jueves, 19 diciembre 2024 - 05:39

Sputnik V. ¿Qué pasa con la segunda dosis?

Se ha desatado una fuerte polémica al conocerse la carta de la asesora presidencial Cecilia Nicolini que, fechada hace 15 días, reclamaba al Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) por los incumplimientos en la entrega de remesas de vacunas Sputnik V, en particular del 2do componente, necesario para completar la inmunización completa de los adultos mayores y personas de riesgo por comorbilidades, frente a la inminente irrupción en la transmisión comunitaria de la cepa Delta, con la que es necesario contar con dos dosis para evitar casos graves. La imprevisión, la negativa a tomar las propuestas del MST en el FIT-U de declarar de utilidad pública las vacunas y expropiar los laboratorios de mABxience y Richmond, entre otras cuestiones, ponen en peligro la salud y la vida de millones de personas.


La variante Delta del Covid 19, que tendría una transmisión comunitaria entre 4 y 6 semanas según señalan los especialistas, es más contagiosa y para tener una protección adecuada frente a la misma se necesitan esquemas completos de vacunación, si se quiere evitar incurrir en casos graves, en particular en los adultos mayores de 60 o personas con factores de riesgo. En nuestro país la mayor parte de esta población esta vacunada con la primera dosis de la Sputnik V y solo el 30% de este grupo etario ha sido vacunado con las dos dosis.


Las entregas de vacunas procedentes del Instituto Gamaleya tienen un importante atraso. Sobre 30 millones de dosis pactadas, en la carta se reclama un pendiente de 18.734.185 dosis (5,5 millones del componente 1 y 13 millones del componente 2). A la fecha llegaron 9.375.670 del componente 1 y 2.493.160 del componente 2. Faltan 6.882.510 dosis del último componente para completar el tratamiento. Ya hay cientos de miles de vacunados con una dosis que han sobrepasado el plazo de 90 días entre las dos dosis y el número crece día a día, cuando incluso frente al avance de la Delta se ha recomendado acortar los plazos entre las dos dosis.


La funcionaria relata la gravedad de la situación cuando reclama por los acuerdos incumplidos luego de su última reunión en Rusia, en su carta al funcionario ruso: “Como le mencioné hoy, estamos en una situación muy crítica. Nosotros teníamos la esperanza de que, después de la conversación que tuvimos tú, Carla, Kirill y yo un par de semanas atrás, las cosas iban a mejorar. Pero han empeorado.” La carta también amenaza con la “ruptura pública” del contrato si no se revierte la actual demora.


Existen muchas especulaciones sobre por qué ha trascendido esta carta, cuando la vacunación se ha convertido en uno de los temas centrales de campaña electoral. Para intentar amortiguar en parte el impacto, en explicaciones recientes de la funcionaria se señala que la misma habría tenido resultados positivos ya que el Instituto Gamaleya aprobó con fecha 15 de julio, la primera partida del componente 1 de la Sputnik V, de 140.625 dosis –sobre un total de 1,3 millones de dosis- envasadas por la planta de Richmond en Pilar. Llegaron en estos días, además, medio millón de componentes 2 (la mitad de las solicitadas de urgencia por la funcionaria) y existen promesas de nuevas entregas y de aprobación de las producidas en Pilar.


Seguimos expuestos al riesgo


La oposición de Juntos por el Cambio, luego de haber propagandizado a los anti vacunas, de haber hecho lobby por aceptar cualquier concesión leonina a Pfizer, de haber rechazado la “vacuna comunista”, de empujar por abrir toda la circulación de personas con tal de que la economía capitalista funcione a pleno, ahora aprovecha la ocasión y llama a Nicolini a rendir cuentas al Congreso.


Lo cierto es que, aunque están bajando los casos, los infectólogos señalan que aún estamos en una meseta muy alta; y que la transmisión comunitaria de la Delta va a disparar rápidamente la curva de infectados, como lo está haciendo en Europa o EE.UU y que, si no se logra una inmunización adecuada con las dosis completas de la población adulta, esto pone en peligro el desarrollo de muchos casos graves y mortales que podrían evitarse. (1)


Frente a esta perspectiva más o menos inmediata, el gobierno en campaña electoral tiene un mensaje “tranquilizador” de que “vamos a pasar un linda primavera” y con este mensaje no solo hace campaña electoral, sino que, salvo algunas ineficientes restricciones de entrada al país, sigue abriendo todo, lo que seguramente va a facilitar el futuro desarrollo de la Delta, para facilitar el repunte de los negocios empresarios y ante su total negativa para gastar los recursos necesarios para prevenir que se incrementen los contagios.


Esta línea de actuación, la de privilegiar los negocios cueste lo que cueste, es la que ha puesto al país ante los vaivenes de los negocios de los laboratorios, que han privilegiado sus compromisos con EE.UU. y las grandes potencias en detrimento de los adquiridos con el resto de los países, con tal de proteger, con la complicidad de los gobiernos de las esas potencias, un anacrónico sistema de patentes que priva a la mayoría de la población mundial de acceder en tiempo y forma a las vacunas, para minimizar el daño de millones de muertos y contagiados.


Por eso se negaron a apelar desde un comienzo a aprovechar con todo el desarrollo científico técnico del país para elaborar una vacuna propia. Por eso no consideraron declarar de utilidad pública el laboratorio mABxience de Hugo Sigman que fabrica el componente activo de AstraZeneca, como propusimos ya hace muchos meses en el proyecto del FIT-U presentado en el Congreso. Este laboratorio declara haber producido ya 100 millones de vacunas. Incumplió todos los plazos de entrega a nuestro país, de las vacunas fabricadas en nuestro territorio, que pagamos por adelantado. Razones sobraban para expropiarlo y envasar en la planta de Richmond ese principio activo. El respeto a la propiedad privada y negocios de los laboratorios es más importante que la vida de decenas de miles de argentinos.


De la misma forma están actuando con Sputnik, un laboratorio que entregó de manera más temprana primeras dosis de vacunas pero que su lógica de negocios hace que no cumpla con los compromisos adquiridos, poniendo en riesgo a la población que se ha vacunado con sus primeras dosis. La imprevisión, la negativa de alentar la producción local, la apuesta a los negocios con tal o cual laboratorio, han llevado a la crisis actual.

(1) Según los datos del Monitor Público de Vacunación y a 2,7 millones de personas se les venció el plazo de los 84 días recomendados para recibir la segunda dosis de la vacuna Sputnik-V. 

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