazón de los vecinos y vecinas, de todos aquellos que están todavía contagiados por lo que dicen los medios de comunicación, que están planteando un relato completamente nefasto, mentiroso, fascista, que traten de mirar hacia adentro, que traten de recordar a sus padres, a sus abuelos, abuelas, que puedan entender cuál es el motivo por el cual nosotros estamos resistiendo.

Soraya Maicoño, junto a Pablo Pimentel y Laura Jara Suazo.

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Mauro Millán

Quiero empezar por mencionar a dos langen, Isabel Catrimán y Gloria Colihueque, a punto de ser juzgadas. Gloria, con una causa penal por un relato inverosímil, e Isabel, disputando el territorio contra privados, entre ellos un expropiador de Chubut, el abogado Samame. Traigo este tema para describir lo que sucede en el mundo mapuche. Así como Isabel enfrenta una situación judicial tan despareja, así lo viven muchos en este Wallmapu, donde existen más de mil comunidades. Sin embargo, hace muchos años se está generando en el pueblo mapuche un proceso de solidaridad, de acompañamiento, de compromiso.
Cuando nos enteramos de la recuperación del Lof Quemquemtrew, lo primero que pensamos desde varias comunidades era garantizar algo básico que se le estaba cercenando: el acceso al alimento. Y supimos que la decisión política ya estaba tomada y que el aparato judicial rionegrino iba a convalidarla y generar ese ámbito de tortura. Entonces viajamos para allá con la misión de generar un corredor humanitario. Y quienes iban adelante son las mujeres mapuche, que son vanguardia… Cuando llegamos a ese retén instalado, la policía del COER nos caga a tiros. Pero pese a esa situación de violencia ninguna de las pu-langen reculó.
Cuando la gobernadora Carreras determina terrorismo, a mucha gente le traerá muy malos recuerdos. Terrorismo es una palabra que nos condena a la muerte. El Estado rionegrino, chubutense, neuquino, generan un escenario que propicia la muerte y tenemos que denunciarlo. Ya está la decisión de esos mandatarios provinciales y hay una ambigüedad del Estado nacional, que genera que esta ideología de muerte se posicione cada vez más. Entonces apelamos a la sociedad civil, que en algún momento también le puso el límite a la dictadura, a los milicos, a la represión, a la corrupción de la justicia.
Esto no sólo ocurre en territorio mapuche: todos los pueblos originarios viven prácticamente lo mismo que nosotros. ¿Cómo no vamos a seguir planteando nuestra vida, nuestro futuro, en un territorio? ¿Cómo olvidar si el primer acto gubernamental del Estado argentino fue un intento de genocidio, porque no nos pudieron exterminar? Hay un mandato constitucional que el Estado no cumple en lo absoluto. Cuando se reforma la Constitución nacional en el año ’94 se plantea “la entrega de tierras aptas y suficientes”. Eso jamás sucedió. Todo lo contrario: hubo un retroceso, invasión del latifundio sobre comunidades mapuche. Ya es algo insoportable. ¿Cómo no vamos a tener una actitud de salir a recuperar el territorio cuando se está planteando el futuro y la existencia de nuestro pueblo?
Esta “democracia” no sólo se achata, sino que se amolda a los intereses de una minoría que ha tenido privilegios desde que se fundó el Estado. Entonces, para de una vez por todas poner límite, es importante buscar estas alianzas… Los primeros que se hicieron presentes fueron los vecinos de El Bolsón, de El Hoyo, algunos de Bariloche. Nada tiene que ver con la narrativa de La Nación, de Clarín. Hay un reflejo de solidaridad de la sociedad civil no mapuche que a mí me conmueve. Entonces doblemos esa apuesta. Varias comunidades propiciamos un füta-trawun, un gran encuentro, un parlamento. Vamos a generar este ámbito de diálogo lo antes posible. Queremos que el último día vengan hermanas, hermanos, compañeras, compañeros, que defienden la libertad y los derechos humanos. Va a ser seguramente en el territorio del Lof Quemquemtrew o en el acampe.
Siempre nos preguntan: “¿Ustedes reconocen a la Argentina?” ¿Cómo no vamos a reconocerla? Reconocemos que éste es el pueblo argentino y reconocemos también a esas élites que se han perpetuado en el poder. La situación en la Patagonia es compleja para el pueblo mapuche-tehuelche… El conflicto no es el mapuche: el conflicto lo tiene el propio Estado argentino. Y si sus dirigentes no lo saben resolver, la propia sociedad argentina debe empezar a buscar un camino de resolución.

Mauro Millán
  1. Alejandro Marmoni, director de Tierras del INAI, publicado en el portal oficial Argentina.gob.ar (11/8/21).
  2. Los dueños de las tierras “argentinas”, nota publicada en el portal elextremosur.com (9/11/20).

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