En el marco de la reunión del “Consejo Federal Argentina contra el Hambre”, el presidente Fernández anunció varias medidas para “combatir” el aumento en los alimentos, el principal disparador de las altísimas cifras de pobreza. Un nuevo circo electoral para anunciar medidas completamente insuficientes, despotricar contra los empresarios que no colaboran y decir que los acreedores de la deuda externa deben esperar a que el país se recomponga, mientras los mismos empresarios se enriquecen más que nunca y lo único que cambió de la negociación externa, es el intento de postergar hasta después de las elecciones el brutal ajuste que Guzmán está pactando con el FMI.
La reunión se realizó en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada y contó con la presencia en el panel, acompañando a Fernández, de los ministros de economía Martin Guzmán, de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la vicejefa Cecilia Todesca, y otros funcionarios e invitados como Raverta (ANSES), Tolosa Paz (Coordinación de Políticas Sociales) y Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina.
Por videoconferencia participaron también una importante lista de representantes del empresariado de la ciudad y del campo, de las confesiones religiosas, del sindicalismo y los movimientos sociales oficialistas, varios funcionarios y figuras que apoyan al gobierno del Frente para Todos, como Estela Carlotto de Abuelas, varios de los cuales intervinieron dando su apoyo a los lineamientos y posturas de los encargados de dirigir la reunión.
Los anuncios principales
- Un aumento en la extensión de la Tarjeta Alimentar, que antes solo cubría a las familias con hijos menores de hasta 6 años, y ahora cubrirá a las familias con hijos de hasta 14 años. Esto abarcaría a un millón más de familias de su actual alcance, totalizando alrededor de 2, 5 millones.
- Se aumentará su monto, actualmente es de $ 6.000 por familia, ahora será de $ 9.000 si tiene dos hijos y de $ 12.000 si tiene tres. A partir de allí, cualquiera sea la cantidad de hijos, se cobrará este último monto. Fernández anunció, como un gran logro, que las familias numerosas con 7 hijos o más cobrarán estos $ 12.000.
Si se calcula en cuatro personas los integrantes de una familia tipo, este beneficio en medio de la crisis alimentaria, llegaría apenas a 10 millones de personas, sobre alrededor de 20 millones que están por debajo de la línea de pobreza. El monto de la tarjeta está muy lejos de cubrir la canasta básica de alimentos que se fija para determinar la línea de indigencia fijada en $ 25.000. Y parece que cuanto más hijo se tiene, los estómagos se van achicando: con uno $ 6 mil, con dos $ 9 mil, con tres $ 12 mil… con siete $ 12 mil.
Según el presidente se triplicará la inversión en este beneficio que para todo el 2021 del 0,7 % del PBI. O sea, que, en una situación de aumento desmesurado de la pobreza, de aumentos de precios en los alimentos imposibles, según señalan los funcionarios, en medio de una brutal pandemia que se cobró más de 600 muertos y 22.000 infectados en el día de este anuncio, el principal programa para darle de comer a más del 40% de la población, al 57% de los niños por debajo de la línea de pobreza, es menor que el 1% del PBI… No parece un “gran esfuerzo” para combatir el hambre.
Otras medidas
Ante el aumento constante de los precios de la carne, el ministro Kulfas anunció la extensión del programa de cortes baratos hasta el 31 de diciembre y ahora habrá camiones móviles que le llevaran esos cortes a los barrios populares. Otro cuento de los Fernández-Fernández.
Lo cierto es que lo único que aumentó es el cupo pactado con los empresarios de estos cortes, a veces muy malos, de 6 mil toneladas mensuales a 8 mil. O sea, 96.000 toneladas anuales contra 2.275.000 toneladas, que es el consumo anual de carne en la Argentina. El programa representa apenas el 4% del consumo. Ver: https://periodismodeizquierda.com/precio-de-la-carne-cuando-las-vacas-aprendieron-a-volar/
Se aumentan las bocas de expendio, pero se sigue excluyendo a las carnicerías de barrio, que son el principal expendedor del producto. Según Alberto Williams, presidente de la “Asociación de propietarios de carnicerías”, estas representan entre el 55 y el 60% de las bocas de expendio en CABA.
El propio Williams señala que los aumentos constantes que llevan el precio de la carne en el país a sus valores internacionales, se debe al desabastecimiento de cabezas de ganado del Mercado de Liniers, debido al record de exportaciones del producto.
Así en el momento de menor consumo de carne en el país de toda su historia, “las exportaciones de carne vacuna subieron 23,3% interanual en marzo último y alcanzaron un nuevo récord, el consumo interno cayó 9,5%, según datos difundidos hoy por la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra)”. (BAE Negocios 07-05-2021).
Kulfas también anunció otros camiones recorriendo los barrios ofreciendo bolsones baratos con hortalizas, verduras y frutas. Se imagina compañerx lector cuantos camiones se necesitarían para cubrir la red de verdulerías que existe en el país. Otro gran verso del gobierno. Aunque quizás muestren algunos camiones con lindas fotos para la campaña electoral.
