miércoles, 18 diciembre 2024 - 15:57

Coronavirus. Rosario a punto del colapso sanitario.

La entrada de la ciudad en la segunda ola y el consecuente aumento vertiginoso de contagios, se traduce en una ocupación casi total de las camas críticas, aquellas que pueden atender pacientes covid. De no mediar una política totalmente alternativa, vamos camino al colapso sanitario.

La semana arrancó con un dato alarmante: la ocupación de camas críticas tanto del sector público como privado se elevó al 93%, en el marco de la segunda ola de covid-19. Hace una semana (12/04) estaba en un 70%, según el reporte diario de la secretaría de Salud Pública. Este salto abrupto, que ocurrió durante el fin de semana, se da mientras los contagios diarios oscilan en los 800 casos, y en total ascienden a más de 90 mil solo en Rosario. El número de reproducción diario es del 1,22, cuando lo deseable es 1 punto y la razón de casos es de 2,38, cuando lo ideal es 1,20.

Parte diario de la Secretaría de Salud Pública de la ciudad de Rosario. 19/04/2021

Varias voces se escucharon este mediodía en los medios de comunicación, que atribuyeron distintas causales de por qué Rosario está a punto de un colapso en su sistema de salud, pero ninguna supo dar una salida alternativa, y todos parecen comentaristas de la realidad que se arrodillan ante los hechos consumados.

Roberto Villavicencio, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la ciudad, la cámara empresaria que lucra con la salud de las personas (o quienes pueden acceder a ese beneficio) dijo que la ocupación de camas de cuidados intensivos tiene que ver con que los pacientes que se enferman son menores, de entre 12 y 14 años, cuya alta médica demora más tiempo. Algo parcialmente cierto. Y que lo único que tienen pensado es “reciclar” camas de unidad de cuidados intermedios, para hacerse de más de terapia intensiva. Lo cual podría aportar entre 40 y 50 camas. Lo que lees, ¡una ciudad de más de 1 millón de habitantes al borde de un colapso sanitario, con la posibilidad de incorporar solo cuarenta camas más! Ni hablar de que el asunto es mucho más complejo que la cantidad de camas críticas, se necesita personal que las asista, a lo que Villavicencio dijo que el recurso humano es lo más importante (y escaso).   

La ministra de Salud santafesina, Sonia Martorano, compartió que lo que hace falta es más personal y mostró mucha preocupación en los medios, aunque como nos tienen acostumbrados depositó toda la responsabilidad en el comportamiento individual, e instó a tratar de “reducir la socialización”. Ni una palabra de la política del gobierno provincial Omar Perotti de mantener los niveles de circulación, y no adherir a las restricciones del AMBA, haciendo eje en la defensa de la productividad (ganancia empresaria).

El secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana, confirmó que el escenario sanitario local pone en rojo la disponibilidad tanto de camas de terapia intensiva como las generales. Y agregó que están “trabajando fuertemente, intensificando todo lo que se puede hacer, en medio de una conflictividad política y social importante, donde todo se pone en discusión en términos políticos partidarios” (sic). Un funcionario público de un gobierno que pertenece a un partido político, no solo no tira una sola medida concreta, sino que se excusa en la discusión política para no hacerse cargo de que la ciudad que él gobierna está a punto de colapsar.

Nuestra referente del MST en el FIT Unidad Jime Sosa, dio una opinión alternativa en las redes sociales:

Está claro que a más de un año de iniciada la pandemia, e ingresando completamente en una segunda ola, nuestra ciudad no está aún preparada y necesita medidas sanitarias urgentes. Como lo es la unificación del sistema de salud provincial y local, entre el sector público y privado, lo que permitiría tener un registro unificado de cuántas camas hay, cuántas hacen falta y volcar todos los recursos para conseguirlas. Junto a la contratación de nuevo personal con un salario igual al costo de vida y todos los derechos laborales, así como el pase a planta de los ya contratados.  

Y para ayudar a la reducción de los contagios que en estos momentos son muy altos, se deberían restringir las actividades no esenciales, para bajar la circulación y aglomeración de gente en espacios cerrados y el transporte público. Además, realizarse aislamientos focalizados según el mapeo epidemiológico que resulte, en base a una política de testeos masivos, que si bien se viene avanzando, aún es muy insuficiente.

Es síntesis, una política que defienda la vida de las y los rosarinos, y no la ganancia de unos pocos.

Alejandro Parlante

Trabajador y delegado del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.

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