El presidente Alberto Fernández encabezó hoy un acto del Frente de Todos con claro tono electoral, a menos de dos semanas de las elecciones PASO del 12 de septiembre. Lo hizo acompañado pro candidatos de su espacio y por funcionarios.
El motivo del evento no fue otro que el intentar cortar una semana negra para el gobierno, donde tras la aparición de fotos y videos del cumpleaños en Olivos, se sucedieron un error tras otro del presidente, que lo fue deteriorando frente a franjas de la sociedad, incluido de su propios votantes.
Como es notorio, todos los analistas e incluso diversos sectores del propio frente de gobierno, reconocieron la caída en la imagen del presidente, la falta de credibilidad y la necesidad de intentar salirse, lo antes posible, de esta coyuntura que lo desgasta y perjudica frente a las elecciones próximas.
De ahí el armado rápido del acto de hoy y el tono del discurso donde intentó retomar una ofensiva, aunque con pobres resultados.
Como era previsible, el Presidente volvió a poner las culpas de la crisis económica y social evidente, en la pesada herencia del macrismo. Desde ya que el desastre provocado por el macrismo es más que evidente. Solo que dos años después y ajuste permanente mediante realizado por este gobierno, tiene muy poca seriedad insistir solo en causa pasadas.
Por otra parte y queriendo mostrar un futuro próximo de recuperación, Fernández pronosticó un verano de gran turismo y el regreso a una vida normal con el avance del plan de vacunación. Lo cual muestra que se hace completamente el desentendido frente al aumento constante de la pobreza que golpea a cerca de la mitad de la población, que no tendrá unas felices vacaciones este fin de año.
Desde el inicio del mandato de este gobierno, millones de familias trabajadoras pelean a diario por llegar a fin de mes, en su mayoría sin lograrlo. El futuro de la juventud esta cuestionado con fuertes incertidumbres, sin planes laborales, ni educativos y en un contexto de destrucción ambiental constante. Esa es la realidad del país que nuevamente ocultó el discurso presidencial.
El acto volvió a poner a la pandemia como la otra culpable de lo que pasa, e indicó que no se pudieron evitar las muertes pero sí tener atención para todos. Aquí el cinismo es total; miles de muertes se podrían haber evitado si a las vacunas producidas en el país se las dejaban acá en vez de dejarlas salir para países centrales favoreciendo negocios privados, cómo denunciamos en su momento desde el FIT Unidad y el MST. Si se hubiera declarado de utilidad pública el laboratorio de Garín, nuestra propuesta concreta, hubiéramos tenido una gran cantidad menor de muertes que eran evitables.
El presidente arengó a los suyos, “Saquemos la militancia a la calle”, “vamos por el país que queremos” dijo, metido de lleno en la campaña electoral que, estas semanas, lo tuvo como protagonista por sus errores evidentes.
Mientras se sucedía este acto electoral planificado frente a una mala situación del gobierno, la izquierda realizaba un acto opuesto en todo sentido; la lista del Frente de Izquierda-MST con Alejandro Bodart y Cele Fierro, homenajeaban frente al Garrahan a la primera línea, cuyos referentes integran sus listas en forma protagónica en todos los distritos. Esa misma primera línea cuyos derechos laborales y salariales, estuvieron ausentes en todo el mandato de Alberto fernández y en su discurso de hoy.
Ampliaremos.