En el marco del ciclo de charlas sobre las propuestas de izquierda para una discusión política profunda, la candidata a diputada nacional por el MST en el FIT-Unidad, Nadia Burgos, encabezó la actividad Capitalismo en crisis, naturaleza en disputa. Frente al lobby extractivista, propuestas ecosocialistas.
La charla recorrió todas las discusiones actuales en materia ambiental, desde la Ley de Etiquetado frontal y su relación con los sectores concentrados que determinan el tipo de alimentación de la sociedad; pasando por la discusión sobre el agronegocio, los agrotóxicos y la forma de producir alimentos; hasta el debate sobre cuáles son los proyectos ecosocialistas que la izquierda va a presentar en el parlamento.
Nadia Burgos abrió la charla con los problemas que trae la relación del lobby de la industria alimenticia y la Ley de Etiquetado frontal, proyecto que se tratará en la Cámara de Diputados el próximo 26 de octubre. La candidata resaltó la gravedad que tiene en nuestras vidas que un sector concentrado y monopólico determine cómo tiene que vivir la sociedad, cómo tiene que comer y qué es lo que no se puede comer.
Burgos afirmó: “Uno de los resultados de esta situación es que en el país el 40% de las niñas y los niños tengan sobrepeso, el mismo porcentaje de pobreza que hay hoy en Argentina. Además, hoy tener sobrepeso significa que se está comiendo mal por no tener la posibilidad de elegir los alimentos necesarios para una buena alimentación. Este problema con los niños y las niñas pobres es preocupante por que no pueden recibir los nutrientes necesarios que se necesitan en un día”. Además de esto, Nadia también explicó el rol Estado y su relación con los comedores comunitarios, donde estos últimos caen como víctimas de los negocios entre el gobierno y el lobby de las empresas alimenticias, un ejemplo de esto fue lo que se hizo con las comunidades wichís.
Continuando con el tema de la alimentación, la charla continuó con la relación que tiene la concentración de tierras y la monopolización de la producción, este eje íntimamente relacionado con la utilización de agrotóxicos en nuestro país. Sobre este debate, Burgos indicó que “en el mundo solo hay 4 empresas que concentran el 100% de la producción de los transgénicos. Hoy en nuestro país la mayor cantidad de producción tiene que ver con transgénicos y con los agrotóxicos. Además, hay 5 compañías que monopolizan y concentran la producción y la distribución de los granos a nivel mundial, esto se replica en Argentina, ya que hay 10 industrias que controlan la producción y la distribución de los alimentos ultra procesados. A toda esta lógica también se le suman los intereses de las empresas farmacéuticas y de los bancos, los cuales establecen las formas de financiación y las lógicas de especulación. Otro de los actores de esta forma de producir son las empresas petroleras, ya que no hay agrotóxicos ni transgénicos sin los combustibles fósiles”. Nadia finalizó su intervención de este eje explicando que “mientras se siga con esta lógica de concentración, no solo de las tierras y de la producción, sino también de las decisiones, lo que va a suceder son acciones como el freno de la Ley de Etiquetado por parte del lobby de las empresas alimenticias, haciendo que lo que se siga priorizando sean las ganancias de estos sectores por sobre las necesidades de las mayorías populares”.
Los participantes de esta charla aportaron a la discusión en este eje la relación que tiene esta forma de producir con la crisis climática y capitalista que atraviesa el planeta, y cómo los principales dirigentes políticos o no reconocen o no hacen nada para detener esta situación y así no alterar ninguno de los intereses de la burguesía.
Uno de los temas de cierre de la charla fue sobre por qué es necesario que la izquierda tenga representación en la Cámara de Diputados y cuáles son los proyectos ecosocialistas que se van a presentar en el parlamento. Nadia se encargó de enumerar 3 proyectos centrales para la discusión del modelo de país que responden a las necesidades de las mayorías.
El primer proyecto a presentar, indicó que sería una reforma agraria y ecológica para recuperar las tierras y repoblar el campo. Esto es uno de los cimientos para discutir un nuevo modelo productivo que nos lleve a una transición agroecológica. La candidata a diputada explicó que “esto terminaría con los intermediarios que existen entre el productor y el pueblo, y sea este el que decida que se tiene qué producir. Además, esta reforma terminaría con la lógica de producir para generar divisas que terminan en el pago de deudas que el pueblo nunca pidió”.
El segundo proyecto de ley que se nombró fue para declarar imprescriptibles los delitos ambientales, para terminar con el accionar contaminante de los terratenientes y de las multinacionales. Esta ley, que realizaría un cambio en el código penal, terminaría con las quemas de humedales, con la apropiación de lugares públicos para la especulación inmobiliaria y con la lógica contaminante de las multinacionales del fracking y la megaminería.
El último proyecto que se comentó fue el de la presentación de la Ley de Humedales. Nadia Burgos explicó: “Esta ley tiene que tener algunos puntos fundamentales para que su cumplimiento sea efectivo. Para que suceda esto, tiene que declarar a los humedales como bienes intangibles, que se le de el valor ecosistémico que realmente tienen. También se tienen que prohibir la producción extractivista sobre los humedales. Además, esta ley es necesaria a la hora de discutir el uso de las hidrovías, ya que el sobredragado que se realiza en los ríos afecta directamente a los humedales. Por todo esto, declarar a los humedales como bienes intangibles permite pensar en otra lógica y otra perspectiva al uso que se les da a los ríos. Pero para que tenga sentido esta ley es necesario el control social de las poblaciones, porque si no el control cae en manos de quienes habilitan todos los negociados de los sectores extractivistas”.
La actividad terminó con un enriquecedor debate entre todos los participantes de la charla, donde se discutieron temas como el incumplimiento de leyes ambientales por parte del gobierno y los distintos planteos que hay en la izquierda a la hora de discutir la producción en actividades contaminantes, como lo son el fracking y la megaminería.