En el mes de febrero se presentó ante la Justicia una acción para declarar la inconstitucionalidad de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Esta maniobra fue impulsada por la abogada, presidenta y apoderada de la Junta Promotora del partido NOS de Entre Ríos, Miriam Muller.
La Justicia no dio entidad a este amparo que tenía por objetivo impedir que se aplique la IVE en la provincia. El titular del Juzgado Federal N°2 de Paraná alegó que “los partidos políticos no tienen legitimación para promover demandas colectivas; y que en el caso de NOS, también se trata de un partido que no tiene personería jurídica y que, por lo tanto, no puede invocar la representación de los intereses de sus afiliados” y decidió rechazar in límine esta acción judicial.
Los argumentos de este partido reaccionario no tienen nada de novedoso, son dichos que tienen que ver con los ya conocidos y que pregonan estos sectores conservadores y fieles a la Iglesia, diciendo que “la vida se genera desde la concepción” y otras ideas delirantes como que la IVE pertenece a “una estrategia internacional de control poblacional que ataca la base misma de la sociedad”.
Hay que seguir en las calles
Más allá de lo irrisorio de los planteos que históricamente levantan estos grupos que se manifiestan en contra de los derechos de las mujeres y disidencias, no hay que negar que siguen teniendo injerencia dentro del Estado, el cual les da un lugar directo en políticas públicas y por supuesto siguen financiándolos con más de $ 155 millones de pesos según lo especifica el Presupuesto 2021.
Es por esto que el feminismo y la disidencia debe seguir en las calles, ¿por qué toda esa plata no va para, de una vez por todas, aplicar la ESI? ¿Por qué la ley IVE cuenta con restricciones que impactan de lleno en el acceso al aborto de las personas gestantes, como por ejemplo la objeción de conciencia institucional? ¿Por qué siguen reivindicando al Papa Francisco que volvió a posicionarse en contra del colectivo LGBTI+? ¿No era este el gobierno que levanta las banderas verdes y violetas?
Nosotres no queremos ni necesitamos sus bendiciones, y el que quiera un cura, que se lo pague. Hay que seguir peleando por la separación de la Iglesia del Estado, una deuda histórica que ningún gobierno tuvo la voluntad política de saldar. Al aborto legal lo conquistamos en las calles, y es en ese lugar en donde tenemos que exigir a Alberto Fernández que se efectivice este reclamo que levantamos con el pañuelo naranja.
Si la Justicia no ampara estas acciones judiciales que son promulgadas por los antiderechos, no es porque el patriarcado terminó, sino que gracias a la lucha y presión de la marea verde pudimos ganar el debate social acerca de los derechos de las personas con capacidad de gestar, por lo tanto no cuentan con la cintura política para rechazar la aplicación de la IVE, debido a que saben que no retrocederemos cuando se trata de atacar esta conquista.
Nuestro lugar está en las calles y plazas principales de cada rincón del país, sin dar lugar a las presiones que quiere imponer la curia y estas agrupaciones que nada tienen que ver con la garantía de derechos. Sigamos peleando por la separación de la Iglesia del Estado, porque no queremos seguir financiando a quienes militan en contra de nuestras identidades y solo tienen para ofrecer políticas del medioevo.
Violeta González