sábado, 23 noviembre 2024 - 03:57

Deuda sin fin. Guzmán negocia con el Club de París

La semana próxima, como la anterior, la agenda del ministro de Economía, Martín Guzmán, estará marcada por la negociación de la deuda que Argentina tiene con el Club de París. U$S 2.400 millones es el valor del vencimiento de pago que Guzmán piensa aplazar.

Si el ministro la semana anterior se paseó por Estados Unidos para reunirse con los funcionarios del FMI, con el fin de acordar un acuerdo de Facilidades Extendidas y así cumplir con el pago de los U$S 45.000 millones contraídos por el macrismo, esta semana su destino se encontrará en Europa.

Las audiencias privadas, esta vez, se llevarán a cabo con: Bruno Le Mair, ministro de Economía y Finanzas francés; Peter Almaier, ministro de Economía y Energía de Alemania; el italiano Roberto Gualtieri, diputado del parlamento europeo y Nadia Calviño, vicepresidenta segunda del gobierno de España. Las reuniones con estos mandatarios europeos se deben a que en este caso los acreedores son países y no fondos de inversión o bancos.

Sobre la deuda del Club de París vale aclarar que no hay posibilidad de conseguir quita tanto en el capital como en los intereses de la misma. Ante esto, el gobierno sólo tiene como estrategia aplazar los pagos hasta el 2023. En año electoral Guzmán se juega a fondo a no desembolsar un solo dólar del Tesoro, pero ata a una bola de deuda para el futuro la economía del país.

Cristina Fernández de Kirchner, la semana pasada, en alusión a los crímenes económicos de la última dictadura, dijo: “Es más, cuando terminó la dictadura militar, terminaron más ricos que cuando había empezado, porque además nos dejaron a los argentinos y a las argentinas el regalo de la estatización de la deuda externa. Entre ellos la familia y el grupo económico de ya sabemos quién…. A pesar de esta declaración, el Frente de Todos, que contiene el armado político de la vicepresidenta, considera en un 100% válida la deuda con el Club de París. Una deuda que, como se sabe, fue contraída por la misma dictadura que denuncia.

La herencia de la contrarrevolución económica, dejada por la dictadura, es algo que hay que combatir, pero de ninguna manera sólo puede ser de forma testimonial. Esta parte de la deuda externa, como las otras, hay que investigarlas y dejarlas de pagar, como una política concreta de soberanía política. La continuidad de las políticas neoliberales no se termina sólo con retórica. En medio de la crisis que vive Argentina se necesita un giro de 180° no sólo para, como dice Guzmán, no pagar un solo dólar este año, sino para asegurar que todos los fondos sean destinados a la crisis económica, social y sanitaria presente. Además de romper las relaciones con los pulpos imperialistas como el FMI, el propio Club de París y los demás organismos internacionales de crédito.

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