viernes, 22 noviembre 2024 - 13:53

Anuncios. Festeja el agronegocio

Con la presencia de Alberto Fernández, CFK, Manzur y Domínguez; más el acompañamiento de manera virtual de gobernadores como Bordet se anunció la Ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial.

Entre otros puntos, esta iniciativa promovida por el Consejo Agroindustrial Argentino y respaldada por el gobierno y la oposición de derecha apuntala la producción agroindustrial de 24 cadenas de valor del país para generar divisas, prevé el otorgamiento de un plazo de 10 años para la amortización de las inversiones, el recupero anticipado del IVA, un bono a futuro para la inversión en semillas y la definición de la ganadería como un bien público de consumo popular.

Gobierna FMI y al que no le gusta…

Este anuncio muestra cómo el gobierno está decido a profundizar el giro a derecha de su gabinete y sus políticas. Tras la derrota electoral, no es casual que la primera foto juntos de Cristina y Alberto sea para tirar un guiño a los sectores concentrados del campo. En palabras del presidente, este anuncio es “un paso para ponerle fin a una disputa de años entre el agro y la industria y la industria y la tecnología”. Y puntualizó que se busca un “campo con más tecnología, más producción y la industria asociada al campo, para producir alimentos industrializados”.  ¿Con qué objetivo? Generar dólares para el pago de la deuda externa. El día que el INDEC marcó que en nuestro país la pobreza alcanza a 18 millones de personas se consolida un camino de unidad entre el gobierno, las exigencias del FMI y las ganancias de las patronales del agronegocio, profundizando una orientación extractivista, saqueadora y dependiente.

Intentando maquillar esta orientación escuchamos decir que se apuesta a la generación de 700 mil nuevos puestos de trabajo hacia el 2030 y que se va a consolidar a la Argentina como líder en la producción de alimentos, apostando a la “cultura del encuentro”, partiendo de que “todos han sido oídos”. Una vez más el Frente de Todos apuesta a un “todos” que es con la entidades del agro, en pos de juntar dólares para el pago de una deuda ilegítima y que profundiza un camino de pobreza estructural y saqueo ambiental. Se habla de interés y seguridad alimentaria, pero los anuncios buscan legalizar, vía su tratamiento en el Congreso, la utilización de más agrotóxicos y de nuevas semillas como el trigo transgénico. El FMI avanza con pasos firmes en digitar la política económica y social en nuestro país.

Contra todo pronóstico capitalista, el modelo de agronegocio en más de 20 años solo profundizó los problemas estructurales. Ni graneros, ni supermercado del mundo, la profundización de esta orientación consolida nuestro país como zona de sacrificio. Nos empuja a consecuencias ambientales catastróficas en el marco del creciente cambio climático, y como resultado a condiciones sociales de existencias de profunda precarización de la vida.

Salir del agronegocio no solo es necesario, sino urgente

Desde el MST en el FIT-Unidad y la Red Ecosocialista rechazamos esta arremetida y nos organizamos para seguir luchando por otro modelo productivo, uno al servicio de las necesidades de las mayorías sociales. Una vez más sabemos que si festeja el agronegocio, los pueblos fumigados nos tenemos que preparar para más luchas.

Pero además sabemos que la pelea es profundamente política y que ninguna medida que se tome a espalda del pueblo puede ir a buen puerto. Para generar alimento y trabajo genuino es necesario una trasformación total de los modos de producción y de la toma de decisiones. Frenar desmontes y quemas; impulsar una transición productiva camino a la prohibición de la industrialización animal, los agrotóxicos y transgénicos. Promover la democratización de los modos y lugares de producción,  impulsando una reforma agraria agroecológica. Estamos convencides que somos las poblaciones quienes tenemos que decidir qué y cómo producir. Es necesario para esto desconocer la deuda externa, redireccionando los dólares a saldar la deuda interna. Y es urgente arrebatar las decisiones a los pooles de siembra, bancos y empresarios. La defensa de nuestros bienes comunes es innegociable. Si sobra derecha extractivista, que crezca la izquierda para dar vuelta todo.

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