El resultado arrojado por las PASO en Córdoba, significó un duro golpe para los gobiernos nacional y provincial. Schiaretti y el PJ provincial pasaron de un 57% en las provinciales de 2019 a un pobre 24% hace unos días.
Por el lado del Frente de Todos, la merma del caudal electoral en relación a las PASO 2019 también fue mayor al 50%, pasando del 23% al 11% en esta ocasión. La lista encabezada por referentes derechosos como Gill y Caserio, los llevó a un fuerte retroceso general y en la capital en particular, quedando a menos de 2 puntos por encima del FITU.
El rechazo estuvo impulsado por el malestar social reinante, que ha puesto a Córdoba en lo alto de los rankings nacionales de desocupación y pobreza.
Juntos por el Cambio, que propone profundizar aún más el ajuste, fue quien contradictoriamente consiguió capitalizar parte de este descontento y ganar la elección. Dentro de este espacio, se alzó con el triunfo la lista encabezada por Luis Juez, quien se mostró como el “ala más dura de Cambiemos” intentando mostrarse como una opción anticorrupción y anti privilegios.
Derechización, nuevo escenario y viejas políticas
Las dos listas del PJ, la nacional y la provincial, basaron su campaña en el apriete a los intendentes del interior e intentaron sacarle el jugo a las obras de ambos gobiernos. Nada de esto funcionó, esta vez no lograron tapar con cemento electoral el desastre social del que ambos espacios son responsables.
El otro que perdió en Córdoba fue Macri, ya que su delfín Negri perdió frente a Juez que cosechó casi el 60% de los votos del espacio y se perfila como el principal opositor por la disputa por el gobierno provincial en 2023, en el que el PJ por primera vez no podrá contar con sus históricas cartas fuertes: ni con el fallecido De la Sota ni con Schiaretti, que no podrá presentarse ya que sería su tercer mandato consecutivo.
Este panorama ratifica lo que dijimos durante la campaña, los de arriba se pelean por ver cuál es más de derecha y así cosechar el voto más conservador. Mientras por abajo, la gente harta de la miseria trata de castigar a los gobiernos con lo que tiene a mano. Por lo tanto, el desafío de la izquierda es aparecer como la fuerza que verdaderamente puede enfrentarlos en las calles y también en el Congreso.
Importante elección de la izquierda
Ir a internas en el FIT Unidad se demostró muy correcto, ya que sirvió para instalar y comenzar el necesario debate sobre qué izquierda hace falta, que por supuesto seguirá desarrollándose. También permitió atraer a un sector de votantes y aumentar el caudal electoral del FITU a 4,32%, un salto del 40% en relación a las PASO del 2019 y un 70% con las generales de ese año.
Nuestra lista realizó una gran elección, quedando segundos en la única interna del FITU que contó con 3 listas, logrando cosechar mucho apoyo y atraer a sectores que por primera vez votaron a la izquierda. Surgimos de estas PASO como la organización de izquierda que más votos aportó al resultado general del frente, ya que la lista que ganó la interna divide sus votos entre dos partidos.
El casi 30% cosechado es sin dudas un gran resultado teniendo en cuenta que fue la primera vez que nuestra compañera Luciana se presenta como candidata del FITU y que la lista ganadora fue encabezada por la figura histórica de la izquierda, que ha sido cabeza de lista en todas las elecciones desde 1999 hasta hoy.
La campaña también nos permitió instalar ideas fundamentales de cara al futuro, como la de que es posible superar la catástrofe social con medidas de fondo, como las que proponemos desde la izquierda. Y que para avanzar en este camino tiene que renovarse y revolucionarse a sí misma.
Para evitar que la izquierda retroceda en las generales de noviembre (lo que ha sucedido en 2017 y 2019) y concretar el necesario avance que nos permitiría disputar una banca, es necesario construir una campaña unitaria y plural, donde se escuchen las voces de todos los espacios que conformamos el frente e hicimos posible este importante resultado.
Tenemos la gran responsabilidad y el desafío de ampliar el terreno conquistado.
Viki Caldera