Pasado el mediodía de ayer sábado, el presidente Alberto Fernández arribó a Lago Puelo, Chubut desde Río Negro para brindar una conferencia de prensa junto al gobernador Arcioni y anunciar su tardía ayuda para las localidades afectadas por el incendio más grande que sufrió la comarca andina en años. Sin embargo, la bronca popular aguó sus planes, ya que decenas de manifestantes se movilizaron para darle una malvenida.
Y una vez más, fueron las patotas -siempre dispuestas- en este caso de la UOCRA, las fuerzas de choque para intentar disciplinar a quienes se manifiestan en defensa del agua, la vida y el territorio. El pueblo chubutense ha dejado en claro en reiteradas oportunidades que el proyecto de zonificación minera impulsado por Arcioni y promovido desde el minuto uno por Fernández, no tiene licencia social: no es no.
Cabe decir que en las últimas horas la UACCh, la Comisión contra la impunidad, y la colectiva de acción audiovisual LUAN, han denunciado que la camioneta Renault Duster de la que salieran quienes arrojaron piedras y rompieron los vidrios del transporte presidencial, tiene patente correspondiente a la Policía del Chubut, División Investigaciones.
Inmediatamente luego de los hechos que motivaron la veloz salida del presidente en helicóptero -imagen por demás elocuente en nuestro país- arreciaron los repudios, las acusaciones cruzadas, teorías conspirativas de todo tipo y tensiones, nuevamente, en las alturas. El PJ provincial, en la voz de Luque criticando al ministro de Seguridad Massoni por no poder garantizar el operativo presidencial; Massoni apuntando al Diputado Nacional (FdT) Santiago Igón, por no avisar del cambio de itinerario del presidente; todo el régimen político repudiando la violencia de les manifestantes.
Si hay algo que deja en claro la jornada de ayer, es que el repudio a los planes extractivos sigue firme en las calles y no se come el verso del poder político. Fernández asumió su mandato con cierta expectativa popular hace poco más de un año, pero con sus reiteradas marcha atrás frente a la derecha, su ajuste en el marco de la continuidad de la injerencia fondomonetarista y, fundamentalmente, con su promoción a la megaminería y el extractivismo, cosecha cada vez más desconfianzas en amplias franjas que esperaban otro rumbo. La luna de miel del gobierno quedó en el pasado.
Donde hubo fuego, negocios quedan. Luego de los incendios y la visita exprés del presidente, la Legislatura provincial se dispone a avanzar en el tratamiento y aprobación del proyecto de zonificación minera este martes 16. Pero en la vereda de enfrente, las asambleas de toda la provincia preparan masivas movilizaciones para este lunes, como vigilia, y acciones en Rawson para la mañana del martes ante la sesión legislativa. No pasarán.
Juan Aquino