sábado, 2 noviembre 2024 - 19:51

8 de marzo. Una marea verde contra el ajuste capitalista y patriarcal 

Un nuevo 8M se avecina. Es importante repasar su origen, su importancia y la vigencia de sus banderas de lucha en el actual contexto de ajuste, represión y amenaza contra todos nuestros derechos. Si en la calle conseguimos la IVE, la ESI y nuestras demás conquistas, allí mismo las seguimos defendiendo. ¡Los antiderechos no pasarán! 

Hace 109 años, en la ciudad de Nueva York, 146 obreras textiles perdieron sus vidas en un incendio provocado por la patronal dentro la fábrica en donde protestaban por mejores salarios, condiciones laborales e igualdad con los trabajadores varones. 

Este brutal crimen capitalista inspiró la propuesta de la revolucionaria alemana Clara Zetkin de declarar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La hizo durante el 2° Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, realizado en 1910 en Copenhague, Dinamarca. A partir de entonces, la fecha se fue instalando en todo el mundo como una jornada de lucha. 

En este marco también cabe resaltar el rol destacado de las trabajadoras rusas en la revolución bolchevique de 1917, cuando se movilizaron en Petrogrado en un aniversario del 8 de marzo, desencadenando así el proceso que dio origen al primer Estado obrero de la historia. 

Estos episodios marcan la larga lucha del movimiento feminista por nuestros derechos, en la estrategia de poner fin a este sistema capitalista y patriarcal basado en la explotación de clase y la desigualdad de género y demás opresiones y violencias. Es que el capitalismo va de la mano con el patriarcado y por eso deben caer juntos. 

Aborto legal: lo conquistamos y lo defendemos en la calle 

A lo largo de la historia, las mujeres y disidencias sexo-genéricas hemos conseguido conquistas a través de nuestras luchas. En la Argentina tenemos un largo camino de batallas y victorias. El derecho que conquistamos hace unos pocos años fue al aborto legal, seguro y gratuito. Con nuestra marea verde que movilizó a miles y miles en todo el país y que en jornadas históricas hizo temblar al orden establecido, le ganamos una pulseada muy importante a los sectores políticos y religiosos antiderechos y “pro-vida”, incluido el Papa y sus socios evangélicos. 

Este gobierno nacional de Javier Milei y Victoria Villarruel quiere volver a cuestionar ese derecho básico que conquistamos con apoyo social. Y por más que nadie quiera hacerse cargo del proyecto de ley luego de su escandalosa publicación, Rocío Bonacci y otros diputados nacionales de La Libertad Avanza buscan derogar la ley de IVE. El mamarracho presentado, que incluye firmas no consentidas, evidencia que este gobierno no solo es ultraliberal y ajustador en lo económico; sino también antiderechos y retrógrado en lo social. 

Además, con este gobierno y su plan se profundiza la ofensiva contra el derecho a la ESI en las escuelas y a los anticonceptivos para no abortar. Tiene toda una agenda contra los derechos de las mujeres y las disidencias, como lo confirma su anuncio de cerrar el INADI. Como anticipo, ya eliminó el concepto de personas gestantes en la Ley de los Mil días. 

Su postura es categórica: contra las mujeres y disidencias y principalmente contra el derecho a decidir. Milei mismo lo expresó en el Foro de Davos ante grandes empresarios y políticos del mundo: “Afirman que los seres humanos destruimos el planeta y que hay que protegerlo a toda costa. Llegan incluso a defender mecanismos de control de la población y la sanguinaria agenda abortista”. 

Milei es negacionista de la dictadura, del cambio climático y de la desigualdad de género. En el Ministerio de Capital Humano, por ejemplo, acaba de nombrar subsecretaria de Políticas familiares a la pañuelo celeste Ana Belén Marmora. Además, el vocero presidencial Adorni anunció que prohibirán el lenguaje inclusivo y “todo lo referido a la perspectiva de género” en la administración pública nacional. 

