Hoy se cumplen 500 días, casi un año y medio en que nos falta Tehuel de la Torre, un pibe trans del conurbano bonaerense que salió en busca de una changa pero nunca volvió. Por eso seguimos denunciando al Estado, a los gobiernos nacional y provincial, a la policía que comanda Sergio Berni y a ese Ministerio fantasma de Mujeres, Géneros y Diversidad: ellos son los responsables de buscarlo, encontrarlo y responder qué pasó. Pero lejos de eso, nos falta Tehuel y nos faltan esas respuestas.
También, días atrás se cumplió un año de la aprobación de la Ley 27.636 de Cupo Laboral Travesti-Trans, un logro de la lucha y un paso indispensable hacia el objetivo de lograr la inclusión social para las personas trans, que es el sector más discriminado y excluido de nuestra comunidad LGBTI+.
El Estado incumple la ley
Tehuel es un ejemplo de las enormes dificultades de las personas trans para encontrar trabajo. Ante esas carencias, la ley de cupo abrió expectativas al establecer un 1% sobre el total de la planta estatal. Eso implicaría incorporar a 5.551 personas. Pero según el último relevamiento del área de Género y Diversidad de ATE Nacional y la Asamblea TTNB por la Salud Integral[1], la aplicación real está muy lejos de esa cifra:
- – En un año se incorporó a 313 personas, o sea apenas un 5.64% del total establecido. Y el 91% es de CABA y Provincia de Buenos Aires.
- – Sólo el 16% ingresó en planta permanente, el resto lo hizo en forma precarizada bajo diversas modalidades de contratación.
- – La gran mayoría tiene de 18 a 39 años. Sólo un 14% es mayor de 40 años, o sea que no tendría los años y aportes requeridos para jubilarse.
- – Si bien la mayoría tiene cobertura de salud, el 58% tiene obstáculos en el acceso.
- – El 35% indica que su identidad de género no es respetada a nivel institucional y la mayoría no accedió a información sobre sus derechos laborales.
Como vemos, la respuesta está muy pero muy por detrás de las necesidades. Algunas agrupaciones reclaman un “observatorio” de la ley como forma de control social de su aplicación. Podría ser. Pero corresponde denunciar el incumplimiento del Ministerio fantasma, que no tiene voluntad política de efectivizar el cupo.
Encima, la ministra Batakis anunció el congelamiento de todo ingreso a la planta estatal, lo que es parte de las exigencias del FMI. Si bien se supone que “se exceptúa” al colectivo trans-travesti, si ya antes del anuncio el cupo era a cuentagotas y precarizado ahora lo será más todavía. Por eso no hay otro camino que la movilización.
Basta de chamuyos
Lo dijimos cuando salió el decreto de cupo laboral trans, lo repetimos cuando se aprobó la ley e insistimos ahora una vez más: en este sistema capitalista en crisis todos nuestros derechos están siempre en riesgo y además la prioridad de este gobierno de Fernández-Fernández es cumplir la deuda con el Fondo, no con nosotres.
Por eso, a 500 días de la desaparición de Tehuel y a más de un año de la aprobación del cupo laboral trans, seguimos exigiendo:
- – Aparición con vida de Tehuel, el Estado es responsable de dar respuesta.
- – Aplicación efectiva del cupo laboral trans en todos los ámbitos del Estado y en todo el país, sin precarización ni clientelismo político.
- – Ley Integral Trans ya. El proyecto lo presentó la Federación Argentina LGBT e incluye un subsidio -o reparación histórica- a las personas trans mayores de 40 años, que son verdaderas sobrevivientes.
Micaela Escobar
[1] ¿Qué pasa con el Cupo Laboral Travesti-Trans en el Estado Nacional a un año de la Ley? – ATE