viernes, 22 noviembre 2024 - 01:48

Joe Lemonge, varón trans, absuelto. Lo habían condenado tras defenderse de un ataque

El 5 de mayo, la Cámara de Casación de Paraná absolvió a Joe Lemonge, el joven trans de 28 años condenado en 2018 por “tentativa de homicidio” en Santa Elena, Entre Ríos, luego de defenderse de sus atacantes. Conocé los detalles del caso.

El odio hacia las identidades trans en esta sociedad desigual, marcada por la violencia estructural de la cual el Estado es responsable, pone en extrema situación de vulnerabilidad a la comunidad travesti, trans y no binarie. El caso de Joe fue alarmante, porque una noche de octubre de 2016 una patota de tres hombres, que lo hostigaba desde hacíamucho tiempo, fue a su casa a atacarlo. Él se defendió como pudo e hirió a uno, luego fue encarcelado, procesado y condenado por intento de homicidio.La violencia no quedó ahí: en diciembre de ese mismo año le incendiaron su casa, ubicada en Santa Elena, Entre Ríos.

Justicia patriarcal

El odio marcado por estos hechos no sólo quedó inscripto allí, sino también en el propio sistema judicial, que ante cada procedimiento no respetó la identidad autopercibida de Joe como varón, que pese a su pedido expreso fue siempre tratado con pronombre femenino. La jueza responsable del fallo que injustamente lo condenó a cinco años y seis meses de prisión, Cristina Lía Vandembroucke, dijo que lo hacía así por “cuestiones legales”, desconociendo que la ley de identidad de género que conquistamos en 2012 no obliga a efectuar el cambio registral para que toda persona sea reconocida tal como se autoperciba. Joe aún recuerda también al fiscal de la causa, Santiago Alfieri, “riéndose todo el juicio,diciendo que usaba la cuestión de persona trans como ventaja, cuando en el mundo de hoy es un colectivo humillado, postergado, desplazado de todo”.

La ley de identidad de género puso en disputa la definición acerca de qué es un cuerpo sexuado y los derechos por la autonomía corporal. En esto es muy clara, porque reconoce la autopercepción de la identidad de género. Es decir, cada persona tiene el derecho de reconocerse y ser reconocida como quiere.

En contraste con la condena a Joe, a sus atacantes no se los investigó ni procesó. Tras la apelación al fallo condenatorio por parte de la defensa, a cargo de Abogadxs por los Derechos Sexuales (Abosex), Joe se mudó a Buenos Aires. Allí también recibió solidaridad de agrupaciones y referentes del feminismo y la disidencia. Ya no estaba más solo.

La importancia del activismo y la militancia en la visibilización en cuestiones de género y disidencias sexo-afectivas ha logrado conquistas como este reciente fallo de Casación, que reconoce los hechos ocurridos como legítima defensa, revierte la condena y abre una nueva perspectiva para la vida de Joe más allá de todos los perjuicios que “la justicia” le causó durante estos años. Es similar a lo que padecieron Higui, lesbiana que se defendió de una violación en manada, y Marian Gómez, finalmente absuelta de una condena por un incidente con la policía tras haber besado a su esposa en público.

Nuestras demandas

No obstante, cabe recordar que esta buena noticia ocurre en un contexto en el que exigimos la aparición con vida del joven trans Tehuel, de la localidad bonaerense de Alejandro Korn, desaparecido cuando iba a una entrevista laboral. El Estado tiene la responsabilidad de disponer todos los recursos hasta hallarlo, tal como lo venimos reclamando desde hace más de dos meses.

Desde Libre Diversidad-MST exigimos al Estado que nos garantice condiciones de vida y oportunidades como a todes. Queremos políticas públicas concretas y efectivas para superar la expectativa de vida de apenas 35-40 años que padece nuestra comunidad. Lo más urgente es la real implementación, sin excusas del cupo laboral trans del 1% en toda la administración pública y entidades del Estado decretado hace más de ocho meses. El rápido tratamiento y aprobación de la Ley Integral Trans presentada por la Federación Argentina LGBT, que incluye educación, salud, vivienda, empleo y una reparación histórica para las personas trans sobrevivientes mayores de 40 años. Y gritamos basta de violencia policial e institucional; basta travesticidios, transfemicidios y crímenes de odio.

Keili González

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