El Tribunal Oral de Menores Nº 2 “condenó” al policía bonaerense Luis Chocobar, que asesinó por la espalda a un joven desarmado, a dos años de prisión en suspenso. En cambio, condenó a nueve años de prisión efectiva al menor que hirió a un turista para tratar de robarle una cámara.
Esta doble vara, que repudiamos, muestra, otra vez, que la justicia de este sistema capitalista no es para todos igual. Y que tampoco la vida vale lo mismo, sino que depende de quién mate a quién. Es más: Chocobar llegó al juicio libre, pero el joven, en cambio, preso.
La doctrina Chocobar es parte de la penosa herencia del macrismo, aunque varios dirigentes del peronismo también han sido y son defensores del gatillo fácil. En enero de 2018, el policía Chocobar disparó ocho tiros contra Juan Pablo Kukoc y su amigo, quienes corrían buscando escapar después de robarle una cámara de fotos a un turista yanqui. Juan Pablo murió a causa de dos disparos en la espalda. Su amigo, que tenía 17 años en ese momento, hoy está condenado a nueve años de prisión.
Apenas el caso se hizo público, el gobierno macrista convirtió a Chocobar en un héroe y aprovechó para relanzar políticas punitivas como única respuesta ante el delito. Por supuesto, nos referimos al delito de poca monta porque al gran delito capitalista, de estafas, fugas de capital, espionaje o evasión fiscal nunca lo persiguen.La ministra de Seguridad de Macri, Patricia Bullrich, dictó entonces la Resolución 956/18 que de hecho legalizaba la repudiable práctica policial del gatillo fácil. El repudio social y de los organismos de derechos humanos logró que dicha resolución fuera derogada en diciembre de 2019.
Pero este veredicto, que acaba de “castigar” con dos años en suspenso un asesinato policial por la espalda pero con nueve años una herida con un cuchillo de mesa es no sólo una aberración jurídica, sino también un ataque a los derechos humanos y al criterio democrático más elemental de igualdad ante la ley. El tribunal desechó aplicar lo que claramente establece el artículo 80 inciso 9 del Código Penal vigente, que tipifica como conducta agravada “el homicidio cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario, que actuare con abuso de su función”.
Es decir, esta justicia garantiza la impunidad policial y a la vez muestra su carácter clasista y discriminador hacia los pibes pobres. Y no se trata aquí de defender el robo ni mucho menos, sino de repudiar la doble vara judicial y, asimismo, a este sistema capitalista que empuja a miles y miles de jóvenes a la marginalidad y a las conductas delictivas en ver de garantizar inclusión educativa y laboral.
Bullrich fue a darle un abrazo a Chocobar a la salida del juicio oral, en tanto que Sergio Berni también debe estar contento ya que igual que ella defiende el accionar policial. En diez días, cuando se conozcan los fundamentos del fallo, la defensa de la familia de Juan Pablo Kukoc lo apelará. Por nuestra parte, nos solidarizamos con su mamá, Ivonne Kukoc, repudiamos la sentencia y seguimos exigiendo perpetua para el policía asesino Luis Chocobar.
Vicky Marro y Pablo Vasco
CADHU-MST