En un nuevo aniversario del 3J, más de 200 mujeres se movilizaron en San Isidro a partir de la convocatoria de los familiares de Luna Ortiz, a la que adherirnos y participamos con una gran delegación de Juntas y a la Izquierda y el MST en el FIT Unidad, junto a otras organizaciones. La concentración comenzó en el Palacio de Tribunales, luego se movilizó por las calles de San Isidro a la Fiscalía General, posteriormente a la Fiscalía especializada en delitos de pornografía Infantil y conexos a la trata de personas, y culminó en el Tribunal Criminal Oral sobre la avenida Centenario.
Junto con les familiares de Luna Ortiz, estuvieron presentes también les familiares de distintas víctimas de violencia de género, muertas por femicidios o desparecidas de la zona norte: Cecilia, Camila, Valeria y Georgina.
También estuvo presente Lisette, quien viene librando una lucha desde hace años por la memoria, verdad y justicia por su hermana Micaela y su madre Nancy, asesinadas por una red de trata en complicidad con la Bonaerense en el partido. Expresó:“Ayer recibí un llamado, donde me dijeron que estoy en peligro, que la solución es irme y dejar las causas en manos del Estado, el mismo que siempre estuvo ausente. A mi no me asustan, desde un principio supe a lo que me expongo”.
Desde Juntas y a la Izquierda y el MST en el FIT Unidad seguiremos en las calles, como estuvimos desde el primer día exigiendo justicia por todas las víctimas defemicidios y transfemicidios, victimas del patriarcado, por todas las que perdimos y para que se pudran en la cárcel sus asesinos.
Pero también es indispensable continuar organizades, dando la pelea en la exigencia al Estado y los gobiernos, que no garantizan lo elemental, empezando por destinar presupuesto de emergencia con control de las organizaciones feministas.
El actual presupuesto es totalmente insuficiente para combatir la violencia de género. Es imprescindible la creación inmediata de casas refugios para que las victimas no queden a la deriva, en la calle y que deban volver con el violento. Junto con ello, es urgente una batería de medidas de protección a las víctimas, un subsidio que alcance para cubrir a la canasta familiar de $ 60.000-y no los míseros $ 20.000 que solo se brindan por tres meses-; asesoría integral interdisciplinaria, jurídica, psicológica y que también permita la reinserción laboral, para una verdadera política en materia de género. Las medidas teñidas de doble discurso que bajan tras el Ministerio de la Mujer ya no engañan a nadie, son insuficientes desde todo punto de vista.
Exigimos la implementación real de la Ley Micaela, de la Ley de la víctima y tantas otras que son actualmente letra muerta. Junto con eso, desmantelar todo el aparato perverso que tiene este sistema policial y judicial, que son los primeros en acusar y revictimizar a las mujeres y disidencias que recurren desesperadas. Que sean elegidos jueces, fiscales y comisarios por voto popular.
Seguiremos peleando por todas estas medidas y exigiendo todos los derechos que nos faltan hasta que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.