En el día de hoy, jueves 11, los choferes autoconvocados realizaron un corte en Puente Liniers, principal acceso a capital de la zona. Desde las 8 am cientos de trabajadores de las distintas líneas de colectivos se reunieron en Liniers cortando Av. Rivadavia, y cuando la Policía de la Ciudad les impidió el paso a Capital, luego de fuertes roces, decidieron subir a cortar la Av. General Paz.
El corte durante más de 7 horas se realizó en ambas manos de la avenida, en medio de un clima de lucha protagonizada por los choferes donde predominó el sonido alegre de las batucadas, con cánticos de denuncia al gobierno y al jefe sindical de UTA, Roberto Fernández, por socio de las empresas, por haberlos llevado a la pérdida salarial y por abandono de las condiciones de trabajo que hoy sufren en todas las líneas de colectivos.
Se notó el crecimiento de la unidad en esta jornada, la cual contó con otros tres cortes simultáneos: en Puente Pueyrredón, Panamericana e Ing. Maschwitz, y el más numeroso en Liniers. Las conductoras del transporte sumaron la consigna de un cupo laboral femenino del 50% en las empresas al reclamo de 100 mil pesos al básico y urgente vacunación para todos.
En General Paz, pasado el mediodía, se produjo otro enfrentamiento con la Policía de la Ciudad que se hizo presente intentando amedrentar el corte para hacerlo retroceder, a lo que los choferes respondieron sin inmutarse y continuaron sobre la avenida, pese a los amagues de represión.
Los fracasos policiales se deben a la firmeza de los choferes en sus reclamos, así como al avance del apoyo de la población ya que, en definitiva, todos los sectores encabezados por transportistas y trabajadores de salud reclaman lo que toda la sociedad necesita: que el salario alcance y las vacunas se garanticen para proteger nuestras vidas.
Mientras se mantenía con firmeza el corte llegó la bochornosa información de que el secretario general de la UTA, Roberto Fernández – recientemente escrachado públicamente por un transportista-, es un caso sospechoso de Covid, motivo por el cual se postergó la paritaria. Los choferes solo piensan en profundizar el reclamo hasta poner de rodillas a las patronales y al entreguista de Fernández.
Finalmente, pasadas las 16 horas decidieron dar por terminada la jornada y en asamblea organizaron cómo llevar sus propuestas a las distintas líneas; pero la fuerza y entusiasmo eran tan grandes que cuando bajaron decidieron continuar un rato más, haciendo sentir sus bombos para, entonces sí, luego de felicitarse con estruendosos aplausos, retirarse a seguir preparando los nuevos pasos de este ejemplar conflicto.
Liz Orue
Corresponsal