Pese a los intentos del sistema capitalista por desnaturalizar el contenido de lucha del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, otorgándole un carácter sólo conmemorativo o festivo, como intentó hacerlo con el 1° de Mayo, las luchas de las mujeres en el mundo lo han impedido y reivindican de alguna manera aquellas peleas que originaron esta fecha de lucha internacional.
Entre los acontecimientos históricos que le dieron origen podemos mencionar la movilización de miles de obreras textiles que el 8 de marzo de 1857 marcharon por Nueva York exigiendo mejores condiciones laborales, la reducción de la jornada y la eliminación del trabajo infantil. A partir acciones como ésa, las mujeres fuimos abonando el camino de la lucha por nuestros derechos. Entre ellas podemos mencionar la “huelga de las camisetas”, en noviembre de 1909, conocida también como “la huelga de las 20.000”, dirigida por Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de Estados Unidos.
Otro antecedente, cuya fecha es el 25 de marzo de 1911, que tuvo una gran repercusión por su crueldad, fue el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, también en la ciudad de Nueva York. El siniestro provocado por la patronal ocasionó la muerte de 123 trabajadoras, la mayoría de ellas jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años, luego de que en respuesta a una lucha sindical la patronal bloqueó todas las salidas. Muchas de las trabajadoras saltaron del edificio para intentar huir de las llamas. La mayoría de las víctimas murieron por quemaduras, asfixia y lesiones por las caídas. La indignación social que causó este desastre obligó al gobierno a introducir nuevas normas de seguridad y salud laboral en el país.
La declaración del 8 de Marzo
Fue instaurado por la Segunda Internacional socialista en 1910. Un antecedente inmediato fue en Estados Unidos. El 28 de febrero de 1909 se celebra por primera vez en este país el Día Nacional de la Mujer a partir de una iniciativa de las socialistas, tras la declaración del PS en honor a la huelga de las trabajadores textiles de 1908. El año anterior las dirigentes socialistas Corinne Brown y Gertrude Breslau habían organizado un acto por el Día de la Mujer en el Teatro Garrick de Chicago.
A iniciativa de Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo y las socialistas alemanas, en la IIª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que en agosto de 1910 reunió en Copenhague a unas cien dirigentes venidas de 17 países, se propuso crear un día internacional de lucha por los derechos de las mujeres. Aunque no fijaba una fecha precisa, el texto presentado era muy claro en torno a sus alcances: “De acuerdo con las organizaciones políticas y sindicales del proletariado, las mujeres socialistas de todas las nacionalidades organizarán en sus respectivos países un día especial de las mujeres, cuyo principal objetivo será promover el derecho al voto de las mujeres. Será necesario debatir esta proposición en relación a la cuestión de la mujer desde la perspectiva socialista. Esta conmemoración deberá tener un carácter internacional y será necesario prepararla con mucho esmero”. Con evidente peso en la batalla por el sufragio femenino, en 1914 la fecha fue unificada en el 8 de marzo.
En 1917, la Revolución Rusa comienza con una movilización de las obreras textiles el 8 de febrero. Logran arrastrar al movimiento obrero de Petrogrado a la protesta y el movimiento termina en una insurrección que acaba con la dictadura zarista. En el primer gobierno bolchevique rápidamente las mujeres conquistaron su derecho al voto, el divorcio, el aborto, guarderías, igualdad salarial y derechos laborales, etc. La degeneración bajo Stalin convirtió ese día de lucha del 8 de Marzo en un día festivo, cuando en la década del ’30 instauró el “Día de las Madres”.
Finalmente, en 1977, la Asamblea General de la ONU tiene que sancionar, luego de enormes luchas del movimiento de mujeres en todo el mundo, la Resolución 32/142 por la que se invita a los Estados miembros a proclamar la jornada del 8 de Marzo como “Día de las Naciones Unidas para los derechos de la mujer y la paz internacional”. Por supuesto, no lo reconocieron como día de la mujer trabajadora.
