viernes, 22 noviembre 2024 - 12:23

Hospital Larcade. Tres servicios en situación de cierre

El 28 de mayo médicos de planta y residentes de tres servicios del Hospital Larcade de San Miguel anunciaron a través de un comunicado de ATULH (Asociación Trabajadores Unidos del Hospital Larcade), y en una conferencia de prensa, que dejaban el hospital por la política de vaciamiento y destrucción del mismo por parte del municipio y por el hostigamiento y ataques que vienen sufriendo. El equipo de salud del hospital viene luchando desde hace 140 días, exigiendo primero aumento de salarios, mejoras en las condiciones de trabajo, pase a planta permanente, fin de los contratos basura y de la precarización laboral y los aprietes; y después sumaron la reincorporación de la compañera Soledad Dreise, injustamente despedida, el regreso de las compañeras y compañeros que fueron desplazados del hospital para trabajar en la municipalidad, en el Centro Don Orione y en otros lugares.

Desde el 12 hasta el 28 de mayo, el equipo de salud del Larcade protagonizó un paro histórico, parando todos los servicios del hospital, con decisiones tomadas en asambleas diarias, que fue la parte final de una lucha de 140 días que incluyó asambleas, salidas a la calle con aplausos, marchas y movilizaciones, cortes de calles y de las vías del ferrocarril, actos frente a la Municipalidad, carpazos, impedir la entrada de la directora del hospital por varios días y enfrentar a las patotas y funcionarios pagos de la municipalidad que los agredieron, amenazaron, y que con causas inventadas realizaron 48 citaciones legales a los representantes de ATULH/CICOP y de la comisión de representantes elegida en los sectores. Esas mismas patotas y funcionarios encabezados por el operador político del municipio, Héctor Calvente, intentaron impedir las elecciones de CICOP el 4 de marzo y quisieron robarse las urnas, cosa que fue impedida por la unidad y la organización del equipo de salud.

El municipio atacó y la provincia se lo permitió

En esta enorme lucha de 140 días que mostró la unidad y la fuerza del equipo de salud del Larcade, siempre acompañado por la CICOP, el intendente Jaime Méndez y el municipio gobernado por Juntos por el Cambio no solo se negaron a recibir a los genuinos representantes de los trabajadores, sino que no pararon de atacarlos, se despidió a una compañera, se desplazó a otra decena de compañeros y llegaron a brutalidades como romper el candado y la puerta de Clínica Médica, robar estetoscopios y material de los médicos residentes y todo tipo de ataques y agresiones el equipo de salud.  El municipio mostró su verdadera cara antisanitaria, patronal y patotera.

Lamentablemente el gobierno de la Provincia de Buenos Aires nunca tomó medidas concretas en forma directa hacia al equipo de salud del Hospital Larcade. Los trabajadores y CICOP hicieron gestiones ante el gobernador Kicillof, el vice ministro de Salud Kreplak y la Región Sanitaria 5ta, exigieron que se avance en la provincialización del hospital, pero nunca lograron nada más que palabras y promesas que no se cumplieron. Desde el gobierno de la provincia se podía impedir que el municipio siguiera con despidos y sanciones, se lo podía sancionar a través del Ministerio de Trabajo, se podía intervenir de muchas formas a favor de los trabajadores, que además lo reclamaban. Pero solo dijeron palabras y más palabras y ninguna acción contra el municipio y a favor del equipo de salud. Por eso la lucha se fue haciendo larga, muy dura, enfrentando enemigos poderosos y con el consiguiente desgaste de los trabajadores.

Ahora, tardíamente, ante la evidente debacle del hospital, el bloque de concejales del Frente de Todos pide sesión extraordinaria y sale a juntar firmas de apoyo a los trabajadores del Larcade. En las marchas y las acciones que se hicieron solo vinieron pocas veces y a sacarse una foto. Si quieren parar el desastre y no solo lavarse la cara, ya mismo deben reclamar y exigir al intendente que cese el maltrato laboral y las persecuciones y atienda todas las demandas. Claro que podrían haber movilizado y haber puesto todo su peso político para que esta lucha se ganara sin despidos, sin desplazados y sin el colapso total del hospital.