La asistencia ya anunciada
Para completar este “esfuerzo” del gobierno para asistir a los más pobres, se volvió a mencionar, entre otras medidas recientes, el refuerzo de $ 15.000 en la AUH, AUE y monotributistas de categorías A y B. Pero sin anunciar, como se esperaba, un nuevo refuerzo luego de pasado los primeros quince días de restricciones y su extensión por tres semanas más.
Se mencionó también el programa Potenciar Trabajo que aporta la mitad de un salario mínimo, y que aumentaría con el aumento pactado para el mismo. Fernández se encargó de destacar este aumento en el salario mínimo, que para este mes de mayo lo lleva a $ 24.000. Mil pesos menos de la canasta de indigencia. Entre otros “logros”.
También se recordó el refuerzo en el REPRO, programa por el cual se otorgan una ayuda de $ 18.000 para cubrir los sueldos de trabajadores de empresas en crisis y que está muy lejos de los fondos gastados en ATP al comienzo de la cuarentena. Ver: https://periodismodeizquierda.com/segunda-ola-nuevas-restricciones-con-poca-ayuda-social/
Tironeos en la interna
En su turno el ministro Guzmán, cuestionado por los K en el reciente entredicho por la renuncia (o no renuncia) del Subsecretario de Energía Basualdo y los incrementos de tarifas, salió al cruce de las críticas internas diciendo que los subsidios a la Energía (que le desbalancean su presupuesto de ajuste para cumplir con el FMI) iban a parar a los ricos, ya que los barrios pudientes eran tan subsidiados como los barrios populares.
Parece que pese al intento. en reciente acto en Ensenada en el lanzamiento del programa “Reconstruir”, para aparecer unida frente al campaña electoral y la disputa política con Larreta, la agrupación oficialista no puede ocultar sus grietas. Son disputas propias de un gobierno débil y cada vez más en crisis para dar respuesta a la emergencia social, a las crecientes movilizaciones y demandas, y seguir ocultando al mismo tiempo, que son un gobierno que gobierna para los ricos, los grandes empresarios nacionales y extranjeros.
Discurso “combativo”: puro cuento electoral
El presidente habló del “egoísmo” de los empresarios y los poderosos. De que con los aumentos actuales “no hay plata que alcance”. Señalando que “la puja sectorial tiene que encontrar un límite y digamos basta, pensemos en nuestra gente, en los que necesitan porque si no, todo el esfuerzo que hacemos en poner recursos terminan pasando la aspiradora los poderosos” y de que los acreedores de la deuda “tendrán que esperar”…
Los medios y políticos de la derecha opositora le hicieron convenientemente el juego, Como hacen cuando, aunque sea en el discurso el gobierno menciona alguna medida que pueda afectar su sacro santa economía de mercado.
Fernández se encargó de mencionar que no estaba enojado con todos los empresarios.
Le dio reiteradamente las gracias “al 80%” que cumplió con el pago del impuesto especial a la riqueza. Destacó la gran solidaridad de estos argentinos, etc., etc. O sea, elogió a los que lejos de “ganarse la plata trabajando”, se han enriquecido y se enriquecen a costa de los bajos salarios y la explotación de los trabajadores y el pueblo argentino. Que han pagado un impuesto totalmente insuficiente y que, según el cálculo de varios tributaristas, ante las cuentas poco claras del gobierno, solo han pagado el tributo en un 50%.
La realidad es que aún estas pequeñas concesiones y auxilios sociales, han sido arrancadas por las luchas de los trabajadores y de las organizaciones sociales opositoras que cruzan el país. La Unidad Piquetera, que integra nuestro MST “Teresa Vive” acaba de anunciar un plan de lucha para la próxima semana si el gobierno no da respuesta a los urgentes reclamos de asistencia que plantean las organizaciones.
Lo cierto es que este gobierno no puede, ni quiere, parar el aumento de los precios de los alimentos. Para ello tendría que enfrentarse a los empresarios y tomar medidas como las que desde el MST en el FITU venimos planteando, empezando por la nacionalización del comercio exterior.
Tendría que lanzar un verdadero aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales hasta cubrir el costo de la canasta básica. En medio de esta segunda ola tendría que relanzar un IFE de $ 40.000 para que todos los trabajadores no esenciales puedan quedarse en sus casas hasta que se pueda bajar la curva de contagios y avanzar cualitativamente en la vacunación.
Debería congelar los precios de los alimentos y los productos de primera necesidad, aplicarles la ley de Abastecimiento a todos los empresarios que boicoteen estas medidas y desarrollar un programa de impuestos progresivos a las grandes empresas del país. Congelar tarifas y nacionalizar las empresas de servicios, romper las negociaciones con el FMI, para desarrollar un programa económico alternativo al servicio de las mayorías obreras y populares.
En resumen…
Lo del Consejo Federal de Argentina contra el Hambre de este jueves 7 de mayo, fue el anuncio de unas pocas y totalmente insuficientes medidas, utilizadas para continuar con un debate electoral, en el cual el Frente para Todos o Juntos por el Cambio, no tienen nada nuevo que mostrar. Jugadas de poca monta en una Argentina en el pico de la pandemia, en medio de una crisis brutal y con un horizonte de enormes peleas, que puede arruinarles la gobernabilidad y sus negocios, basados en enormes mentiras y atropellos a los derechos de las mayorías.