Pero nosotras también somos categóricas: ¡la IVE es ley y vamos a poner el cuerpo en las calles para que se cumpla y que ningún antiderechos lo ponga en duda!  

En cuanto al ajuste económico, siempre lo pagamos más las mujeres, que somos las más empobrecidas, con mayores niveles de desempleo y de precarización laboral, las que bancamos las tareas del hogar, los comedores populares y tenemos un ingreso promedio que es un 27% menor al de los varones. Por todas estas razones tenemos que volver a salir este 8 de marzo en defensa propia. 

El 8M, marchá con nosotras y nosotres 

Venimos de tirar abajo la ley ómnibus, lo que significó un golpe tremendo para el gobierno. Las feministas fuimos parte de esa pelea, ya sea participando en las asambleas barriales y cacerolazos, los espacios de la cultura, el sindicalismo combativo, los movimientos piqueteros, los partidos de izquierda o en forma independiente. También estamos en la lucha socioambiental, en los paros de trabajadorxs estatales, docentes y otros sectores. Al calor de esas movilizaciones es clave sacar algunas conclusiones políticas: 

  • Ni la rosca política en el Congreso, ni los gobernadores ni la justicia fueron la clave de dicho triunfo, sino la movilización popular. Si el “ómnibus” de Milei se terminó estrellando fue porque salimos a luchar a pesar del protocolo represivo de su ministra Bullrich y de los gases, palos y balas de su policía. 
  • Un solo paro general no alcanza. El 24 de enero fue un punto de inflexión en la situación del país, un paro histórico y masivo empujado desde las bases y la bronca social. El paro activo mostró la potencia de esa medida, pero con uno solo no alcanza. Logramos ganarle un primer round al gobierno, pero aún no lo dejamos knockout. Si bien está golpeado, pretende seguir adelante. Por eso en toda asamblea o espacio unitario es preciso impulsar la exigencia a la CGT y a las CTA de un nuevo paro nacional con movilización y un plan de lucha hasta derrotar el ajuste, el DNU y el protocolo. 
  • Como salida política ya no va más el PJ. Le prestan figuras al gobierno ultraderechista o negocian con él, los gobernadores peronistas también aplican el ajuste y la burocracia sindical frena a las bases trabajadoras todo lo que puede. En nuestro país el único espacio político que tiene un plan integral alternativo a este capitalismo decadente y en crisis es la izquierda: el MST y el FIT Unidad. 

Las fuerzas del cielo vs. las fuerzas del pueblo 

Si hay algo que se viene demostrando desde que asumió Milei, es que mientras las fuerzas del cielo no logran bajar a la tierra y se debilitan, a las fuerzas del pueblo trabajador nos sobra disposición y voluntad de lucha. Tenemos la posibilidad concreta de derrotar este plan de ajuste que ataca nuestros derechos y las condiciones de vida de la clase trabajadora y los sectores populares y medios. 

En este sentido, se viene un mes de marzo muy movido. El viernes 1°, a rodear el Congreso en la apertura de sesiones. El viernes 8M, a movilizar en Buenos Aires y en todo el país con la mayor unidad posible. La crítica a Milei, los gobernadores y el FMI; el reclamo de un nuevo paro general; la solidaridad con las mujeres y el pueblo palestino, son temas que no pueden faltar en los documentos unitarios que se lean ese día. Y luego tenemos el 24 de marzo, otra fecha histórica de lucha por los derechos humanos y contra la impunidad de ayer y de hoy. Ese día marcharemos junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, espacio independiente de los gobiernos y del Estado. 

El movimiento feminista y disidente es parte activa de esta agenda y vamos a seguir uniendo fuerzas contra Milei y su plan de ajuste y represión. Sumate a marchar el 8M y a seguir dando estas peleas con Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST en el Frente de Izquierda Unidad. ¡Ni un paso atrás! 

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