El día 1 de junio visitaron San Miguel el ministro de Salud Gollán, su vice Kreplak y la ministra de Trabajo Mara Ruiz Malec. Después de 140 días de lucha, de despidos, desplazamientos, sanciones y cuando tres servicios claves del hospital dejan de funcionar, Gollán declaró que “San Miguel está en crisis sanitaria”. El equipo de salud del Larcade viene gritando esto desde hace meses. ¿Por qué no los escucharon? ¿Por qué no dieron respuestas? ¿Por qué no intervinieron? ¿Son declaraciones electorales o de verdad ahora van a provincializar el Hospital Larcade para salir de la crisis sanitaria? ¿Van a imponerle al municipio la reincorporación de Sole y el regreso de los desplazados?

Hospital colapsado sin servicios esenciales en plena pandemia

En los 140 días de lucha, el equipo de salud del hospital nunca abandonó a sus pacientes ni a la población de San Miguel. Médicos, enfermeras, técnicos, administrativas y todas las trabajadoras y trabajadores del hospital, aun en pésimas condiciones de trabajo, con salarios miserables y en pleno crecimiento de la pandemia, dejaron lo mejor de cada uno de ellos para que el hospital atienda a la comunidad.

Pero el ataque del municipio fue tan fuerte que lograron golpear al equipo de salud. Médicos de planta y residentes de Clínica Médica, Cardiología y Dermatología anunciaron que dejan el hospital. Son 2 residencias completas con instructores y jefes de residentes que no van a estar en el hospital. La residencia de Clínica Médica llevaba 38 años ininterrumpidos de funcionamiento formando profesionales de la salud. Son 54 camas de internación y de Terapia Intensiva que se quedan sin médicos en medio de la pandemia. Hasta acá llega la irresponsabilidad y la nula importancia que tiene la salud pública para el intendente Méndez.

Desde Alternativa Salud / MST no compartimos la medida de dejar al hospital. Así lo expresamos en las asambleas y así lo dijimos tanto a los médicos de planta como a los residentes. Entendemos la bronca y la desesperación de las compañeras y compañeros y conocemos completamente los ataques y persecuciones que sufrieron, pero esta medida, más allá de las intenciones, debilita la lucha y la unidad tan necesaria para enfrentar enemigos tan poderosos.

Una lucha que, más allá de cómo evolucione, cambió la historia de San Miguel y del Larcade, deja la cancha marcada contra el autoritarismo y una organización para la lucha. Nada será como antes.

La gran tarea del momento es mantener la organización interna de los trabajadores que con tanto sacrificio y esfuerzo se consiguió. Mantener la unidad y la organización de ATULH y de la seccional de CICOP que llegó al Larcade para quedarse a pesar de los ataques arteros del municipio. Concretar y garantizar las elecciones de delegados de ATE para los trabajadores no profesionales del hospital, ya convocadas para el 1 de julio.

La unidad del equipo de salud fue clave para sostener esta lucha heroica durante 140 días, fue clave para lograr un aumento salarial muy importante que a pesar de que fue firmado por los dirigentes traidores de los sindicatos de municipales que estuvieron contra la lucha desde el primer día, se consiguió gracias a la pelea del Larcade. La unidad del equipo de salud, las asambleas resolutivas, la comisión de representantes y las acciones decididas entre todos hicieron posible esta lucha y ahora tienen que ser la garantía para no retroceder, para seguir organizados, para enfrentar juntos nuevos ataques del municipio y seguir luchando por los objetivos que todo el equipo de salud se propuso: mejorar los salarios y las condiciones de trabajo, acabar con los contratos mensuales y la precarización y pases a planta, terminar con el maltrato laboral y el regreso al hospital de las compañeras y compañeros desplazados y la reincorporación de Soledad.

Candela Ramírez

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