Se conoció un nuevo acuerdo del gobierno y UPCN-ATE que reabrirá la paritaria el 19 de agosto. Pero, ¿qué cambió de mayo a julio? Recordemos que mientras Alberto Fernández ofrecía un 35% en comodísimas cuotas hasta el 2022 lo hacía desde Europa, donde mantenía reuniones con Martín Guzmán para ratificar el compromiso hacia el Club de París y el FMI.
El acuerdo del 35% firmado en mayo establece 6 tramos: 10% en junio, 5% en agosto, 5% en septiembre, 4% en diciembre, 6% en enero de 2022 y 5% en febrero de 2022. Cuando la paritaria estatal cerró, la inflación de 2021 ya acumulaba 17%, a la actualidad las tres primeras cuotas de ese acuerdo queda sin efecto.
El acuerdo era insuficiente, significaba una rebaja salarial en mayo. Con esta “revisión” que anuncian como la gran panacea, algunos medios señalan: “para la fecha de la revisión, los primeros 15 puntos ya estarían integrados y restaría retocar el 20% restante.” (Infogremiales, 6/7/2021). Una tomada de pelo. Los niveles de inflación liquidaron por completo las dos primeras cuotas y las que quedan.
El gobierno y las conducciones están del mismo lado del ajuste. El anuncio de reapertura puede ser un gesto electoral y confirma que hay plata, por eso las paritarias sectoriales que cerraron inmediatamente después como PAMI, ANSES y el Congreso superaron el 40%. Así lo expresaron distintos sectores combativos en ATE con acciones de protesta en la calle desde fines de abril. Por otro lado, deja en evidencia que las conducciones verdes de ATE actúan como un ala más de la patronal, por eso defendieron el acuerdo y salieron a explicar “lo positivo” de la oferta oficial. Todo mal.
Una reapertura para recuperar lo perdido y salir de la pobreza
Los datos del INDEC son un claro marco de referencia sobre cómo está la situación económica y social en el país. Mientras la línea de pobreza está en $ 64.445, el salario Salario Mínimo Vital y Móvil queda en $ 29.160 (incluso con el adelantamiento de cuotas como también anunció el gobierno) y el ingreso promedio entre les trabajadores formales es de $ 51.328.
Los salarios por debajo de la línea de pobreza, como la precarización y el pluriempleo que avanza no se solucionan con el adelantamiento de una o dos cuotas. Mucho menos se recupera el más de 40% del poder adquisitivo que perdieron los salarios estatales desde el macrismo y estos casi dos años del Frente de Todos.
Nuestros derechos y necesidades no pueden correr la suerte de los cálculos electorales que se miden en encuestas pagas por los partidos del sistema y los empresarios. Al igual que lo hace la burocracia tradicional cegetista UPCN y ATE se comunican por los medios y las redes.
El riesgo de la presencialidad sin vacunación total
El debate en el sector público nacional estuvo marcado por otro tema, además de las paritarias: el retorno al trabajo presencial. Las primeras operaciones aparecieron en redes en esa jugaron ambas conducciones verdes de ATE, cada vez más en modo CGT y menos en “ATE manda la asamblea”, confirmando el giro completamente oficialista de este ala de la burocracia. La Resolución 62/2021 lleva la firma de la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani. La misma habilitó la convocatoria del retorno a la presencialidad a les estatales que cuentan con una dosis de la vacuna contra el Covid-19. El mismo lunes 28 de junio desde la Oficina Nacional de Empleo Público tuvieron que aclarar que por un lado la normativa no contradice el decreto presidencial 390/2020 y 1/2021 sobre el trabajo remoto en la APN y por el otro, deja el llamado a trabajadores vacunados independientemente de la edad y condición de riesgo en manos de los titulares de cada jurisdicción, organismo o entidad.
Una vez más se contrapone la salud de les trabajadores al reclamo por salarios y la necesidad de salir de la línea de pobreza junto a otros reclamos que se agravaron en este casi año y medio de pandemia como el pluriempleo y la precarización. La convocatoria a la presencialidad sin contar con la inmunidad de rebaño que requiere el 70% de la población vacunada con ambas dosis equivale a exponer la salud de les estatales aún más. Así lo manifestaron las Juntas Internas de ATE en lucha. Actualmente el 40% de las personas están vacunadas con una dosis y un 10% con dos dosis, la pandemia no terminó. Y la salud no puede ser moneda de cambio por eso también reclamamos desde el primer momento un plan de vacunación integral.
Ingrid Urrutia
Delegada General ATE INCAA. Alternativa Estatal / ANCLA.