En nuestros tiempos, cruzados por grandes rebeliones y por la nueva ola feminista internacional, el 8 de Marzo de 2017 se recordará como el día del primer paro internacional de mujeres, parte de una lucha que no cesa ni cesará de pelear por los derechos que el patriarcado y el capitalismo nos arrebatan a las mujeres y disidencias.
Sus orígenes en la Argentina
Podemos señalar dos expresiones. Una la protagonizaron mujeres trabajadoras anarquistas, muchas de ellas inmigrantes, que luchaban por sus derechos sociales y laborales. En 1886 apareció la publicación La Voz de la Mujer. Activistas como Juana Rouco Buela, Virgina Bolten, Teresa Caporaletto y María Collazo, entre otras, pelearon no solo por la igualdad de derechos en los trabajos, sino para difundir un ideario de amor libre y autonomía plena del poder del varón. La ley de residencia de 1902 expulsó del país a numerosas activistas inmigrantes. Regresadas a la Argentina en 1904, protagonizaron muchas acciones como la protesta de “camisetas y anexos” y la formación del Centro Feminista Anarquista en 1907.
Otra vertiente, que surgió en la segunda década del siglo XX, como una fracción opuesta a la conducción del Congreso Feminista, que sólo reclamaba por expresiones culturales y sociales, encabezada por Cecilia Grierson luchaba por los derechos civiles y laborales, y por la ampliación de espacios y roles de las mujeres desde el ámbito cultural al sexual.
Entre el 18 y el 23 de mayo de 1910 se realizó el 1º Congreso Feminista Internacional de la República Argentina, convocado por la Asociación de Mujeres Universitarias, en el cual las mujeres socialistas tenían un destacado rol. Se trataron problemas de las mujeres en la educación, los derechos laborales, el infanticidio, el divorcio, la protección de la mujer trabajadora en tanto madre, sus derechos civiles y el derecho al voto femenino. Con la presencia de la célebre investigadora Marie Curie, se destacaron Elvira Rawson, Alicia Moreau de Justo y Julieta Lanteri.
También podemos mencionar a Florencia Fossatti, otra personalidad, entre muchas otras, de los orígenes del movimiento feminista. Esta pedagoga y gremialista fue una de las que encabezó la renovación de la pedagogía en nuestro país, cuestionando el rol tradicional de las mujeres en la docencia. Como luchadora sindical encabezó la histórica huelga de 1919 entre otras luchas y entre 1936 y 1958 estuvo expulsada del magisterio público por sus ideas de avanzada.
Nuestro emotivo homenaje a todas ellas, que marcaron un camino y nos dejaron enseñanzas y derechos arrancados con conmovedoras luchas.
Este 8 de Marzo, contra el patriarcado y el capitalismo
En la actualidad, cuando en medio de rebeliones una nueva ola feminista recorre el mundo cuestionando al sistema capitalista y patriarcal, la violencia machista, los femicidios y también las consecuencias de la crisis pandémica, nuestra movilización enfrenta a gobiernos e instituciones, con un enorme protagonismo en todos los aspectos de la lucha social, política, laboral, cultural, sexual y revolucionando en forma colectiva todos los aspectos de la vida.
En nuestro país venimos de conquistar el derecho al aborto. Estamos al frente las luchas docentes, de salud, de los movimientos sociales y ambientales. Y empoderadas, más que nunca, la vanguardia juvenil del movimiento de mujeres se eleva a una conciencia anti-sistémica.
Te invitamos a que este 8M te organices y marches con Juntas y a la Izquierda y el MST en el FIT Unidad, para ser parte de la construcción de un feminismo revolucionario y socialista que rompa las cadenas de este capitalismo patriarcal para construir una sociedad libre de toda opresión y explotación: una Argentina y un mundo socialistas.
Clarisa “Lita” Alberstein